Santiago. AFP. Los pueblos indígenas temen que la Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) afecte de manera “directa y grave” sus derechos como les ha ocurrido con acuerdos comerciales precedentes, señalaron en Santiago, Chile.
Así se recoge en el informe “El TPP y los derechos de los pueblos indígenas en América Latina”, de los autores José Aylwin Oyarzún (Chile), Emanuel Gómez Martínez (México) y Luis Vittor Arzapalo (Perú), presentado en Santiago.
Los autores denuncian la “marginación económica y social” que han generado los acuerdos comerciales en general en Chile, México y Perú, que integran este ambicioso tratado que aún debe ser aprobado por los parlamentos.
Los derechos de los pueblos indígenas se han visto afectados por una doble vía: las inversiones extractivas y de infraestructura que los acuerdos han incentivado en sus tierras ancestrales y por la apropiación de sus conocimientos asociados a la biodiversidad por multinacionales, según el informe.
“La marginación económica y social generada por estos acuerdos ha resultado en el empobrecimiento de la población indígena, en particular la rural, y en su migración a las ciudades”, señalan los autores del estudio.
En algunos casos como México, recuerdan, la migración ha tenido que cruzar las fronteras, en particular a Estados Unidos.
“Si tenemos tratados con Perú y México, ¿para qué queremos más?”, se pregunta Francisca Rodríguez, directora de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (Anamuri), quien se queja de que el Parlamento no podrá modificar ni una coma del texto aprobado por 12 países, limitándose a aceptarlo o rechazarlo en bloque.
En muchos casos, la aplicación del TPP requerirá, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, modificaciones del actual marco normativo de cada uno de ellos, según los autores.
Firmado en febrero tras cinco años de negociaciones, el TPP, uno de los acuerdos comerciales más ambiciosos del planeta y que más recelos suscita –los candidatos a la presidencia estadounidense Hillary Clinton y Donald Trump están en contra– fue firmado por 12 países, entre ellos Estados Unidos, Japón, Australia o Canadá.