A las 9 a. m. de cada día, la cafetería de Coopeatenas, donde se ofrece la bebida de alta calidad, es el punto de reunión. Se encuentran ahí para charlar, degustar el café y observar animales que se presentan libremente en su hábitat natural.
Generalmente viven en las partes altas de ese cantón, es decir, en las montañas, desde donde tienen una gran vista hacia el océano o hacia el centro del país. Ahí se han dedicado a reforestar los terrenos que adquieren, lo cual se califica en Atenas como uno de sus grandes aportes.
Pero además han revolucionado el comercio local con la demanda de productos de calidad superior y en volúmenes más altos, aparte de ofrecer trabajo en jardinería, servicios domésticos y otras actividades (abogacía, ferretería y otros) a la comunidad local.
Esos y otros factores constituyen la influencia de la comunidad de pensionados extranjeros que caracteriza a ese cantón alajuelense.
En la zona hay especialmente canadienses, pero también estadounidenses y algunos europeos, como alemanes, explicó el alcalde, Wilberth Aguilar.
La comunidad de pensionados extranjeros ya alcanza más del 20% del total de población de este cantón, según estimaciones no oficiales.
El territorio se caracteriza por su clima cálido, cercanía a las playas del Pacífico costarricense y a otros lugares turísticos, gran cantidad de montañas y por estar también cerca del aeropuerto Juan Santamaría y de servicios como los de salud.
Atenas espera que con la nueva ley, mediante la cual se extienden beneficios a pensionados, rentistas e inversionistas, la llegada de personas de ese perfil crezca fuertemente en la zona. Se trata de la Ley para la atracción de inversionistas, rentistas y pensionados 9.996 vigente desde el pasado 14 de julio.
Pero no solo Atenas cifra esperanzas en ese tipo de turistas de larga estancia o que se quedan a vivir en el país. Otros cantones, como San Carlos, Osa, Talamanca o Garabito, y el distrito de Cóbano ya se están preparando para la nueva situación.
Datos solicitados a la Dirección General de Migración y Extranjería indican que, entre el 2006 y el 23 de julio de este año, la entidad aprobó 4.398 solicitudes de residencia de pensionados.
De ese total, 2.880 se aprobaron para hombres y 1.518 para mujeres. Las cifras anuales aprobadas presentaron mucha fluctuación.
Revolución comercial
El supermercado de Coopeatenas sufrió una verdadera revolución comercial. Aparte de crear un departamento para vender en volúmenes más altos, tuvo que introducir nuevas líneas de productos acordes con la demanda de la comunidad de pensionados.
“Ya hasta los proveedores vienen preparados y nos preguntan cuánto queremos de esos productos nuevos”, explicó Mariana Marín, encargada de mercadeo de Coopeatenas. Explicó que, por ejemplo, esas familias compran el vino en cajas y no por botellas, lo cual sucede con muchos otros productos.
La fecha de celebración de Acción de Gracias es ahora también especial para este supermercado. Se prepara con una campaña desde meses atrás, para contar con la variedad de productos. Se les consigue el pavo en diferentes presentaciones, los acompañamientos e incluso una variedad de arándanos particular que usan en esa celebración, explicó Marín.
La adaptación de este comercio llevó, también, a que actualmente tengan cinco empleados completamente bilingües, de los 90 que tienen en total.
Guido Vargas, presidente del Consejo de Administración de CoopeAtenas, consideró que este derrame económico de esos grupos se puede calificar como una acción de filantropía. Esto porque en el caso de la cooperativa, el aumento en la actividad termina en mayores dividendos para los 1.300 asociados y 200 empleados de la empresa.
En el sur del país, en Osa, se vive una situación muy parecida. El cantón tiene unos 35.000 habitantes y alrededor de 12.000 son extranjeros residentes, estimó el alcalde, Alberto Cole.
Ojochal, Dominical, Bahía Ballena y Piñuela se cuentan entre los lugares de Osa donde vive la comunidad de extranjeros. Esos lugares tienen una combinación de clima cálido, así como playas y montañas a cortas distancias.
Además, hay buenos servicios en las áreas de telecomunicaciones y en salud, por ejemplo, consideró el alcalde.
En esta zona también hay especialmente canadienses y estadounidenses, pero también europeos como franceses y alemanes, dijo Cole.
“Pese a la pandemia y a la afectación que tiene en el turismo, a lo cual apostó este cantón, en este momento se mantiene la actividad económica por la presencia de ellos. Dan trabajo en jardinería, servicios domésticos y demandan servicios de odontología, medicina, ferretería, abogacía”, explicó.
“Y por supuesto y obviamente -agregó- pagan puntualmente los impuestos de sus propiedades, que son muy bien valoradas”.
“Un programa donde se incentive a estas personas a vivir en nuestro país sería muy bueno”, concluyó el alcalde.
Santa Teresa, Malpaís y Delicias, todos de Cóbano, viven una gran afluencia de visitantes, que se quedan de tres a seis meses y se juntan con los pensionados residentes, pues hay comunidades de italianos, israelíes y estadounidenses en ese distrito, señaló el intendente, Fabio López.
Dentro de la ola más reciente de visitantes, continuó, resaltan los suramericanos y especialmente argentinos. Ellos vienen a pasear, dijo, y luego buscan la manera de quedarse.
“En algunos de esos lugares, eso parece las Naciones Unidas”, describió el intendente.
Fuerzas unidas
Al lado norte del país, en La Fortuna de San Carlos y sus alrededores, la empresa Ecoquintas dice que en este momento, de sus 4.000 clientes atendidos, alrededor del 20% son extranjeros.
Esta empresa ofrece desarrollos inmobiliarios, tipo condominio pero con las condiciones de una zona donde se unen la naturaleza, el desarrollo turístico y los servicios. “La zona es súper atractiva para un ‘retiro verde’”, afirmó el presidente de Ecoquintas, Gaudelio Zúñiga.
En este momento, esa compañía ya tiene desarrollados 30 proyectos en lugares situados en un radio de no más de 30 kilómetros del centro de La Fortuna. Esos desarrollos están en Chachagua, El Tanque y Los Ángeles.
Junto con la combinación de naturaleza y clima, los servicios son esenciales, particularmente los de Internet, reconoció Zúñiga. En ese sentido destacó un programa desarrollado por la empresa Coopelesca.
Mediante ese plan, dijo Zúñiga, se lleva el ancho de banda adecuado tanto para residencias como empresas en 50 comunidades, con lo cual este tema se solucionó con el proyecto que termina en febrero próximo. “Gracias a Dios la cooperativa entiende que tener Internet de alta calidad es fundamental”, detalló el empresario.
La unión de fuerzas de las entidades y el sector privado lleva a tener seguridad, por lo que Ecoquintas ya tiene en marcha otros proyectos, ante la opción de que este mercado crezca fuertemente, según Zúñiga.
Aseguró que tienen 100 propiedades en inventario y que la primera semana de julio reibieron la aprobación final para un proyecto que se dividirá en 258 terrenos.