
París, Francia. El presidente, Emmanuel Macron, anunció este miércoles que nombrará a un primer ministro “en las próximas 48 horas” y alejó la posibilidad de un adelanto electoral como salida a la profunda crisis política que sacude Francia.
Macron sigue así la recomendación de su actual primer ministro en funciones, Sébastien Lecornu, a quien encargó el lunes consultar con los partidos políticos la posibilidad de formar un nuevo gobierno tras presentar la dimisión del suyo en apenas 14 horas.
“Le dije al presidente que las perspectivas de disolución [de la Asamblea Nacional] se alejaban y que pienso que la situación permite al presidente nombrar a un primer ministro en las próximas 48 horas”, aseguró Lecornu durante una entrevista en la televisión pública.
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El primer ministro centroderechista empezó el martes las consultas con los partidos que forman el gobierno desde septiembre de 2024: la alianza centrista de Macron y el partido conservador Los Republicanos (LR). Este miércoles recibió a las oposiciones de izquierda.
La confirmación de la presidencia francesa no tardó en llegar: Macron “nombrará a un primer ministro en las próximas 48 horas”, después de conocer las conclusiones de Lecornu que apuntan a “la existencia de una plataforma de estabilidad”, anunció su entorno.
Por el momento, se desconoce a quién nombrará y cuándo. Lecornu reconoció “no correr detrás” del puesto y, sobre la composición de gobierno, estimó que sus miembros no deberían tener la ambición de presentarse a la elección presidencial de 2027.
“La broma”
El tercer jefe de gobierno francés en un año dimitió el lunes, después de que el anuncio de la composición de su gabinete generara malestar en el partido conservador Los Republicanos (LR), los socios de gobierno de la alianza de Macron desde septiembre de 2024.
Su dimisión recrudeció la crisis política que vive Francia desde ese año, cuando un inesperado adelanto electoral dejó una Asamblea Nacional (cámara baja) sin mayorías y dividida en tres bloques: izquierda, centroderecha gobernante y ultraderecha.

Lecornu empezó el martes las consultas con la coalición gobernante y, en la mañana del miércoles, aseguró que veía una “voluntad” para que Francia se dotara de unos presupuestos para 2026 antes de finales de año.
Pero con sus votos no es suficiente. En el último año, la oposición tumbó en el Parlamento a dos primeros ministros --el conservador Michel Barnier y el centrista François Bayrou-- cuando intentaban adoptar sus respectivos presupuestos.
Y la amenaza sigue latente. La líder ultraderechista, Marine Le Pen, cuyo partido lidera los sondeos, amenazó con censurar todos los gobiernos hasta que se convoquen nuevas elecciones legislativas. “La broma ha durado demasiado”, sentenció.
Lecornu recibió así a las oposiciones de izquierda, cuyas consultas no se anunciaron tan positivas. Nombrar a otro primer ministro macronista sería la “provocación final”, advirtió la líder ecologista, Marine Tondelier, que pidió uno de izquierdas.
Reforma de las pensiones
Las miradas están puestas en los socialistas. A principios de año, permitieron que Bayrou aprobara los presupuestos para 2025, pero su posición se endureció desde entonces, al considerar que el centrista los engañó.
La ex primera ministra, Élisabeth Borne, sugirió suspender la reforma de las pensiones de 2023, “si es la condición para la estabilidad”, uno de los reclamos de los socialistas y otras fuerzas.
Macron impuso por decreto en marzo de 2023 esta impopular reforma, que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años, pese a que los sindicatos, la opinión pública e incluso gran parte de diputados estaba en contra.
“Le dije al presidente que se deberá encontrar un camino para celebrar un debate sobre la reforma de las pensiones”, afirmó Lecornu, quien advirtió que suspenderla costaría “al menos 3.000 millones de euros” (3.485 millones de dólares) en 2027 a las arcas públicas.
Gran parte de la coalición gobernante rechaza suspenderla, en un contexto en que la segunda economía de la UE se encuentra bajo presión para reducir su elevada deuda pública, alrededor del 115% del PIB.
La crisis política también preocupa en Europa, máxime cuando cada vez más voces en Francia piden la dimisión de Macron, muy activo en la escena internacional, antes de que termine su mandato en 2027. No puede presentarse a su reelección.
“La gente no está contenta desde hace años (...) y parece que le da igual. Hay otros problemas, no digo que no, pero tal vez debería también ocuparse de su país”, aseguró Stéphanie, una trabajadora de un hospital, en una feria agrícola en el centro de Francia.