Washington, Estados Unidos. Al menos doce personas murieron y varias resultaron heridas tras el accidente de un avión de carga de la empresa UPS que se estrelló el martes poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de Louisville, en el estado de Kentucky.
“Estoy profundamente entristecido al informar que el número de fallecidos aumentó a 12, y varias personas siguen desaparecidas”, declaró el alcalde de esa ciudad, Craig Greenberg el miércoles por la noche.
El siniestro ocurrió el martes, cuando la aeronave explotó al precipitarse sobre varios negocios cercanos al aeropuerto, lo que provocó un incendio que abarcó unos 800 metros.
Según Todd Inman, investigador de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), las cámaras de seguridad muestran cómo “el motor izquierdo se desprende del ala durante la carrera de despegue”. El motor fue hallado en el aeródromo.
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Las llamadas “cajas negras” del avión ya fueron localizadas y serán analizadas en Washington para determinar las causas del accidente.
La Administración Federal de Aviación (FAA) indicó que el vuelo 2976 de UPS, un McDonnell Douglas MD-11 con destino a Hawái, transportaba unos 38.000 galones de combustible.
El incidente “pudo ser significativamente peor”, ya que el avión estuvo a punto de impactar contra una planta de ensamblaje de Ford donde trabajan unas 3.000 personas, junto a las instalaciones de Worldport, el principal centro logístico de UPS.
El accidente del martes es el más grave en la historia de la compañía, que opera cerca de 2.000 vuelos diarios y cuenta con una flota de más de 500 aviones.
Las operaciones de clasificación de paquetes en Louisville permanecen suspendidas desde el siniestro.

Boeing, fabricante del modelo MD-11, expresó en un comunicado que ofreció “asistencia técnica a la NTSB” y manifestó su apoyo a UPS.
El accidente se produce en medio de una parálisis presupuestaria en Estados Unidos que ha afectado la operación de varias agencias federales, incluido el transporte aéreo.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, había advertido el martes sobre un “caos masivo” por la falta de personal de control aéreo.
Inman, de la NTSB, señaló que hasta el momento no se tiene constancia de una reducción de personal en el aeropuerto de Louisville al momento del accidente, aunque la investigación revisará todos los factores, incluidas las condiciones operativas y de seguridad del vuelo.
