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La harina elaborada a partir de los grillos es una proteína de alta calidad y sustitutiva de la carne, según los empresarios. Aqui el desarrollo de los insectos en la empresa Costa Rica Insect Company (CRIC). Foto: Cortesía.
La industria de insectos para consumo humano recibió un fuerte empujón con una medida que autoriza la reproducción en Costa Rica de grillos y gusanos de harina con fines comerciales, pues con ello varios proyectos tomarán auge.
Esta medida implicó poco más de dos años de análisis y trabajo interinstitucional y coloca a los grillos y gusanos en la lista de especies ornamentales lo cual los deja fuera de los ámbitos de aplicación de la Ley de Conservación de Vida Silvestre (7317) y su Reglamento (N.º 40548-Minae).
A partir de ahora, el control sobre la actividad de esas dos especies estará bajo la vigilancia del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
Así lo informó la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), entidad que coordina el programa Descubre, mediante el cual se impulsa la producción de actividades novedosas para el sector agropecuario.
Una de las actividades prioritarias de ese programa es el cultivo e industrialización de los insectos, tanto para consumo humano interno como para la exportación.
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Los altos contenidos de proteína de la harina obtenida con insectos ha permitido a esta industria alcanzar auge en el mundo, especialmente en sustitución de la carne.
Varias empresas nacional, entre ellas Gricket House, Costa Rica Insect Company (CRIC) e Insectario Orgánico Juicy Ant, mantienen proyectos con fines comerciales, pero hasta ahora limitados por las medidas legales.
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Cría de grillos en cartones de huevos para hacer harina comestible para humanos, en la empresa Gricket House. Cortesía.
Alto potencial
Andrés Muñoz, fundador de Gricket House, explicó que desarrollan grillos con los cuales fabrican harina, la convierten en barras energéticas y las venden al público en alrededor de 70 puntos específicos, como hoteles y gimnasios.
Según Muñoz, la industria tiene potencial para añadir la harina a otros productos de consumo más masivo, como pan, galletas, pastas y batidos de proteína.
Estos últimos proyectos, así como la venta en supermercados, están en el horizonte a mediano plazo de Gricket House, señaló el empresario.
Kevin Quirós, gerente de producción de Costa Rica Insect Company (CRIC), informó que esa empresa podrá ahora concretar los planes para abrir dos granjas de grillos, una en Pacayitas de Turrialba y la otra en Cariari de Pococí. Funcionarán como granjas demostrativas o escuelas, para interesar a personas tanto en la producción como en el consumo.
Paralelamente, lanzarán el Programa Socios Productores, mediante el cual se estimulará a mujeres y otros productores de zonas rurales a instalar granjas de 100 metros cuadrados y CRIC irá a recoger en las instalaciones los insectos vivos.
CRIC, que se fundó en el 2018 y tiene una planta de producción en el parque indutrial Zeta, en Cartago, ya tiene pedidos para exportar a México, Reino Unidos y Holanda.
Se estima que existe un gran potencial de exportación a países de alto consumo, como México, aunque Procomer todavía no realiza el estudio respectivo, pues estaba a la espera de la autorización legal para la reproducción.
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El estudio más general de Procomer, Tendencias e innovaciones en la industria alimentaria, presentado en noviembre del 2020, encontró que, entre las siete tendencias en cuanto a consumo de alimentos, está una de ellas conocida como “plant-based y proteínas alternativas”, donde destacan los insectos comestibles.
Muñoz explicó que hay un segmento de población, especialmente deportistas y visitantes de gimnasios, que se fijan en la calidad de la proteína que ingieren y no tanto en su origen.
Además, agregó, la experiencia con las degustaciones en ferias y eventos de promoción es que los insectos (en este caso grillos) en lugar de convertirse en un impedimento son un trampolín para que el público pruebe el producto.
Mientras, la Encuesta de Actualidades 2019, realizada por estudiantes de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, consultó acerca de las tendencias del consumo de insectos en el país.
La disposición general a consumir insectos alcanzó 45,2%, cifra que fue superior en hombres (59,4%), en jóvenes (49,3%) y en personas con nivel universitario (56,2%), encontró esa consulta en aquel momento.
A quienes no estuvieron dispuestos a consumir se les explicó que los insectos se consideran la proteína del futuro y que su producción es más sostenible que la ganadería. Luego de esto, la proporción de quienes estarían dispuestos a su consumo aumentó al 61,4%, en ese estudio.
Experiencia personal
Muñoz resaltó que su decisión de incursionar en esta industria surgió de una experiencia personal, cuando visitó un sitio donde experimentalmente se cultivan los insectos con un grupo y todo los probaban mientras él se negaba.
Contó que por presión social y convencido por un amigo probó los gusanos y le gustó el sabor. Luego lo hizo con los grillos y le gustó más.
De ahí, en el 2016, le comenzó a dar vueltas la idea de entrar en esta actividad, mediante el cultivo de grillos.
Ya en el 2017, dijo, decidió concretar la idea y el biólogo del sitio donde los probó le dio capacitación de cómo desarrollarlos e industrializarlos.
Actualmente, Gricket House mantiene la venta en unos 70 lugares muy específicos, por donde circulan personas del segmento de mercado al cual se dirigen las barras energéticas.
“La experiencia personal me llevó a pensar que como a mí, a una importante cantidad de personas se les puede quitar el tabú cuando prueben los productos”, explicó.
Hasta ahora en Costa Rica, consideró el empresario, el cultivo de insectos se ha visto como un proyecto y no como una empresa. Pero con el cambio en la normativa pasará a verse como negocio.
Consideró que este sector productivo no aspira a que la gente deje de acudir a la carne para tener las porciones necesarias de proteína en su alimentación, pero sí a ganar una porción de mercado. “Es más, habrá una convergencia entre la carne, las proteínas de origen vegetal y las de insectos”, vaticinó el empresario.