Los índices de pobreza en las zonas rurales del país mostraron una reducción significativa el último año, de acuerdo con el último informe del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR).
El documento aborda el comportamiento del mercado laboral, la pobreza y la desigualdad al cuarto trimestre del 2024.
Según los resultados del estudio, la pobreza y la pobreza extrema disminuyeron en 3,3 y 1,1 puntos porcentuales correspondientemente entre diciembre del 2023 y el mismo mes del 2024.
La cantidad de hogares en condición de pobreza de zonas rurales pasó del 27,1% al 22,1% en ese periodo; es decir, hay una reducción de cinco puntos porcentuales (p. p.)
“El año pasado hubo un aumento de ingresos desmesurado en regiones rurales que todavía no se puede explicar de manera clara. A eso se suma la caída de los precios; durante año y medio estuvieron en números negativos, pues en lugar de subir, bajaron y eso ayudó a que la pobreza se mantuviera bajo control e incluso se redujera”, explicó el economista Fernando Rodríguez a La Nación.
“Hacia el final del año hubo un ligero repunte debido a que entre el cierre del 2024 e inicios del 2025 hay una aceleración de la inflación por el aumento del precio de los productos agrícolas, que es consecuencia de los fenómenos climáticos entre noviembre y diciembre”, añadió.
Las tendencias en el comportamiento de los ciudadanos de zonas rurales no solo se refleja en estas estadísticas, sino que su participación en la política se percibe más activa en los últimos años.
Muestra de ello son los números de apoyo hacia el actual presidente de la República, Rodrigo Chaves: del 52,86% de los sufragios válidos emitidos durante las elecciones presidenciales del 2022, una gran parte fueron de zonas costeras.
Por ejemplo, en Puntarenas, de cada diez personas que acudieron a las urnas, seis votaron por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD). En Limón, donde ganó los seis cantones, un 63% de los votos válidos fueron a favor de Chaves.
Empleo y salario mejoraron
El informe también señala que la tasa de desempleo en Costa Rica mostró una leve reducción al cierre del último periodo, al pasar de 7,3 % a 6,9 %.
Asimismo, la tasa de ocupación subió al 52,8 %, lo que indica que más de la mitad de la población en edad laboral se encuentra actualmente trabajando.
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Este aumento en la ocupación también tuvo un impacto positivo en los ingresos: durante el mismo periodo, el salario por hora mejoró en casi todas las actividades económicas.
La mediana del ingreso real por hora pasó de ¢1.784,8 a ¢1.888,6. Esto representa un crecimiento del 5,8 % en comparación con el año anterior.
El índice de Gini, utilizado para medir la desigualdad en los ingresos, mostró una reducción en Costa Rica entre junio del 2023 y junio del 2024, al pasar de 0,505 a 0,492. Es una de las caídas más relevantes de los últimos años, según el IICE.
Sin embargo, señala que esta tendencia positiva perdió impulso en los últimos seis meses del año pasado, periodo en el cual el indicador se mantuvo cercano a 0,493.
De acuerdo con Daniela Córdoba Solano, investigadora del IICE, esta mejora en los niveles de desigualdad se vincula a factores como “la baja inflación que tuvo el país durante el 2024 y el crecimiento económico mayor al esperado, que terminaron afectando positivamente al mercado laboral, los ingresos y la pobreza”.
Brecha de género persiste
Por otra parte, el informe explica que persisten diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a su participación en el mercado de trabajo.
En los últimos cinco años, la brecha promedio en la tasa de inactividad laboral se mantuvo en alrededor de 24 puntos porcentuales. Buena parte de esta diferencia se atribuye a factores no captados directamente por los datos recolectados en las encuestas, lo que indica que las causas de la inactividad femenina no se explican únicamente por variables observables.
“Destaca sí que las mujeres con pareja tienen una mayor probabilidad de no participar en el mercado laboral en comparación con los hombres en la misma condición”, refiere el informe.
Las mujeres con estudios universitarios, finalizados o en curso, así como aquellas que completaron la secundaria, presentan tasas de inactividad más bajas.