Jerusalén. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, presentó el martes en Jerusalén una propuesta para formar una coalición internacional que haga frente al movimiento islamista Hamás. Esta iniciativa surge tras una nueva noche de intensos bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, donde al menos 140 personas perdieron la vida.
La ofensiva israelí, en respuesta al ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre, continúa sin descanso y se intensifica, señalando un posible preludio a una ofensiva terrestre.
Los ataques israelíes durante la noche se cobraron la vida de 140 personas, según informó el movimiento islamista que controla la Franja de Gaza.
Desde el inicio del conflicto, un total de 5.791 personas perdieron la vida en el territorio, incluyendo 2.360 niños, mientras que 16.297 personas resultaron heridas.
En Jerusalén, Macron dialogó con el primer ministro Benjamin Netanyahu y pidió la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
Asimismo propuso que la coalición internacional creada en 2014 bajo el liderazgo de Estados Unidos para combatir al grupo Estado Islámico en Siria e Irak “también pueda luchar contra Hamás”.
El presidente francés llamó además a Irán, apoyo de Hamás, y a sus aliados a “no correr el riesgo de abrir nuevos frentes”, abogando por relanzar “el proceso político con los palestinos”.
Macron debía ir luego a Ramala, en Cisjordania ocupada, donde será el primer líder occidental desde el inicio de la guerra en reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abás. Después podría reunirse también con el rey Abadalá II de Jordania, según la presidencia francesa.
La Autoridad Palestina ya no ejerce ningún poder en la Franja de Gaza desde que Hamás tomo el poder allí en 2007.
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Dos rehenes liberadas
Hamás liberó el lunes a dos de los rehenes secuestrados el 7 de octubre en Israel, Yocheved Lifshitz de 85 años, y Nurit Kuper, de 79, dos mujeres de nacionalidad israelí.
Una mujer estadounidense y su hija fueron liberadas tres días antes.
Lifschitz dijo este martes a la prensa en Tel Aviv que vivió “un infierno” y fue “golpeada” al ser secuestrada en el kibutz Nir Oz, si bien luego fue “bien tratada” durante su cautiverio de más de dos semanas en la Franja de Gaza.
Alrededor de 220 rehenes israelíes, extranjeros o con doble nacionalidad fueron identificados por Israel. Fueron llevados por Hamás a la Franja de Gaza después de su ataque cometido en pleno sábado, el descanso semanal de los judíos.
Cientos de combatientes de Hamás se infiltraron ese día en Israel desde Gaza, durante un ataque sin precedentes desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Más de 1.400 personas murieron, la mayoría de ellos civiles, según las autoridades israelíes.
“Queremos desmantelar completamente Hamás: sus dirigentes, su brazo militar y sus mecanismos de funcionamiento”, dijo el jefe del Estado mayor israelí, Herzi Halevi, rodeado de varios hombres en armas, en un video publicado este martes en la red social X.
Israel impuso un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo en la Franja de Gaza desde que Hamás, clasificada como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, tomó el poder en 2007.
“Vemos que el fuego (de cohetes) desde Gaza está disminuyendo, pero no debemos flaquear, es una estrategia del enemigo para que nos durmamos”, dijo este martes un portavoz del ejército israelí, el general Daniel Hagari.
“Tregua humanitaria”
La ayuda internacional comenzó a llegar desde Egipto a través del cruce fronterizo de Rafah, el único punto de acceso a Gaza que no está bajo control israelí.
En total, unos cincuenta camiones entraron desde el sábado, aunque según la ONU se necesitarían al menos 100 por día.
Macron aboga por “una tregua humanitaria” que “pueda conducir a un alto el fuego”, según la presidencia francesa. Estados Unidos, por su parte, exige a Hamás que libere a los rehenes antes de cualquier discusión sobre una tregua.
Desde el 15 de octubre, el ejército israelí estuvo pidiendo a los civiles en el norte de la Franja de Gaza, donde los bombardeos son más intensos, que huyan hacia el sur.
En total, al menos 1.4 millones de palestinos han abandonado sus hogares desde el inicio de la guerra, según la ONU. Varios residentes de Jan Yunis, una ciudad en el sur de la Franja de Gaza, lamentaron la pérdida de familiares, especialmente niños, durante los bombardeos nocturnos.
“Mi hermano era farmacéutico y tenía diez hijos, todos fueron quemados”, dijo Mahdi Mohammed al-Farra, de 50 años, quien perdió a sus dos hermanos y a sus hijos.