Territorios Palestinos. Una delegación israelí, encabezada por el jefe del Mossad, busca desbloquear este sábado 24 de febrero las negociaciones para una tregua en Gaza, donde cerca de 100 palestinos murieron en las últimas 24 horas en bombardeos de Israel, según Hamás.
David Barnea, el jefe de la agencia israelí de inteligencia exterior, aterrizó en la capital francesa el pasado viernes 23 de febrero con el objetivo de impulsar un nuevo alto el fuego que incluya la liberación de los rehenes que aún permanecen en Gaza.
La situación en este estrecho territorio, gobernado por el movimiento islamista palestino Hamas desde 2007, empeora cada día. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre el riesgo de una “hambruna masiva” debido a la escasez de comida y agua causada por el asedio israelí.
Las conversaciones en París se producen después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentara un primer plan de “posguerra” para Gaza, un proyecto que desató las críticas de Estados Unidos, aliado clave de Israel.
La propuesta, que sugiere que Israel mantenga el “control de seguridad” en ese territorio y en Cisjordania ocupada, fue rechazada por Hamás y por la Autoridad Palestina.
El movimiento islamista, catalogado como organización “terrorista” por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, denunció este sábado 24 de febrero que el ejército israelí lanzó más de 70 bombardeos contra Deir al Balah, Jan Yunis y Rafah, en el centro y sur de Gaza.
En las últimas 24 horas murieron al menos 92 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
El conflicto estalló el 7 de octubre luego del ataque de Hamás en el sur de Israel, que dejó unos 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un balance basado en datos israelíes.
Los milicianos islamistas capturaron ese día a 250 personas, 100 de las cuales fueron canjeadas en noviembre por 240 palestinos presos en Israel. Las autoridades israelíes calculan que aún hay 130 rehenes en Gaza, de los cuales 30 habrían muerto.
En respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre que ya provocó 29.606 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según Hamas. Los enfrentamientos entre milicianos islamistas y soldados israelíes arrecian en todo el territorio.
“No tenemos ni agua ni harina y estamos muy cansados porque tenemos hambre (...)”, describió Um Wajdi Alha, una habitante de Jabalia, unos cuatro kilómetros al norte de Ciudad de Gaza.
Netanyahu enfrenta una presión creciente después de cuatro meses de una guerra que llevó a la mayoría de los 2,2 millones de habitantes de Gaza al borde de la hambruna, según la ONU.
Negociaciones
El presidente brasileño insistió el pasado viernes 23 de febrero en que Israel comete un “genocidio” en Gaza y se pronunció nuevamente a favor de la creación de un Estado Palestino “libre y soberano”.
El proyecto presentado por Netanyahu, sin embargo, no hace referencia alguna a la creación de un Estado palestino independiente e incluye, entre otras prerrogativas, la libertad para el ejército israelí de operar “en toda la Franja de Gaza, sin límite de tiempo”.
El enviado de la Casa Blanca, Brett McGurk, mantuvo esta semana conversaciones en Tel Aviv con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, luego de hablar en El Cairo con otros mediadores que se entrevistaron con el jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh.
Una fuente del movimiento islamista afirmó que el nuevo plan de tregua propone un cese el fuego de seis semanas y el canje de entre 200 y 300 presos palestinos por 35 o 40 rehenes israelíes.
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó el 22 de febrero que las negociaciones van por buen camino y el miembro del gabinete de guerra israelí, Benny Gantz, dio parte de los primeros indicios “que indican la posibilidad de avances”.