
Madrid, España. La comunidad internacional debería contemplar sancionar a Israel para frenar la guerra en Gaza, afirmó el domingo el canciller español mientras representantes de naciones europeas y de Oriente Medio, además de Brasil, inician en Madrid una reunión para reclamar el cese de la ofensiva israelí.
Varios aliados tradicionales de Israel han alzado su voz para acentuar la presión, después de que el ejército israelí intensificara sus operaciones en la Franja de Gaza contra el movimiento islamista palestino Hamás, cuyo ataque en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 desencadenó la guerra.
Israel reanudó sus operaciones militares en la Franja el 18 de marzo, tras romper una tregua de dos meses. Y desde el 2 de marzo, imponía un bloqueo total que provocó escasez de agua, comida, carburante y medicinas y despertó el temor a una hambruna en el territorio palestino.
Esta semana, no obstante, se permitió la entrada de camiones con ayuda humanitaria, informaron oenegés.
Las conversaciones en Madrid tienen como objetivo detener la guerra “inhumana” y “sin sentido” de Israel en Gaza, dijo a los periodistas el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, antes de la apertura del encuentro del que participan representantes de 20 naciones y organismos internacionales.
La ayuda humanitaria debe entrar a Gaza “masivamente, sin condiciones y sin límites, y no controlada por Israel”, añadió, describiendo la Franja como una “herida abierta” de la humanidad.
“El silencio en estos momentos es complicidad en esta masacre… por eso nos reunimos”, dijo Albares.
Según el canciller, “debemos considerar sanciones”. “Hay que hacer todo (...), plantearse todo para parar esta guerra”.
Representantes de países europeos, incluidos Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, participan junto a enviados de Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Turquía, Marruecos, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica.
También participan Brasil y Noruega, Islandia, Irlanda, Eslovenia y España.
La guerra en Gaza se desencadenó tras el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que provocó la muerte de 1.218 personas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en datos oficiales.
De las 251 personas secuestradas ese día, 57 siguen retenidas en Gaza. De estas, 34 habrían muerto, según el ejército israelí.
Más de 53.939 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto en la Franja de Gaza por la operación militar israelí, según datos del Ministerio de Salud gazatí, gobernado por Hamás, que la ONU considera fiables.