
Brasil. Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, atribuyó a la “desesperación” el intento de manipular la tobillera de localización que fue constatado este sábado antes de su arresto preventivo por riesgo de fuga.
Flávio Bolsonaro participó en la noche del sábado en una vigilia de oración en Brasilia para apoyar a su padre, del que aseguró que en ningún momento tenía intención de huir o de quitarse la tobillera.
“No tiene ninguna lógica” que quisiera huir, subrayó, según recoge el periódico ‘Correio Braziliense’.
“Me inclino por imaginar que lo hizo en un acto de desesperación. Tal vez porque le daba vergüenza por la visita de sus familiares”, en referencia a la visita de familiares de Bolsonaro desplazados desde Sao Paulo.
Además, el hijo del exmandatario destacó que la orden de prisión preventiva se emitió antes de que se recibiera la alerta de manipulación de la tobillera, a las 00:08 horas del sábado.
“Eso no fue decisivo para decretar prisión. La prisión estaba ya decidida”, indicó.
“Los policías llegaron rápidamente, abrieron la puerta, vieron que estaba en casa, comprobaron la tobillera y de vuelta a dormir. Esa es la fuga absurda y milagrosa. Iba a salir volando”, dijo irónicamente Flávio Bolsonaro.
“No consigo imaginar cómo podría mi padre haber andado más de un kilómetro hasta aquí --donde se realizó la vigilia-- con una aglomeración de gente”, argumentó. “El pueblo está con nosotros”.
Asimismo, Flávio Bolsonaro, criticó que se vinculara el arresto con la convocatoria de la vigilia de apoyo. “Están criminalizando la oración. Llamamos a las personas a venir a rezar voluntariamente por su salud. ¿Ahora eso es motivo de prisión”, protestó.
Otro hijo de Bolsonaro, Carlos, dijo por su parte que si hubiera querido quitársela, la habría cortado en lugar de utilizar un soldador.
Para Eduardo Bolsonaro, la persecución de la oración y el argumento de mantenimiento del orden público asimila a Brasil con regímenes autoritarios. “Dicen que vamos a convertirnos en una Venezuela. Estamos convirtiéndonos en Corea del Norte”, señaló.

Bolsonaro alega que intentó quemar su tobillera electrónica en momento de “paranoia”
Por su parte, Jair Bolsonaro alegó que intentó quemar la tobillera que controlaba el cumplimiento de su prisión domiciliaria en un momento de “paranoia”, según un documento de la corte suprema de justicia.
El exmandatario ultraderechista (2019-2022) fue condenado en septiembre a 27 años de cárcel por intento de golpe de estado contra el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva tras perder los comicios en 2022.
Bolsonaro dijo que “tuvo ‘una cierta paranoia’ de viernes a sábado debido a medicamentos (…) resolviendo entonces, con un soldador, manipular la tobillera electrónica”, según un documento judicial obtenido por la AFP.
Durante una audiencia de custodia realizada este domingo en Brasilia, el expresidente dijo a una jueza que “tenía ‘alucinaciones’ de que había algún dispositivo de escucha en la tobillera”, detalla el acta de la diligencia.
La corte ratificó la orden de arresto preventivo contra Bolsonaro y señaló que “no hubo ningún abuso o irregularidad por parte de los policías responsables”.
Bolsonaro, por su parte, dijo en la audiencia “que no tenía ninguna intención de fuga y que no hubo ruptura de la correa” que ataba la tobillera a su cuerpo, según el documento.
El expresidente pasó buena parte de la tarde del viernes intentando abrir la tobillera hasta que “entró en razón” cerca de la medianoche y se detuvo, según su declaración de este domingo.
La policía llegó a la residencia de Bolsonaro en un acomodado condominio de Brasilia poco después a hacer una inspección.
El exmandatario, en un primer momento, dijo haber golpeado la tobillera contra una escalera, según los documentos del proceso.
Pero al ser interrogado admitió haberla intentado quemar con un soldador por “curiosidad”, consta en un video divulgado por la corte el sábado.
La defensa anticipó que apelará la orden de prisión preventiva.
Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de prisión por organizar una trama para perpetuarse en el poder, cometiendo los delitos de golpe de Estado, abolición del Estado de derecho, constitución de una organización criminal armada, daños agravados a la propiedad pública y deterioro de patrimonio histórico. Está en prisión domiciliaria desde el pasado 4 de agosto.
Su sentencia incluye además una inhabilitación hasta ocho años después del vencimiento de su condena, plazo que, de no producirse reducciones de la misma, se prevé que expire en 2060, cuando el ultraderechista tendría, hipotéticamente, 105 años.

“Nada que ver”
El sábado, al argumentar el riesgo de fuga, la corte suprema señaló que la embajada de Estados Unidos se encuentra cerca de la residencia de Bolsonaro.
El exmandatario brasileño es aliado del presidente estadounidense Donald Trump, quien denunció meses atrás una “caza de brujas” en su contra y respondió imponiendo un arancel punitivo a Brasil.
Sin embargo, retiró buena parte de las sobretasas tras reunirse con Lula en octubre.
Este domingo, el mandatario brasileño fue interrogado sobre la posibilidad de que la detención de su mayor opositor afecte los acercamientos con Washington.
“No tiene nada que ver”, dijo Lula durante una conferencia de prensa en el encuentro del G20 en Johannesburgo.
“Creo que Trump tiene que saber que somos un país soberano, que nuestra justicia decide y lo que se decide aquí está decidido”, agregó.
La prisión de Bolsonaro deja a la derecha sin candidato para las elecciones presidenciales de 2026, mientras Lula ya anunció su intención de postularse para un cuarto mandato.
El expresidente ya presentó un recurso contra su condena por golpismo y éste fue rechazado por la corte suprema. Tiene plazo hasta el lunes para presentar una segunda apelación.

