Hermes Alvarado, nuevo jerarca de la Superintendencia de Pensiones (Supén), considera que el primer trabajo que tiene “entre manos” en el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROP) es la revisión integral de los fondos generacionales.
El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) acordó, el pasado 20 de marzo, la postergación de la entrada en vigencia de los fondos generacionales por 12 meses, cuyo objetivo es mejorar la pensión complementaria que recibirá el trabajador cuando se jubile.
El pasado 2 de junio, La Nación también conversó con Alvarado sobre el límite regulatorio que rige las inversiones en el extranjero realizadas por las operadoras de pensiones de Costa Rica y la necesidad de reformas estructurales en el sistema de pensiones.
― ¿Cuál es su posición respecto a la postergación de la implementación de los fondos generacionales?
― Creo que la figura de fondos generacionales es necesario evaluarla para ver si se implementa, pero se requiere hacerlo prudentemente y así lo consideró el Conassif por eso hay un acuerdo ahí pendiente de atención.
“Se creyó prudente hacer un alto en el camino para varias cosas: revisar el diseño original, determinar si el estudio técnico que dio origen a esto incorporaba todas las variables adecuadamente y analizar si proceden ajustes.
“Estamos en un proceso de revisión integral y articulado de fondos generacionales. Yo creo que si los fondos generacionales otorgan una mayor pensión futura al afiliado debe echarse andar, pero debe demostrarse eso”.
― ¿Qué ajustes habría que hacerle a ese proyecto para tener ya la versión final?
― Apenas tengo una semana de estar acá y estoy recopilando información. Estamos en el proceso de articular mesas de trabajo para atender precisamente el acuerdo del Conassif.
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― El FMI propuso actualizar el límite regulatorio que rige las inversiones en el extranjero de las operadoras de pensiones complementarias en Costa Rica. ¿Respalda esta propuesta?
― Nuestro mercado de valores se quedó muy rezagado, muy corto. Prácticamente, son pocos los emisores privados que se animan a ofrecer títulos en oferta pública y este mercado se quedó corto, muy corto.
“Prácticamente es una obligación buscar opciones en el exterior. ¿Por qué una obligación? Porque el mercado está seco. Nuestro mercado es un mercado pequeño con pocas opciones de inversión, y además la concentración en un mercado también genera sus riesgos.
“De forma que hay que revisar ese límite, pero revisarlo técnica y efectivamente, cuánto es lo que realmente se requiere. Si corresponde hacer un nuevo ajuste sería lo que técnicamente corresponda, pero yo lo haría de manera gradual, de una manera sistemática y buscando tener un acercamiento con los administradores de los recursos para trabajar en forma conjunta”.
― ¿Cuáles cambios estructurales considera que se deben realizar en el sistema de pensiones?
― Todo debe revisarse. En el pilar básico hay que tener el acercamiento con las autoridades para conocer, aparte de la información que ya tenemos, los ajustes que están pensando realizar para la sostenibilidad y el equilibrio actuarial de esos regímenes.
“Eso implica una labor de asesoría y acompañamiento de parte de la Superintendencia de Pensiones. Queremos estar involucrados desde el inicio en el diseño de estos cambios que se avecinan.
“En el pilar complementario lo que corresponde es ver qué ajustes se dan, si es que se van a dar a nivel de fondos generacionales, porque esto sí es un cambio radical en la gestión de los recursos del ROP, y ver los planes de desacumulación, los planes de beneficios, que es otro de los focos de atención”.
― ¿Cuál sería el riesgo ante la falta de reforma del IVM y el fondo del Poder Judicial? Ambos entrarían en crisis entre 2047 y 2050, según los últimos estudios actuariales.
― Las autoridades de estos dos regímenes han manifestado que están en un proceso de revisión, en un proceso de actualización de sus estudios actuariales y eventualmente requerirán de ajustes.
“En materia de regímenes de este tipo, de esta naturaleza, básicos, hay muy poco margen de acción. Eso hay que entenderlo. Entonces, o se aumenta la edad de retiro, o se bajan los beneficios, o se aumentan las contribuciones, o una combinación de todas las anteriores.
“Nosotros estaríamos esperando a tener estos acercamientos con los órganos de dirección de IVM, del Magisterio Nacional, del Poder Judicial para conocer lo más actual que se tiene de esos estudios actuariales, colaborar con ellos en la asesoría, en la gestión de riesgos y ser bloque común porque aquí hay una connotación de enfoque país”.
― Y a su criterio como jerarca de la Supén, ¿cuál podría ser la mejor alternativa? ¿Aumentar la edad de retiro, aumentar las contribuciones, una mezcla de las anteriores?
― Aquí se requiere trabajar en conjunto con las autoridades y tomar la mejor decisión posible para en el caso de de la Caja, de los asegurados y de los pensionados. Ahorita la prudencia lo que llama es que primero hay que sentarse a revisar y luego tomar decisiones en conjunto.
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