¿Alguna vez se ha preguntado cuál es el promedio de todos los salarios que se pagan en Costa Rica?
Según los datos del Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) —por donde pasan todas las planillas de los asalariados públicos y privados del mercado formal en el país— el monto es ¢797.462,09.
Ese promedio salarial, sin embargo, no es del todo representativo sobre la realidad de la mayoría de los salarios de Costa Rica.
Al igual que ocurre con cualquier otro promedio, el promedio salarial puede estar afectado por una cantidad pequeña de montos que, por ser muy altos o por ser muy bajos, “empujan” la cifra hacia arriba o hacia abajo.
En el caso de los salarios ticos, por ejemplo, el promedio se ve afectado hacia arriba.
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En otras palabras, el promedio salarial está “inflado” por una minoría de la población que cobra mejores remuneraciones y, por eso, solo tres de cada 10 remuneraciones superan esa cifra antes mencionada.
¿Por qué solo un 30% de los salarios formales que se pagan en Costa Rica supera el promedio de todos sus montos?
— Le propongo que vayamos primero a lo técnico y luego a las hipótesis de fondo.

¿Por qué solo un 30% supera el promedio salarial?
Para empezar la explicación de por qué solo un 30% de los salarios formales que se pagan en Costa Rica superan el promedio salarial, debemos de entender cómo funcionan los promedios.
Un promedio se obtiene al sumar todas las cifras de un conjunto de números y dividir el resultado entre la cantidad total de valores que se sumaron.
Por eso, si dentro de nuestra lista total de números tenemos un grupo pequeño de cifras demasiado altas o demasiado bajas, el promedio se puede ver “inflado” o “desinflado”.
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Un promedio, justo por ese motivo, no tiene por qué representar una “la media tabla” de una lista de números.
Esa “media tabla” es la mediana, la cual se obtiene al seleccionar el número ubicado justo en la mitad de una lista ordenada de varias cifras.
Veámoslo con un ejemplo, para comprenderlo mejor: Supongamos que tenemos una lista de siete números: 1, 1, 2, 4, 5, 5 y 17. La mediana de esa lista sería 4: el número que se ubica en la mitad de ese recuento. Pero el promedio sería 7: el resultado de sumar todas esas cifras y dividirlas entre siete (la cantidad de números de la lista).
En este caso particular, el promedio estaría “inflado” hacia el alza, pues hay un número muy grande (el 17) que hace que el promedio suba, aunque es poco representativo de la mayoría.
¿Y qué pasa con los salarios costarricenses?
En el caso de los salarios formales en Costa Rica, el promedio es de casi ¢800.000 y está “inflado” hacia arriba, de forma similar a lo que vemos en el ejemplo.
Por eso, solo un 30% de los salarios alcanza o supera el promedio.
La mediana salarial del país, que sí representa esa “tabla media” de todos los salarios del país, apenas supera los ¢500.000.
Una nota importante: Ambas cifras fueron procesadas por Sicere, ante una consulta de La Nación, con base en todas las remuneraciones formales de Costa Rica contabilizadas en el mes de febrero de 2025. No contabilizan los ingresos de los trabajadores informales o independientes, que no son asalariados en planillas.
¿Es normal ese comportamiento del promedio salarial tico?
Es normal que los salarios de cualquier mercado laboral varíen.
Sin embargo, en el caso de Costa Rica, hay un alto “recargo” de las remuneraciones en el grupo de las cifras más bajas.
Así lo explicó el economista, estadístico y máster en Datos, Economía y Políticas de Desarrollo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Andrés Fernández, consultado por La Nación.
Según dijo, dicho “recargo” también es común en países desarrollados como los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aunque “ligeramente menor”, porque dependen en menor medida de mano de obra menos calificada.
Este recargo, explicó, “quiere decir que hay más salarios bajos en cantidad y que pesan mucho más dentro de la distribución”, mientras que “los ingresos más altos son mucho menores, mucho más escasos”.
Ahora sí, ya podemos pasar a las explicaciones de fondo...
¿Y por qué Costa Rica tiene una alta desigualdad?
Existen múltiples posibles explicaciones de por qué apenas tres de cada 10 salarios superan el promedio salarial costarricense.
Muchas de ellas se desprenden de otros datos. Por ejemplo, los de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) que todos los meses publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Esta encuesta deja en evidencia que la mayor parte del mercado laboral costarricense está compuesto por personas sin estudios universitarios, que trabajan en ocupaciones de calificación media o baja, y cuyos empleadores están en el sector privado. Todas estas condiciones, a su vez, usualmente se relacionan con menores remuneraciones en el caso Costa Rica.
