
Washington, Estados Unidos. - Al menos un bombardero estadounidense B-1B sobrevoló el Caribe frente a la costa de Venezuela el jueves, según mostraron plataformas de datos de seguimiento de vuelos, aunque Donald Trump aseguró ante periodistas que eso era “falso”.
Se trata de la segunda demostración de fuerza por parte de aeronaves estadounidenses en una semana.
El vuelo del bombardero se produce en plena agresiva campaña militar contra presuntos traficantes de drogas en la región, con al menos nueve ataques contra lanchas en el Caribe y el Pacífico, y un saldo de al menos 37 muertos.
Datos del sitio web de seguimiento Flightradar24 consultados por la AFP mostraron un B-1B volando hacia la costa venezolana el jueves por la tarde antes de dar la vuelta y dirigirse hacia el norte, tras lo cual desapareció de la vista.
Al ser preguntado en un evento en la Casa Blanca sobre si Estados Unidos había enviado B-1Bs cerca de Venezuela, Trump respondió que era “falso”.
Estados Unidos “no está contento con Venezuela por muchas razones”, añadió.
Trump también se expresó con vivas críticas contra Colombia y México, que consideró países bajo control del narcotráfico.
Trump reiteró sus insultos contra el presidente Gustavo Petro, al que calificó de “maleante” y “mal tipo”.
En otro momento el mandatario fue preguntado sobre si creía que el fentanilo, que es la droga que causa más víctimas en Estados Unidos, pasaba por Venezuela desde China, a lo que respondió afirmativamente, sin dar más detalles.
Hace una semana bombarderos B-52 con base en Estados Unidos volaron ante la costa de Venezuela durante varias horas.
El ejército estadounidense describió esa misión como una demostración del compromiso de Washington “de disuadir proactivamente las amenazas de los adversarios, mejorar el entrenamiento de las tripulaciones y garantizar la preparación de la fuerza global necesaria para responder a cualquier contingencia o desafío”.
Estados Unidos ha desplegado aviones de guerra furtivos, buques y tropas especiales, pero aún no ha presentado pruebas de que sus objetivos, ocho lanchas y un submarino, estuvieran traficando drogas.
Las tensiones regionales se han intensificado como resultado de la campaña.
Venezuela acusa a Estados Unidos de conspirar para derrocar al presidente Nicolás Maduro, quien dijo el miércoles que su país cuenta con 5.000 misiles portátiles tierra-aire rusos para contrarrestar las fuerzas estadounidenses.
Destructor de EE. UU. visitará Trinidad y Tobago
El buque destructor de Estados Unidos USS Gravely (DDG-107) visitará Trinidad y Tobago del 26 al 30 de octubre, informó el ministerio de Relaciones Exteriores trinitense el jueves.
El buque “visitará Trinidad y Tobago del 26 al 30 de octubre, atracando en Puerto España, mientras que la 22ª Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina de EE. UU. llevará a cabo entrenamientos conjuntos con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago (TTDF) durante el mismo”, indicó el ministerio.
El anuncio se produce en medio de un despliegue militar de Estados Unidos desde agosto frente a las costas de Venezuela. Caracas tacha las maniobras antinarcóticos anunciadas por Washington como un asedio que busca derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Fuerzas estadounidenses han matado a 37 presuntos narcos en nueve ataques contra embarcaciones desde el 2 de septiembre. Siete en el Caribe y dos en el Pacífico.
“La presencia de las fuerzas militares estadounidenses en Trinidad y Tobago pone de relieve el compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional y la cooperación en el Caribe”, añadió el Ministerio de Exteriores de Trinidad y Tobago.
Puerto España respalda el despliegue ordenado por el presidente Donald Trump en el Caribe. El líder republicano acusa a Maduro de supuestamente encabezar redes de narcotráfico que inundan de droga Estados Unidos.
Maduro niega los señalamientos y afirma que enmascaran un plan para lograr un cambio de régimen en Venezuela y apropiarse de las reservas petroleras del país.
Caracas ha cuestionado el apoyo de Trinidad y Tobago a los bombardeos de embarcaciones en el Caribe al considerar que son “ejecuciones extrajudiciales” que ponen en riesgo a los navegantes.

