
La nueva plataforma de contabilidad de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) provoca un riesgo en el control de medicamentos como fentanilo, morfina y metadona en diversos centros de salud del país.
La Gerencia Financiera confirmó, en el oficio GF-DFC-1911-2025, del pasado 3 de setiembre, que la institución enfrenta dificultades en la entrega y trazabilidad el proceso de despacho de medicinas psicotrópicas.
“Se tiene la problemática de los incumplimientos de diversos centros de salud en torno al artículo 65 de la Ley de Estupefacientes en el proceso de despacho de medicamentos de estupefacientes y psicotrópicos, lo cual tiene implicaciones legales“, se advierte en el documento catalogado como urgente del cual tiene copia La Nación.
Según el oficio, la carencia de control puede acarrear sanciones de pena de cárcel o suspensión temporal del ejercicio profesional a quien autoriza el uso de este tipo de medicinas sin llevar un registro de estas sustancias.
“Dada la relevancia del tema planteado, se requiere su intervención para que el asunto sea atendido y resuelto con la urgencia que amerita, con el fin de garantizar la correcta trazabilidad de inventarios, prevenir posibles afectaciones patrimoniales, incumplimientos legales y así evitar contingencias mayores", se indica en el documento firmado por Andrey Sánchez, director de la Dirección Financiero Contable de la Caja.
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El oficio fue enviado a Héctor Arias, director de la Dirección Plan de Innovación y encargado del proyecto nuevo sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) desarrollado por la empresa SAP. Esta nueva plataforma empezó a funcionar, el pasado 30 de mayo, y genera atrasos en miles de millones en pago a proveedores de medicamentos y suministros.
La nueva plataforma representó una inversión de $45 millones y generó crítica a lo interno de la institución, previo a su puesta en marcha, debido a errores y pérdida de datos.
La Nación consultó a la Caja, este lunes a las 3:22 p.m. por correo electrónico, si la institución perdió el monitorio de este tipo de medicamentos en el ERP-SAC, en su mayoría muy potente y adictivos. Sin embargo, al cierre de este artículo no hubo respuesta.
El pasado 4 de setiembre, en la sesión 9544 de la Junta Directiva de CCSS, Arias reconoció que el sistema requerirá una etapa de estabilización en su operación estimada hasta febrero del 2026.
“Durante esta fase (de estabilización), los usuarios interactúan con el sistema en escenarios reales, a partir de lo cual pueden surgir la necesidad de ajustes, correcciones y optimización del rendimiento”, puntualizó el funcionario a los directivos, según el video de la sesión.
Entre enero y mayo pasado, la Caja pagó a proveedores de medicinas y suministros médicos ¢239.000 millones, es decir, un 12% más frente a los ¢212.912 millones en el mismo periodo del 2024, muestran los estados financieros del Seguro de Salud.
Registro especial
La Caja cuenta con una lista especial de medicamentos antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos, analgésicos, narcóticos y sedantes que solo pueden recetarlos especialistas para el tratamiento contra el dolor o realizar tratamientos médicos.
Según la Normativa de la Lista Oficial de Medicamentos de la CCSS, actualizada al 22 de julio pasado, la Caja cuenta con un registro especial de medicinas que solo pueden ser prescritos por profesionales de la salud de la institución.
Incluso, no pueden recetarse ni despacharse a medicina mixta.
Entre los principales medicamentos están el fentanilo, que es un opiáceo 50 veces más potente que la morfina. Estos dos están en la lista especial de estupefacientes.
Hay otros como tramadol o metadona que se recetan para el dolor. Además, de medicinas como clorpromazina o lorazepam dado a pacientes psiquiátricos.
Auditoría confirma fallas
Por otra parte, Olger Sánchez, auditor general de la CCSS, señaló a la Junta Directiva de la institución que persisten las inconsistencias en el registro y trazabilidad de los medicamentos, lo cual compromete la confiabilidad de la información financiera y el registro de existencias.
“En las proveedurías de algunas áreas de salud se está trabajando con sistemas manuales o en algunos casos en excel. Esto genera un riesgo en contra de los recursos (de la Caja) y un desfase en cuanto las existencias físicas y los registros digitales”, señaló el funcionario, según consta en el video de la sesión 9543, del pasado 4 de setiembre.
Sáchez afirmó que hay un riesgo en la continuidad del servicio y en el despacho de medicamentos a los pacientes.
Al igual que la Auditoría, la firma PwC, asesora de la CCSS en el proceso de implementación del sistema ERP-SAP, informó a la Junta Directiva de la Caja de que, durante una visita en los hospitales México, Calderón Guardia, de Niños y San Vicente de Paul, constataron los inconvenientes.
Según la empresa, detectaron impactos iniciales de abastecimiento causados por limitación en inventarios.
Incluso se afirmó que la institución pasó de una crisis de proyecto con la implementación del ERP–SAP, a una crisis institucional.