
Tres cuartas partes de los más de tres millones de turistas que visitaron Costa Rica en el 2018, lo hizo para pasar sus vacaciones en el país. La mayoría de estas personas buscaron hospedajes en hoteles, cabinas, casas, hostales o cualquier otro servicio de los cientos que se ofrecen en el territorio nacional.
Sin embargo, dentro de la gran gama de hospedajes de playa, montaña y ciudad que ofrece el país, hay unos cuantos que rompen el molde del turismo tradicional de las grandes moles de concreto y servicios sofisticados a la mano.
Habitaciones en tubos, casas en las ramas de los árboles, habitaciones en medio de la selva, domos transparentes y hasta un avión, son solo algunas de los hospedajes más exóticos y únicos que existe en el país. Y los hay para todos los presupuestos.
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Dentro de la lista de los hospedajes más únicos en el país, destaca The Pipe House, en playa Grande Guanacaste, un complejo de seis habitaciones hechas dentro de grandes alcantarillas de cemento. La idea fue crear una opción de acampada fuera de lo tradicional y con acceso a algunas comodidades, por ejemplo, aire acondicionado.
“Costa Rica por sí mismo es un lugar bastante exótico, de turismo aventurero y con otras maneras de pensar, por eso es necesario cautivar a la gente con algo diferente”, explicó Felipe Volio dueño y fundador de The Pipe House.
Lo más importante para hacer que un hotel u hospedaje destaquen, es causar una experiencia única, de esa manera el turista querrá repetir su estancia, según Volio. En The Pipe House hay clientes que repiten su estadía hasta por tres años consecutivos.
Los alojamientos no tradicionales que brindan una experiencia fuera del molde logran generar recuerdos en los turistas. Hacia allí apuntan estas estancias únicas en el país.
En el turismo nacional hay mucha variación dentro de los tipos de clientes, pero cada vez se destaca en común la exigencia de todos ellos. Si el país es un destino caro, debe ser exclusivo y exótico, de acuerdo con Karen Porras, directora de Ventas y Mercadeo de Río Perdido, uno de los hoteles destacados en esta lista.
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“Deben ser destinos diferentes para clientes cada vez más exigentes, porque lo que le deja al país es lograr una buena experiencia al turista que permite que regrese a Costa Rica o que nos recomienden con otras personas”, declaró Porras.
Estas iniciativas dejan ver al visitante que el país se está tomando su tiempo para desarrollar proyectos fuera de lo común, para proporcionar buenas experiencias, no solo para extranjeros, sino para turistas nacionales.
Lo exótico no es común dentro del turismo; muy pocos destinos lo ofrecen, según detalla Porras. Aunque el destino ofrezca playa, montaña o cultura, que el hospedaje sea distinto permite abrir una puerta a un nuevo mercado: los que buscan todas esas otras atracciones, pero quieren hospedarse en un lugar único.
Dentro de este concepto, La Nación realizó una lista de los hoteles y hospedajes de alquiler de corta estancia por medio de Airbnb, que destacan por desafiar el molde de la habitación tradicional.
1) Una carpa en medio de la montaña
En Tajo Alto de Puntarenas, cerca de Miramar, está ubicada una carpa en forma de cúpula con capacidad para dos personas. El alojamiento, suspendido en el aire sobre una plataforma de madera, es de carácter privado –no compartido– y cuenta con una cama para dos personas y aire acondicionado. Además, tiene piscina y espacio para cocinar.
“El lugar es tranquilo, perfecto para quienes preferimos evitar las masas y el ruido”, detalla en la descripción del lugar, su propietaria. Las vistas son sin duda uno de los atractivos principales de este hospedaje.
Capacidad: dos personas.
Precio por noche: ¢45.564.
Ubicación: Tajo Alto, Puntarenas.
Tipo de alojamiento: Airbnb.
2) Un domo en Manzanillo
El Faith Glamping Dome Costa Rica se encuentra en Manzanillo, en la provincia de Limón. El hospedaje, catalogado como camping de lujo o Glamping está compuesto por un domo con vistas al mar, aire acondicionado y acceso a Internet.
Dentro del establecimiento se incluye el desayuno y hay zonas con duchas y lavandería. Los huéspedes podrán practicar senderismo en las inmediaciones o disfrutar del jardín.
Capacidad: cuatro personas.
Precio por noche: ¢60.000 (con desayuno).
Ubicación: Manzanillo, Limón.
Tipo de alojamiento: Bed and Breakfast.
3) Una casa de bambú frente a la playa
Casa Troya está a pocos pasos de la playa en la península de Osa. Es una estancia construida a base de bambú y otros materiales de la zona, sin paredes y con grandes techos de palma. Esta “casa al aire libre” está equipada con cocina, baño y dos dormitorios en el nivel superior.
Capacidad: cuatro personas.
Precio por noche: ¢57.676.
Ubicación: Osa, Puntarenas.
Tipo de alojamiento: Airbnb.
4) Dormir a 25 metros de altura, sobre los árboles