Veamos algunos de los datos en cuestión:
A partir de las estimaciones de la ECE exclusivas para el sector formal, podríamos llegar a dos conclusiones importantes:
— Solo el 34,6% de las personas ocupadas hasta diciembre de 2024 en el sector formal laboraban en ocupaciones de altamente calificadas, usualmente mejor remuneradas; mientras que el restante 65,4% lo hacía en ocupaciones de calificación media (46,5%) o no calificadas del todo (18,7%).
— Solo el 34,2% de las personas ocupadas en el sector formal contaba con educación universitaria completa, lo cual usualmente se relaciona con mejores remuneraciones también.
Por otra parte, a partir de los datos generales de la ECE (los cuales incluyen al sector formal, pero también a los trabajadores informales), podríamos arribar a otros dos planteamientos:
— Solo el 14,9% de las 2,2 millones de personas ocupadas en Costa Rica laboran dentro del sector público, el cual usualmente ofrece mejores condiciones laborales.
— Solo el 20,5% de las 2,2 millones de personas ocupadas laboran en sectores económicos altamente remunerados como la intermediación financiera y los seguros, la enseñanza y la salud, o la administración pública.
¿Y qué nos dicen todos esos datos?
En palabras sencillas, podríamos interpretar que el diseño del mercado laboral costarricense se caracteriza por grandes disparidades que luego se reflejan en términos salariales.
Esas disparidades se relacionan con los niveles de formación de los trabajadores, las realidades totalmente distintas de los sectores institucionales público y privado, y la calidad del empleo disponible dentro de las diversas actividades económicas.
Entidades como la OCDE históricamente han apuntado a la disparidad de salarios entre el sector público y el sector privado de Costa Rica como una de las principales causas de la desigualdad salarial en el país. Dicha entidad incluso realizó múltiples recomendaciones sobre el tema desde hace más de una década, muchas de las cuales se consideraron mediante la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635) y la Ley Marco de Empleo Público (10.159) en la administración anterior.
Daniel Salazar, máster en Desigualdades y Ciencias Sociales de The London School of Economics, comentó que, si bien podría alegarse que han existido abusos salariales dentro del sector público (principalmente fuera del Gobierno Central); también hay un factor de organización colectiva que podría explicar las diferencias tan grandes entre los ingresos promedio del sector público y del sector privado en Costa Rica.
“Hay una teoría en sociología que se llama ‘la teoría de los recursos de poder’, que básicamente lo que dice es que los mecanismos de colectivización son uno de los principales factores que permiten explicar las diferencias socioeconómicas y las inequidades entre los trabajadores”, explicó.
“En Costa Rica, puntualmente, hay un desbalance enorme en la densidad de participación en sindicatos entre el sector público y el sector privado (...) en lugar de participar en sindicatos, los trabajadores del sector privado están participando en asociaciones solidaristas, en donde por ley los trabajadores no pueden negociar salarios ni mejores condiciones de otros tipos”, subrayó.
Datos del Ministerio de Trabajo, hasta septiembre de 2024, daban cuenta de que solo existían cerca de 60.000 personas sindicalizadas en el sector privado costarricense, mientras que el número asciende a más de 207.000 personas (una amplia mayoría de los trabajadores) en el sector público.
Por otra parte, la OCDE también plantea que existen tendencias internacionales que alimentan aún más las brechas salariales entre los grandes grupos de poblaciones con capacitaciones medias y bajas frente a los pequeños grupos con calificaciones altas en todo el mundo.
Entre ellas, la entidad ha señalado en múltiples estudios que en el planeta cada vez son más las grandes empresas multinacionales, con alto poder de mercado en sectores claves para la producción de empleo, que actúan con un mayor poder de mercado en las negociaciones salariales.
Además, ha señalado otras cuestiones como el surgimiento de tecnologías más avanzadas y el establecimiento de encadenamientos productivos más fuertes a nivel internacional, los cuales también inciden en que los trabajos menos calificados sean menos demandados y tengan menor capacidad de crecimiento salarial que los más capacitados.

¿Es reversible el fenómeno en Costa Rica?
Según Fernández, no existe una forma de revertir el fenómeno de las muchas bajas y la pocas altas remuneraciones en Costa Rica, al menos rápidamente.
“La única forma de revertirlo”, advirtió, “sería lograr que más del 50% de los trabajadores tenga ingresos de trabajadores profesionales”. Pero “eso no va a pasar en el tanto el acceso a la educación universitaria no mejore y en el tanto la finalización de la educación secundaria tampoco mejore al ritmo que se requiere”, concluyó.