Viajar en avión usualmente implica llevar equipaje y esto, a su vez, múltiples riesgos y posibles molestias.
Entre otras posibles eventualidades, es usual abordar el avión pero no encontrar espacio para el carry-on en el compartimento superior de la cabina; y también es posible sufrir la pérdida o el daño (total o parcial) de las maletas facturadas.
Según datos del proveedor de sistemas de gestión de equipajes en tiempo real, SITA, 6,9 de cada 1.000 pasajeros sufren percances con sus maletas, principalmente relacionados con atrasos aunque también con daños, pérdidas o robos en menor medida.
La mayoría de los aspectos relacionados con el transporte de equipaje por la vía aérea son regulados por medio de convenios internacionales y normas de las propias aerolíneas, aunque —en algunos casos— también se aplican normas de convivencia que realmente no están escritas como tales en ninguna parte.
¿Piensa viajar próximamente? Esta es una guía básica sobre las maletas y los aviones, con base en información de las aerolíneas y revistas especializadas de viajes.

Tamaño y peso
A nivel general, las aerolíneas suelen establecer sus propia restricciones de peso y de tamaño para los equipajes que permiten introducir directamente en cabina (carry-on) o en bodega (facturado).
Usualmente, el peso máximo permitido para equipaje de mano es de 10 kilogramos para personas que pagan la tarifa básica; aunque suele subir por encima de los 14 kilogramos para personas que pagan tarifas especiales. Ese es un factor en el que cada aerolínea suele imponer sus propias regulaciones.
Las empresas de transporte aéreo también definen el tamaño de los artículos aceptables como equipaje de mano. Sin embargo, las medidas más usuales para este tipo de maletas o bultos son de 55 x 40 x 25 centímetros (cm).
En cuanto al equipaje facturado, las dimensiones máximas permitidas para el equipaje facturado, la mayoría de aerolíneas permiten hasta 23 kg por pieza en clase económica y hasta 32 kg en casos especiales.
Estas regulaciones, sin embargo, pueden variar dependiendo de cada compañía. Por eso es recomendable revisar estos detalles antes de cualquier vuelo. En Europa, por ejemplo, miles de usuarios han criticado la política de la aerolínea irlandesa de bajo costo Ryanair, que establece dimensiones máximas de apenas 40 x 20 x 25 cm para el equipaje básico de cabina: mucho más pequeñas que las de un carry-on tradicional.
Contenido
En cuanto a los materiales que se pueden llevar o no en el equipaje, hay múltiples reglas que se desprenden de normativas internacionales. Estas normas, por ejemplo, se refieren a las prohibiciones para transportar materiales explosivos, armas u objetos punzocortantes no declarados.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) también suele actualizar periódicamente reglamentos sobre objetos peligrosos. Por ejemplo, los productos líquidos o inflamables.
Las aerolíneas también suelen establecer sus propias reglas en esta materia, aunque existen algunas coincidencias generales. Por ejemplo, usualmente no se permite que la persona lleve empaques de más de 100 mililitros (ml) de productos líquidos en su equipaje de mano. Además, entre todos los envases, no se pueden superar los 1.000 mililitros (es decir, un litro).
En cuanto a los aparatos electrónicos y las baterías externas de los mismos, solo se pueden transportar en cabina.
Todos los países, además, pueden establecer sus propias reglas adicionales.
Un dato curioso: En los aeropuertos de Costa Rica, por ejemplo, es común escuchar advertencias sobre la prohibición de abordar los aviones con conchas de mar, plantas y similares.
Pérdidas o destrucciones
En materia de pérdida o destrucción de equipaje por parte de la aerolínea, se pueden presentar reclamaciones y pedir retribuciones.
En ese sentido, el Convenio de Montreal establece en su artículo 22 que, “en el transporte de equipaje, la responsabilidad del transportista en caso de destrucción, pérdida, avería o retraso se limita a 1.000 derechos especiales de giro por pasajero”.
Dicho monto ha sido revisado en 2019 y actualmente es de 1.519 derechos especiales de giro (DEG), unos $2.100 aproximadamente al tipo de cambio actual. Los DEG son una unidad de medida del Fondo Monetario Internacional (FMI) con base en las monedas más poderosas del mundo; por eso, su tipo de cambio fluctúa.
La compensación puede ser mayor si el pasajero hizo antes una “declaración especial del valor” sobre bienes específicos, pagando “una suma suplementaria para ello. “En este caso”, dicta el convenio, “el transportista estará obligado a pagar una suma que no excederá del importe de la suma declarada”.
Las aerolíneas están eximidas del pago únicamente si el daño ocurre por la naturaleza o defectos propios del equipaje.
Otro dato curioso: El Código de Montreal es el mismo que establece la compensación mínima que debe de girar un transportista aéreo en caso de muerte o lesiones sobre pasajeros. En su artículo 21, indica que esta no excederá los 100.000 DEG por persona (151.880 en la última actualización; es decir, unos $212.000). El monto reclamado en tribunales puede ser mayor si se comprueba que hubo negligencia de su parte.

Espacio en cabina
Por último, está el dilema del espacio para el equipaje en la cabina.
No existen demasiadas reglas escritas al respecto, aunque algunas aerolíneas dejan claro a sus clientes que deben de utilizar los compartimentos superiores de sus aviones exclusivamente para colocar sus equipajes de mano.
Por eso, si no ve espacio para su maleta, muchas veces es posible que la tripulación del avión le ayude a buscar algún espacio, removiendo objetos personales que otras personas hayan colocado erróneamente en ese sitio reservado.
No obstante, las aerolíneas también se reservan el derecho de enviar su equipaje a la bodega del avión si no se encuentra otra solución, para agilizar el abordaje.
Usualmente se espera que cada pasajero utilice el espacio disponible sobre su asiento para su equipaje de mano; sin embargo, esta es una regla “no escrita”, de convivencia, y que no tiene por qué cumplirse.
Una truco válido: Para que aumenten sus probabilidades de encontrar espacio para su equipaje de mano en cabina, siempre es una buena idea abordar primero (comprando pasajes que lo permitan u ocupando los primeros lugares en la fila). A fin de cuentas, los compartimentos de cabina se van llenando conforme van entrando los pasajeros y es sabido que no siempre disponen de espacio para todos.
Que trasladen su equipaje de mano a la bodega puede ser un detalle menor si ya de por sí llevaba equipaje facturado; pero puede quitarle tiempo valioso de su viaje si únicamente llevaba su maleta pequeña y no planeaba tener que ir por ella al finalizar su vuelo.
Empacar y trasladar el equipaje suelen ser uno de los focos de estrés de cualquier viaje. Por eso, lo mejor es que conozca cuáles son sus derechos, sus restricciones y lo que, simple y sencillamente, se escapa de sus manos.