Bogotá. El Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la guerrilla de las FARC, anunció este viernes el cese de acciones ofensivas en Colombia tras dos atentados con coches bomba en vísperas de la instalación de la mesa de negociaciones de paz con el gobierno en octubre.
“Ordenamos a todos los frentes, columnas y compañías pertenecientes a las FARC-EP suspender las acciones ofensivas en todo el territorio nacional contra la fuerza pública (...) desde el día de hoy 22 de setiembre hasta el día 8 de octubre cuando se pretende inicie a regir el decreto de cese al fuego” y la mesa de diálogos con el gobierno de Gustavo Petro, indicó en un comunicado el EMC.
Las disidencias de las FARC se apartaron en 2016 del histórico acuerdo de paz que desarmó al grueso de la que fue la guerrilla más poderosa del continente.
En vísperas de nuevas conversaciones con el gobierno mostraron músculo en el suroeste del país al explotar dos coches bomba contra estaciones policiales en tres días.
Pedazos
"Reconocemos como error la imprecisión en esta acción militar en la que resultaron dos civiles muertos y cinco heridos", admitió el EMC refiriéndose al atentado del miércoles en el poblado de Timba, departamento del Cauca.
Otro vehículo explotó este viernes contra una estación policial en el municipio de Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste), y dejó al menos cinco civiles heridos.
El coche quedó destruido y disperso en cientos de pedazos incinerados a lo largo de la vía.
Fue “un carro que violó la seguridad que los policías colocan” y luego explotó, contó Irner Piedrahita, un trabajador independiente cuya casa está cerca del lugar.
Su madre y su hermana resultaron heridas. "Es uno de los rostros de la violencia (...) No hay palabras para describir esto", agregó.
Los ataques contra la fuerza pública son una represalia por su ofensiva militar para golpear el narcotráfico, según Petro.
"Seguimos afectando las economías ilegales y la reacción son hechos de violencia. No cederemos. La Fuerza Pública debe copar militarmente el territorio y como gobierno llegaremos de manera integral a estas poblaciones", aseguró el mandatario en la red social X, antes Twitter.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, se trasladó a Jamundí junto al comandante de las Fuerzas Armadas para realizar un consejo de seguridad.
¿Unidad de mando?
La mesa de negociaciones entre el EMC y el gobierno será instalada en Tibú (este), en la frontera con Venezuela, con miras a desarmar a más de 3.500 combatientes. Ese mismo día entrará en vigor una tregua de 10 meses.
El ministro Velásquez señaló como responsable de los atentados a un brazo del EMC, el frente Jaime Martínez, y cuestionó la unidad de mando de las disidencias.
"Uno no siente que haya una unidad de criterios porque en otras zonas sí ha bajado la intensidad del conflicto", aseguró el jefe de la cartera en entrevista con Caracol Radio.
Según el ministro, en la región del suroeste "se concentra el 75% de la financiación de las EMC", allí siembran sus narcocultivos, en el país que más produce cocaína del mundo.
"Hemos tenido que ir metro a metro, hemos tomado trincheras, en algunos lugares ha habido combates cuerpo a cuerpo donde los soldados terminan la operación con granadas de mano. Es evidente que las EMC intentan reaccionar, distraer, generar presión en otros lugares para que nosotros paremos ese operativo que no lo vamos a parar", sostuvo Velásquez.
El gobierno apuesta por desactivar más de medio siglo de conflicto interno dialogando con todas las organizaciones ilegales.
Además de las negociaciones con el EMC, delegados de Petro sostienen conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la más antigua de América.
El prolongado conflicto suma más de nueve millones de víctimas por enfrentamientos entre narcos, rebeldes, paramilitares y agentes estatales.