Madrid. La tasa de inflación interanual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se situó el pasado mes de setiembre en el 4,2%, una décima más que el mes anterior.
La OCDE ha indicado que el alza en el coste de los alimentos permaneció sin cambios en el 5%, su mayor nivel desde febrero de 2024. La factura energética se encareció un 3,1%, dos puntos y tres décimas más a cuenta de un efecto base estadístico.
Así, al excluir del cálculo el impacto del precio de los víveres y la energía, la tasa de inflación subyacente retrocedió en setiembre al 4,2%, dos décimas menos.
Entre los países de la OCDE, el dato de inflación aumentó en 17 de los 38 miembros del think tank de las economías avanzadas, disminuyó en siete y se mantuvo estable o prácticamente estable en 14.
En cuanto a la eurozona, el IPC armonizado repuntó en setiembre al 2,2%, al tiempo que la media del G7 hizo lo propio por idéntica cantidad hasta el 2,8%.
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