El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que su administración retirará por segunda ocasión al país del Acuerdo Climático de París, lo que representa un revés para los esfuerzos internacionales contra el calentamiento global.
Dicho acuerdo fue suscrito por 196 países en el 2015. Los estados firmantes se comprometieron a acelerar acciones e inversiones para reducir las emisiones de carbono, y mantener el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los dos grados centígrados.
El mandatario republicano también declaró una “emergencia energética nacional” con el objetivo de impulsar en forma significativa la perforación local de petróleo y gas.
Según un comunicado emitido por la Casa Blanca, poco después de la juramentación, la decisión de abandonar el acuerdo suscrito en 2015 busca priorizar los intereses energéticos del país.
En su discurso inaugural, Trump adelantó que en las próximas semanas eliminará las estrictas normativas impuestas por la administración saliente de Joe Biden para la reducción de emisiones de vehículos, incluidos automóviles particulares y camiones de carga.
“Perforaremos, nena, perforaremos”, afirmó el presidente para enfatizar su compromiso con la explotación de recursos energéticos.
Trump aseguró que Estados Unidos volverá a ser una potencia manufacturera gracias a la explotación de sus vastos recursos petroleros y gasíferos.
“Tenemos la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país del mundo, y lo vamos a utilizar”, aseveró. Además, señaló que el incremento en la producción buscará reducir los precios del combustible, llenar las reservas estratégicas y aumentar las exportaciones.
“Volveremos a ser una nación rica, y ese oro líquido bajo nuestros pies nos ayudará a lograrlo”, declaró Trump, quien también anunció el fin del Nuevo Pacto Verde (plan para descarbonizar la economía estadounidense) y la revocación del mandato de los vehículos eléctricos.
Según el presidente, estas medidas buscarán proteger la industria automotriz y cumplir su “sagrada promesa” a los trabajadores del sector.
El Nuevo Pacto Verde, presentado en 2019 por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez y el senador Edward J. Markey, proponía una transición hacia energías limpias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
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Aunque la iniciativa nunca fue vinculante, planteaba una hoja de ruta para combatir el cambio climático y eliminar la desigualdad económica. Sin embargo, durante el segundo mandato de Trump, propuestas como esta parecen no tener futuro.
Un comunicado emitido por la Casa Blanca confirmó esta postura al señalar que su administración eliminará las políticas de “extremismo climático” de Biden, agilizará los permisos para proyectos energéticos y revisará regulaciones que, según el mandatario, imponen cargas innecesarias a la producción y uso de energía, incluyendo la minería y el procesamiento de minerales no combustibles.
La declaración también anticipa que Trump utilizará todos los recursos disponibles para construir infraestructura energética crítica y pondrá fin al arrendamiento de parques eólicos a gran escala.
Según el documento, estas instalaciones “degradan los paisajes naturales y no benefician a los consumidores estadounidenses”.