Los ingresos totales del Gobierno siguen creciendo, pero a menor ritmo. Esta partida aumentó 2,1% en los primeros siete meses del 2023 en comparación con el mismo periodo del año pasado, sin embargo, en julio del 2022, el incremento fue de 14,8%.
De acuerdo con los datos fiscales más recientes, con corte a julio del 2023, la desaceleración también se observa si se analizan los ingresos como parte del producto interno bruto (PIB), pues pasaron de representar el 9,3%, en los primeros siete meses del 2022, a 9%, en el 2023.
Los ingresos totales del Gobierno, que en su mayoría provienen de impuestos, alcanzaron los ¢4.211.169 millones durante los primeros siete meses del año, es decir, ¢85.928 millones más que en el mismo periodo 2022.
Si se separan los ingresos meramente tributarios, lo recaudado en los primeros siete meses del 2023 suman ¢3.763.333 millones (8,0% del PIB 2023), en contraste con los ¢3.593.318 millones del 2022, que representaron el 8,1% de la producción.
Mauricio Castro, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores, explicó que la reforma para el fortalecimiento de las finanzas públicas, que ha tenido un gran impacto en la mayor recaudación de los últimos cuatro años, cada vez tiene un menor efecto debido a que su implementación cada vez es más completa; lo que explica una parte de la desaceleración.
Según Hacienda, el aumento de ¢170.014 millones en los ingresos tributarios se explica por mayores recaudaciones en el impuesto al valor agregado (IVA), impuesto de renta, impuesto selectivo de consumo e impuesto único a los combustibles.
Del total de ingresos tributarios; 39,4% correspondió al impuesto sobre ingresos y utilidades (renta); 35,5% al valor agregado (IVA), y el restante 25,0% se distribuyó entre los demás impuestos.
Castro también atribuyó parte de la desaceleración al leve crecimiento en la recaudación en el impuesto a la renta, de 2,7%; al aumento en el impuesto sobre la renta de las personas físicas de 0,3% y a la disminución en el impuesto a las remesas al exterior, de 5%.
En el comunicado, el Ministerio de Hacienda advirtió que la desaceleración de los ingresos, junto a iniciativas de ley, ponen en riesgo “la ruta trazada hacia la consolidación fiscal”, e indicó que hará todo los esfuerzos necesarios para evitar la aprobación de cualquier proyecto que afecte la recaudación tributaria.
Según el economista de la BNV, existen diversos riesgos por la caída en el crecimiento de los ingresos, los cuales están asociados con los compromisos definidos bajo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues el objetivo para buscar un acuerdo con dicho organismo era lograr un acuerdo de mediano y largo plazo que mejore las finanzas públicas con indicadores que eviten el deterioro en términos de ingreso, gasto o endeudamiento.
Superávit primario se mantiene
Hacienda mantiene un superávit primario del 1,4% del PIB, lo que equivale a ¢655.782 millones, sin embargo, el déficit fiscal del Gobierno aumentó a 1,3% de la producción, en julio del 2022 (1,1% en julio 2022).
Hacienda atribuyó el superávit primario al control del gasto del Gobierno, el cual alcanzó los ¢4.813.611 millones, siendo 4,3% mayor respecto al mismo periodo del año anterior, cuando fue de ¢4.616.682 millones.
Si se analiza como porcentaje del PIB, el gasto público disminuyó levemente, pues pasó de 10,4% en el 2022 a 10,3% en el 2023.
Por su parte, el pago de intereses de la deuda fue el más alto de los últimos 18 años registrado a julio, y alcanzó el 2,7% del PIB proyectado para este año (¢1.258.224 millones).
A julio, el pago por intereses representó el 52,5% del total de los recursos del presupuesto de la República. Del total de intereses, 84% correspondió a deuda interna, y el 16% restante es deuda externa
En total, la deuda del Gobierno Central a julio asciende a ¢28.498.063 millones (unos $52.099 millones).
De acuerdo con las cifras de Hacienda, el endeudamiento alcanzó 60,9% del PIB 2023, de forma preliminar esto significó una diferencia de -2,8 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con el cierre 2022 (63,8% del PIB 2022). Así, el Gobierno estaría más cerca de alcanzar una relación deuda a PIB por debajo del 60%, que permitiría un escenario más flexible de la regla fiscal.
Del total del servicio de la deuda a la que debe hacer frente Costa Rica para el periodo entre el 2023 hasta el 2051, el 65,3% vence de aquí al 2030.
