
S&P Global Ratings elevó, este miércoles, la nota de riesgo crediticio de Costa Rica; sin embargo advirtió que el país aún enfrenta riesgos vinculados a la sostenibilidad de las finanzas públicas y por las dificultades del gobierno para construir alianzas para alcanzar acuerdos el avance de medidas fiscales.
La agencia estadounidense subió la calificación del país a BB desde BB-, por el fortalecimiento de sus reservas internacionales, el crecimiento económico liderado por las exportaciones y la inversión extranjera directa (IED).
S&P Global resaltó que la administración de Rodrigo Chaves se ha enfocado en impulsar el crecimiento tras el pico de la pandemia y en fortalecer la posición fiscal del país, aprovechando los frutos de la reforma fiscal de 2018.
“No obstante, el partido del presidente —que cuenta con solo nueve de los 57 escaños en la Asamblea Legislativa— ha tenido dificultades para construir alianzas, y la fragmentación en la toma de decisiones ha ralentizado o impedido el avance de medidas fiscales", se advirtió en el documento de la agencia.
La calificación BB significa que el país emisor de bonos, en este caso Costa Rica, podría enfrentar dificultades por incertidumbres comerciales, financieras o económicas adversas, lo que podría resultar en una capacidad insuficiente del deudor para cumplir con sus compromisos financieros.
Es la segunda calificadora que mejora la nota de crédito soberana del país pues, el pasado 24 de setiembre, Moody’s también elevó la calificación del país.
S&P Global Ratings mejoró la nota de riesgo de Costa Rica a BB. Conozca las razones de esta subida y los riesgos persistentes en las finanzas públicas.