
Irving Amador y Grettel Roldán forman un matrimonio que arrancó con su emprendimiento llamado The Kombucha House hace dos años y medio, un nicho completamente diferente a sus formaciones profesionales: ingeniería en sistemas y enseñanza del inglés, respectivamente.
Luego de meses de investigación y aprendizaje, en marzo de este año la pareja de emprendedores decidió sacar al mercado dos sabores de té kombucha (infusión fermentada echa con té, azúcar, bacterias y levadura) con extracto de cannabidiol, mejor conocido como CBD.
“Monitoreamos el comercio fuera de Costa Rica y cómo se iban moviendo las tendencias en cuanto al consumo de productos naturales y esta nueva gama de CBD. Ahí empezó la inquietud de ofrecer algo diferente al mercado”, contó Amador.
El CBD es, junto con el tetrahidrocannabinol (THC), uno de los principales compuestos de las plantas Cannabis. Este último tiene efecto psicoactivo y está presente en mayor medida en la marihuana, mientras que el CBD se encuentra en más cantidad en el cáñamo y se le atribuyen fines medicinales y terapéuticos.
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El té kombucha de estos empresarios es solo un ejemplo de la oferta de productos con CBD que se empieza a diversificar en Costa Rica.
El Ministerio de Salud, como ente encargado del registro sanitario de los productos en Costa Rica, contabiliza actualmente en su sitio de consulta 49 artículos con CBD en venta en el país.
Estos productos pertenecen a cuatro categorías: la mayoría son alimentos como bebidas o cápsulas, pero también existen cosméticos, materias primas y químicos.
De acuerdo con Silvio Bonomelli, presidente de la Coalición Costarricense del Cáñamo (CCC), el producto líder actualmente son las gotas de extracto de cáñamo diluidas en aceite, pero los comestibles, inhalantes y productos para mascotas están ganando espacio. También surgen nuevas propuestas como gomitas o un café verde con cáñamo.
Ante la ausencia de una ley que permita el cultivo y la producción de cualquier planta Cannabis en Costa Rica, el CBD debe importarse, principalmente de EE. UU.
Sin embargo, esto podría cambiar en el futuro luego de que la Asamblea Legislativa aprobó este martes 19 de octubre, el proyecto que legaliza la producción, industrialización y comercialización del cannabis medicinal y del cáñamo con fines industriales.
De momento, una de las empresas que importan el CBD desde hace cerca de un año es Isolate. El compuesto se trae al país en presentación liposoluble, es decir, se puede mezclar en aceite. Su perfil de clientes es variado, la mayoría pymes en el sector alimenticio y cosméticos, explicó la empresa mediante correo electrónico.
No obstante, la importación provoca que los costos aumenten y que este tipo de productos aún no sean accesibles para todos los consumidores, reconocieron los propietarios de The Kombucha House.
A pesar de ello, el sector asegura estar en crecimiento en el país.
“Es algo exponencial. En el mundo de los suplementos es el único sector en expansión”, comentó Bonomelli, quien también es director de CBD Costa Rica, un proyecto dedicado a facilitar el acceso a productos con este compuesto y educar acerca del mismo.
Así también lo perciben Amador y Roldán. Si bien admitieron que esperaban un crecimiento más acelerado en los primeros meses de introducción de los tés con CBD, aseguraron que el producto ha ido ganando el interés de personas de todas las edades, aunque las mujeres son las que se acercan más a consultar y tienen un público deportista significativo.
“Es un mercado incipiente con un gran potencial de desarrollo y con una gran diversidad”, comentaron desde Isolate.
Los datos a nivel mundial muestran que el negocio del CBD tendrá un crecimiento considerable hacia el 2025. Según las proyecciones de Euromonitor International, proveedor de investigación de mercado, las ventas de productos con este compuesto superarán los $23.000 millones para ese año.
La expectativa en el caso de Costa Rica es que la demanda de estos productos siga aumentando en los próximos años, aunque los representantes del sector reconocieron que persiste aún un desconocimiento generalizado de la población acerca del CBD, pues lo relacionan con la marihuana y sus efectos psicoactivos.