A 25 metros de altura puede pasar la noche en la copa de los árboles en Limón. ¿Cómo? En una casa de árbol suspendida en medio de la jungla en el Refugio de Vida Silvestre Gandoca, en Manzanillo.
El hospedaje, que se vende como un paquete, incluye una caminata por medio de la verdadera selva tropical. Además, tendrá que escalar hasta el Nature Observatory, nombre de la plataforma equipada en la que dormirá. El observatorio cuenta con dos dormitorios y un área común, con capacidad hasta para seis personas.
Capacidad: seis personas.
Precio por noche: ¢240.000 (precio por pareja con tour, desayuno y cena).
Ubicación: Manzanillo, Limón.
Tipo de alojamiento: Hotel y tour, disponible en Airbnb y TripAdvisor.
5) Río en medio del hotel

El hotel Río Perdido está ubicado a tres horas de San José, mucho antes de llegar a las playas guanacastecas. Se encuentra en Bagaces, a los pies de un río de aguas termales que atraviesa la infraestructura, que a su vez, está rodeada de 600 hectáreas de bosque.
Es un lugar de aventura, pero también relajación, que no vende un hospedaje tradicional, sino algo exótico, que busca que los visitantes repitan la experiencia.
Capacidad: dos personas.
Precio por noche: ¢140.800.
Ubicación: Bagaces, Guanacaste.
Tipo de alojamiento: Hotel.
6) Un espacio moderno ‘colgando’ en la selva

En medio de la selva en Punta Islita hay una casa que se puede catalogar como casa del árbol, porque se mete entre la vegetación casi por completo, mientras un puente colgante constituye su acceso principal. La edificación está enmarcada por vidrio y madera y cuenta con todas las comodidades necesarias.
El espacio logra el “equilibrio perfecto entre lo rural y lo moderno” según detalla sus arrendadores. Tiene jacuzzi, la terraza con parrilla, gimnasio al aire libre y senderos.
Capacidad: cuatro personas.
Precio por noche: ¢112.469.
Ubicación: Punta Islita, Península de Nicoya.
Tipo de alojamiento: Airbnb.
7) Una verdadera casa entre las raíces

En Cahuita, en medio de un gigantesco árbol, enclavada en las ramas, hay una casa disponible para alquiler vacacional. Son tres pisos distintos donde se dividen los cuartos, la cocina equipada, el comedor, un baño y varias terrazas al aire libre.
Por supuesto, hay disponibles hamacas para disfrutar de las vistas desde arriba. Además, el hospedaje cuenta con una ducha exterior entre las raíces de los árboles.
Capacidad: cuatro personas
Precio por noche: ¢149.959
Ubicación: Cahuita, Limón
Tipo de alojamiento: Airbnb
8) Contenedor transformado frente a la playa

Un contenedor diseñado originalmente para transporte de mercancías ahora funciona como cabina equipada frente a la playa, en Guanacaste. La pequeña casa está equipada con todas las comodidades modernas necesarias, por ejemplo, dos camas queen, un camarote, cocina, un tanque de agua de lluvia, un baño completo y una mesa de comedor con cuatro sillas.
El espacio donde se aloja el contenedor transformado es privado y está a unos pasos de la playa.
Capacidad: cuatro personas.
Precio por noche: ¢17.303.
Ubicación: playa Guiones, Guanacaste.
Tipo de alojamiento: Airbnb.
9) ‘Glamping’ en el bosque

Pozo Azul en Sarapiquí, cuenta con 30 tiendas de campaña montadas sobre plataformas y están literalmente en medio del bosque. Son estancias completamente equipadas con una o dos camas, baño privado, caja de seguridad, electricidad, teléfono y una terraza privada, amueblada.
Además, el espacio, dentro de la modalidad de hotel, incluye desayuno y tours por los senderos de la propiedad.
Capacidad: cuatro personas.
Precio por noche: ¢75.524 (con desayuno y ocupación máxima).
Ubicación: Sarapiquí, Heredia.
Tipo de alojamiento: Hotel.