
Un avión especializado en el estudio de tormentas extremas ingresó esta semana en el ojo del huracán Melissa, en medio de condiciones extremas que provocaron una de las turbulencias más violentas documentadas en la región.
La aeronave, pilotada por Danielle Varwig y tripulada por al menos cinco personas, se adentró directamente en la pared del ojo del ciclón, donde se concentran los vientos más fuertes.
Mientras el avión atravesaba esta zona, se escuchó un estruendo constante por el agua que ingresaba a presión en la cabina, y las ventanas mostraban un entorno cubierto por densas nubes blancas, sin visibilidad hacia el exterior.
El equipo científico a bordo, perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), buscaba ingresar al centro del fenómeno meteorológico para recopilar datos clave sobre su comportamiento.
El ojo del huracán medía cerca de 18 kilómetros de diámetro y representaba una pausa relativa en la actividad ciclónica, con condiciones más calmas, rodeadas por una barrera de nubes altamente activa.
El huracán Melissa alcanzó vientos sostenidos de hasta 300 km/h, lo que lo clasificó como un fenómeno de categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson. Este sistema afectó severamente a zonas de Jamaica, Haití y Cuba, donde dejó una estela de destrucción y decenas de fallecidos.
De acuerdo con expertos, Melissa ya figura entre los huracanes más intensos documentados en la historia reciente del Caribe.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
