
El mercado de tarjetas de crédito en Costa Rica sigue en expansión. A setiembre del 2025, el saldo de créditos vigentes alcanzó ¢1,5 billones, equivalente al 6% del total de préstamos del sistema financiero, según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
De ese monto, BAC Credomatic concentró el 46,9%, es decir, casi la mitad del crédito total. Muy detrás se ubican Banco Nacional, Banco de Costa Rica (BCR), Banco Popular, Promérica, Scotiabank y Davivienda, que en conjunto suman el 47,3% del saldo colocado. El 5,8% restante se distribuye entre 22 entidades supervisadas.
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BAC reportó ¢701.042 millones en créditos de tarjeta, de los cuales el 78,3% está en colones y el 95,6% corresponde a personas físicas. Promérica se ubicó como el segundo actor más relevante, con ¢207.297 millones.
El uso del plástico también crece. A diciembre del 2024 circulaban más de 3 millones de tarjetas de crédito, un 9,6% más que un año antes. El Banco Popular lidera en diversidad de productos, con 142 tipos de tarjetas; le siguen BAC (88) y Promérica (70).
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Las tarjetas de crédito son una herramienta útil si se usan con responsabilidad, pues permiten acumular puntos, millas o cashback, pero su uso inadecuado puede llevar al sobreendeudamiento. Expertos financieros advierten que los problemas comienzan cuando se utilizan como mecanismo de financiamiento y no como medio de pago.
Aunque el análisis se centra en entidades supervisadas por la Sugef, también existe un segmento no regulado —como Credix y Soluciones de Pago MB— que maneja alrededor de ¢94.600 millones en créditos, según estimaciones del Ministerio de Economía (MEIC).
