
Washington, EE. UU.- Estados Unidos afirmó este viernes que aviones militares de Venezuela sobrevolaron un buque de la Marina estadounidense en el mar Caribe, en lo que calificó como un “movimiento altamente provocador”. En respuesta, el Pentágono enviará 10 cazas F-35 a Puerto Rico para apoyar la operación antidrogas.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos advirtió a Caracas contra una mayor escalada.
El despliegue de los cazas, comunicado este viernes a la AFP por fuentes cercanas al asunto, se produjo apenas horas después de ese sobrevuelo.
¿Qué es lo que está pasando?
Washington acusa al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de liderar una red de narcotráfico y elevó a 50 millones de dólares la recompensa por su captura.
También desplegó navíos de guerra en el Caribe en lo que llamó una operación antidrogas.
“Se le aconseja firmemente al cártel que dirige Venezuela que no continúe con ningún esfuerzo adicional para obstruir, disuadir o interferir con las operaciones contra el narcotráfico y contra el terrorismo llevadas a cabo por el ejército de Estados Unidos”, afirmó el Pentágono en X.
El martes, las fuerzas estadounidenses afirmaron haber destruido en el Caribe una embarcación que, según Washington, transportaba drogas desde Venezuela, en un ataque en el que murieron 11 “narcotraficantes”.
En tanto, Caracas acusó a Estados Unidos de cometer ejecuciones extrajudiciales en el mar, “sin fórmula de juicio”.
Antes de eso, el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, insinuó en Telegram que las imágenes del ataque eran “un video con inteligencia artificial”.
El ataque, cuyos detalles no pudieron ser verificados de forma independiente por la AFP, marca una escalada dramática por parte de Estados Unidos, que durante décadas ha recurrido a operaciones policiales de rutina en lugar de usar fuerza letal para incautar drogas.
Maduro, por su parte, respondió al ataque movilizando al ejército de Venezuela, que cuenta con alrededor de 340.000 efectivos, y reservistas, que él afirma superan los ocho millones, denunciando lo que llama “la mayor amenaza que nuestro continente ha visto en los últimos 100 años”.
Gira de Rubio
El incremento de la tensión coincidió con una gira del secretario de Estado norteamericano Marco Rubio por México y Ecuador, donde firmó nuevas alianzas para reforzar la lucha contra el crimen organizado y la migración ilegal y advirtió que su gobierno no se echará para atrás.
Rubio defendió este nuevo enfoque agresivo de Estados Unidos y dijo contar con gobiernos afines en la región que cooperarán con su país en la eliminación de presuntos narcotraficantes.
“Nos ayudarán a encontrar a estas personas y a hacerlas estallar si es necesario”, dijo Rubio en una conferencia de prensa conjunta con la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld el jueves en Quito.

En declaraciones realizadas el miércoles pasado en México, Rubio dijo que lo único que va a detener a los carteles del narcotráfico es la eliminación física porque estos ya tienen asumido que perder mercancía es parte del negocio y eso no les impide seguir traficando.
Rubio enfatizó que el presidente norteamericano Donald Trump designó a bandas venezolanas como el Tren de Aragua y el Cartel de los Soles como “organizaciones narcoterroristas” y advirtió de que “si estás en un barco lleno de cocaína o fentanilo dirigido a Estados Unidos, eres una amenaza inmediata para Estados Unidos.”
Al calificar a los grupos narcotraficantes como amenazas terroristas, Estados Unidos recurre a todo su arsenal legislativo aprobado después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, que amplió enormemente su capacidad de vigilar a posibles objetivos y atacar letalmente en todo el mundo.
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¿Cuándo inició la tensión entre Estados Unidos y Venezuela?
Aunque los informes anuales de la ONU no califican a Venezuela de país productor, su condición de plataforma de distribución del narcotráfico es resaltada por especialistas.
Venezuela y Estados Unidos mantienen una rivalidad que se remonta a la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999. Fue el mandatario izquierdista que expulsó a la agencia antidrogas del país en 2005.
Y su sucesor Maduro rompió relaciones en 2019 después que Washington no reconociera su reelección el año anterior. Estados Unidos tampoco consideró válidas las últimas presidenciales en julio de 2024, en las que la oposición denunció fraude.
Estados Unidos acusó formalmente a Maduro de “narcoterrorismo” en 2020 y este año lo acusó de encabezar el cartel de los Soles, que asegura guarda relación con el cartel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México.
Otros colaboradores han sido acusados de lavado e incluso dos sobrinos de la esposa del mandatario fueron condenados por narcotráfico en Estados Unidos.