
Nueva York, Estados Unidos. La Fiscalía de Nueva York retiró oficialmente los cargos contra Ovidio Guzmán, uno de los hijos del cofundador del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, para que el caso se concentre en una sola jurisdicción, Chicago. Guzmán dijo que se declarará culpable de las imputaciones de narcotráfico en su contra.
Una fuente del Departamento estadounidense de Justicia confirmó a El Universal que la Fiscalía de Nueva York retiró los cargos, aunque eso no significa que Ovidio quede libre de ellos, sino que el proceso se consolidará en el tribunal de Chicago para “evitar duplicidad y facilitar la cooperación” del narcotraficante mexicano.
Ovidio, alias “El Ratón”, confirmó su intención de declararse culpable en un “Consentimiento a la transferencia del caso para la declaración de culpabilidad y la sentencia”, fechado el 30 de junio.
“Deseo declararme culpable del cargo imputado, consentir a la disposición del caso en el Distrito Norte de Illinois en el que estoy detenido y renunciar al juicio en el distrito arriba mencionado”, dice en el documento, dirigido a la Corte de Distrito Sur de Nueva York, donde también estaba acusado.
Ovidio tiene programada una audiencia para el 9 de julio, en el tribunal de Chicago, donde formalizará el cambio de declaración (se había declarado inocente), tras alcanzar un acuerdo con los fiscales.
De acuerdo con la fuente del Departamento de Justicia, el gobierno de Estados Unidos debe presentar el acuerdo completo al tribunal tres días antes de esta audiencia.
Qué implica este acuerdo
Acuerdos como el alcanzado por Ovidio Guzmán, señala la fuente a este diario, suelen incluir reducción de sentencia a cambio de cooperación; protección para familiares o condiciones especiales de reclusión, así como un posible traslado a una prisión de menor seguridad si colabora con las autoridades.
Ovidio Guzmán fue arrestado en México en 2023 y fue extraditado a Estados Unidos. Está acusado en un tribunal federal en Chicago de cinco cargos por lavado de dinero y delitos relacionados con drogas y armas de fuego.
El hermano de Ovidio,Joaquín, también está negociando un acuerdo con el gobierno estadounidense, tras ser detenido, hace casi un año, en un aeropuerto cercano a El Paso, Texas, junto con Ismael “El Mayo” Zambada.
Las autoridades estadounidenses acusan a Ovidio y a sus hermanos Archivaldo Iván Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López de ser los líderes de “Los Chapitos” una facción del cartel de Sinaloa, designado por el actual gobierno de Donald Trump como organización “terrorista” global.
Estados Unidos acusa a los cuatro hijos del “Chapo” Guzmán de traficar fentanilo hacia territorio estadounidense, donde ese opioide está relacionado con decenas de miles de muertes.
Sanciones a los “chapitos”
Ovidio Guzmán fue detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán (noroeste), pero fue liberado por orden del entonces presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por la violencia que desató el cártel de Sinaola como represalia.
En septiembre de 2023, cuando López Obrador aún gobernaba, volvió a ser capturado y las autoridades lo extraditaron a Estados Unidos.
Como parte de la negociación, las autoridades estadounidenses permitieron la entrada al país de 17 familiares de Ovidio en mayo pasado.
Además de él, su hermano Joaquín también fue trasladado a Chicago.
La detención de Joaquín Guzmán López ocurrió el 25 de julio de 2024, cuando aterrizó en Estados Unidos en un pequeño avión en compañía de Ismael “Mayo” Zambada, cofundador del cártel de Sinaloa junto con “El Chapo”.
Zambada, de 77 años, dijo haber sido víctima de una emboscada y engañado por Guzmán López para ser llevado a la fuerza a Estados Unidos a cambio de supuestas ventajas para éste y su hermano Ovidio.
Mientras el capo “Chapo” Guzmán cumple cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico.
En su agresiva política contra los cárteles de la droga, la administración de Trump anunció a inicios de junio más sanciones contra “Los Chapitos” por tráfico de fentanilo y aumentó la recompensa a 10 millones de dólares por cada uno de los hermanos prófugos (Archivaldo Iván y Jesús Alfredo).
La administración estadounidense culpa al “liderazgo de Iván” de “la alarmante oleada de violencia en México y Estados Unidos contra civiles, fuerzas de seguridad y miembros de cárteles rivales”.
La confrontación entre los herederos de Zambada y los hijos del “Chapo” tras la detención del “Mayo” desató una guerra que ha desangrado al estado de Sinaloa y que ha dejado más de 1.200 muertos, entre ellos 39 menores, y 1.400 desaparecidos.