Advertencia
A pesar de que existe la posibilidad de registrar productos con CBD elaborados en Costa Rica o importados, circulan otros que se comercializan al margen de la ley.
Bonomelli llamó la atención sobre productos que dicen ser “artesanales” hechos en Costa Rica pero que carecen de información y podrían contener otros compuestos además del CBD.
También se pueden ver productos importados que se traen en menor cantidad por medio de familiares o amigos pero que carecen de registro oficial.
En el país no existe un límite establecido de concentración de CBD, pues la intención del Ministerio de Salud es asegurarse de que el producto no contenga THC. Por el contrario, en otros países sí se permite algún porcentaje de THC.
En abril del 2019, la institución emitió una alerta sanitaria para informar a la población sobre la venta de aceites de cannabis no registrados que se estaban comercializando por medio de redes sociales.
“Todo medicamento ya sea químico o natural requiere una evaluación de su calidad, seguridad y eficacia previo a su comercialización, esto para garantizar que el mismo no traerá consecuencias a los pacientes”, se lee en el texto.
Para hacer alguna denuncia sobre un producto no registrado, puede enviar un correo electrónico a la dirección dac.denuncias@misalud.go.cr.
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Los productos como alimentos, cosméticos, higiénicos, productos naturales con cualidades medicinales, equipo y material biomédico, medicamentos y productos químicos, requieren registro sanitario para su importación, comercialización y consumo dentro del país, con base en la Ley General de Salud (5.395).
Puede consultar los requisitos y el proceso de registro en este enlace.
Además, la CCC da asesorías gratuitas para las personas interesadas en elaborar productos con cáñamo en las que ofrecen información sobre la producción, extracción, transformación y comercialización.
Beneficios y cuidados
El Presidente de la Coalición Costarricense del Cáñamo comentó que el CBD ha tenido resultados positivos en el tratamiento de niños con parálisis cerebral o problemas neurológicos.
Además, sus defensores aseguran que ayuda contra la ansiedad y reduce la artritis, entre otras condiciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido algunos efectos terapéuticos del CBD para ciertas enfermedades, en especial, la epilepsia.
“El uso clínico del CBD está más avanzado en el tratamiento de la epilepsia. En ensayos clínicos, se ha demostrado que el CBD es un tratamiento eficaz para al menos algunas formas de epilepsia”, dijo el organismo en un reporte del 2018 sobre el cannabidiol. No obstante, advirtió de posibles efectos adversos ante interacciones con otros fármacos antiepilépticos.
La OMS indicó, en ese mismo reporte, que la evidencia de estudios controlados en humanos no ha establecido un abuso potencial del CBD, aunque señaló que el número de estudios aún es limitado.
Por su parte, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha sido más cautelosa en el tema. En un artículo web del 2019, la entidad dijo tener “datos limitados sobre la seguridad del CBD” que sugieren “riesgos reales que deben ser considerados antes de ingerir CBD por cualquier razón”, y afirmó seguir trabajando para aclarar estos aspectos.
En criterio de Santiago Rodríguez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, hacen falta estudios para demostrar seguridad y eficacia del CBD, pues consideró que su uso hasta el momento ha sido por experiencias particulares.
“Se utiliza en varias patologías básicamente por experiencias que se han dado y hay medicamentos fabricados que se ven más como productos naturales”, afirmó Rodríguez.
El especialista comentó que la dosis máxima diaria de CBD depende de la edad y ronda entre los cinco y 30 miligramos por cada kilogramo de peso de la persona. Su consumo en exceso podría traer efectos secundarios que varían de acuerdo a cada patología.
El Colegio de Farmacéuticos considera que el país debería dejar claro el manejo de estos medicamentos, pues persiste la relación que se hace entre CBD y marihuana.
No obstante, Bonomelli y Rodríguez coincidieron en que lo recomendado es que un profesional de la salud asesore y guíe el proceso de consumo de CBD según las características de cada individuo.