
El sector hotelero proyecta una ocupación promedio a nivel nacional del 77% para la temporada de fin y principio de año.
De acuerdo con un reciente sondeo de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), en el que participaron hoteles de todos los tamaños, categorías y regiones del país, las Llanuras del Norte y Guanacaste registran las proyecciones más altas para este periodo, con ocupaciones estimadas de 92% y 88%, respectivamente.
Mientras que en el Caribe la estimación es del 71%, en el Pacífico Medio, un 73%; en Puntarenas, un 72%, en el Pacífico Sur, un 70%; y en el Valle Central, un 68%.
Por tipo de alojamiento, la ocupación proyectada alcanza un 82% en los hoteles de montaña, un 80% en los de playa y un 65% en los de ciudad.
Según un comunicado de prensa emitido por la CCH este 16 de diciembre, los establecimientos bajo la modalidad todo incluido figuran como una de las opciones más atractivas para este periodo, con una proyección de ocupación del 94%.
Flora Ayub, directora ejecutiva de la Cámara, consideró que esta temporada es una “oportunidad ideal” para que los turistas nacionales e internacionales disfruten de “la amplia y diversa” oferta hotelera que tiene Costa Rica.
“La temporada alta de fin y principio de año es crucial para que las empresas hoteleras generen los ingresos necesarios que les permitan sostener su operación, mantener empleos en la temporada verde. Un buen desempeño en estos meses es determinante para la estabilidad financiera del sector a lo largo del año”, agregó.
Del total de hoteles consultados, un 51% espera una ocupación similar a la registrada en la temporada 2024–2025, mientras que un 27% proyecta un incremento y un 22% anticipa una disminución.
A principios de mes, la Cámara Costarricense de Hoteles había manifestado “profunda preocupación” por la pérdida de competitividad que enfrenta el sector turístico y hotelero debido al actual nivel del tipo de cambio.
La directora ejecutiva advirtió que el precio del dólar, sumado al aumento en los costos operativos y factores como la seguridad, está afectando la percepción y experiencia de los visitantes. Esto, según aseveró, reduce los márgenes de operación en un momento clave para la llegada de turistas: la temporada alta.
