El gobierno de Rodrigo Chaves tomó este miércoles el control absoluto de la Junta Directiva del Banco Nacional (BN), la entidad financiera más importante del país, al reemplazar a todos los miembros de ese órgano por un nuevo grupo de directores.
Las acciones realizadas por la administración Chaves se ejecutaron en pocas horas. A las 2:36 p. m., anunció su decisión de destituir a los anteriores directores por una presunta irregularidad en el nombramiento de la gerente general, Rosaysella Ulloa Villalobos.
Así lo determinó como parte de un procedimiento administrativo liderado por el vicepresidente Stephan Brunner Neibig contra los directivos, cuyo informe final no incluye hallazgos sobre presuntas anomalías en el proceso de elección de Ulloa Villalobos.
Los jerarcas removidos del BN fueron: Marvin Arias Aguilar (presidente), Ruth Alfaro Jara, José Bernal Alvarado Delgado, José Manuel Arias Porras, Montserrat Buján Boza, Rodolfo González Cuadra y Marcela Alpízar Chacón.
Cuatro de las personas separadas fueron elegidas por la actual administración, mientras que las tres restantes habían sido designadas durante el gobierno de Carlos Alvarado (2018-2022).
Luego, a las 4:09 p. m., Casa Presidencial anunció la designación de la nueva cúpula del Banco Nacional, la cual asumirá el mando de la entidad de manera temporal, hasta la elección de los miembros propietarios.
Se trata de: Anabelle Chaves Soto, María Brenes Quesada, María del Milagro Solórzano León, Noylin Cruz Suárez, Maximiliano Alvarado Ramírez, Rolando Saborío Jiménez y Alejandro Alberto Solórzano Mena.
Al momento de la juramentación de los nuevos directores, el mandatario Rodrigo Chaves les pidió examinar la negociación del crédito de una compañía en específico.
Chaves no precisó el nombre de la empresa ni aparentes anomalías, de acuerdo con un video difundido por Casa Presidencial. El gobernante solo hizo una escueta referencia a una supuesta conexión entre la empresa y políticos opositores.
No es la primera vez que el actual gobierno controla la Directiva de una entidad financiera pública. Desde octubre del 2022 designó a los siete directivos del Banco Popular (BP), tras rechazar a las cuatro personas elegidas por la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del BP.
Banco sistémico
El Banco Nacional es la entidad financiera más grande de Costa Rica. A abril pasado, la institución registró activos por ¢8,45 billones, de los cuales ¢5,17 billones corresponden a préstamos, según la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Además, cuenta con 153 oficinas en todo el país y una planilla de 5.000 trabajadores.
La Sugef tiene catalogado al BN como una entidad de importancia sistémica, es decir, que en un eventual escenario de deterioro financiero o eventual insolvencia podría comprometer la estabilidad del sistema financiero costarricense en su conjunto.
Luego de los movimientos realizados ayer, el BN informó a sus clientes de que pueden tener “plena confianza” de que el banco sigue operando con la solidez y solvencia “de siempre”.
“Los productos y servicios que el Banco Nacional (BN) ofrece a sus clientes y a toda Costa Rica siguen a disposición con absoluta normalidad”, agregó la entidad en un comunicado de prensa.
Exbanqueros califican medida como hecho inédito
La determinación de quitar a la totalidad de la junta directiva de un banco estatal fue considerada como un hecho inédito por parte de exbanqueros consultados por La Nación.
El último caso de una salida de una junta ocurrió en 2017, cuando el mandatario Luis Guillermo Solís pidió la renuncia a los siete directivos de Bancrédito a raíz de la crisis financiera de la entidad.
Fernando Naranjo, exgerente del BN, consideró que las destituciones en Nacional constituyen un acto totalmente ilegal, debido a que el nombramiento de los gerentes en los bancos estatales, es facultad exclusiva de las juntas directivas, de acuerdo a la normativa vigente.
“Es muy delicada una acción ilegal y premeditada como esta, por el tamaño que tiene el Banco Nacional en el sistema financiero”, apuntó Naranjo.
Por su parte, el economista y banquero Luis Liberman sostuvo: “Yo nunca había visto una cosa como esta, ni en el sector financiero ni en otras instituciones autónomas. La autonomía de gobierno es muy importante”.
Liberman añadió que para destituir a un miembro de una junta directiva de un banco del Estado, hay que hacer un estudio y presentarlo a la Sugef.
“No sé si algo de eso se hizo, es que todo ha sido tan al golpe que no sé si se siguieron los procedimientos normales para quitar a alguien”, manifestó.
En tanto, el exgerente del Nacional, Bernardo Alfaro Araya, recordó que este gobierno ya había designado a cuatro de los siete miembros de la Directiva que tenía la entidad financiera.
Consideró que la destitución oficializada este miércoles no tendría mayores efectos en el banco, porque la entidad ya tiene 15 años, por lo menos, de estar trabajando fuertemente en el tema de gobierno corporativo.
Alfaro apuntó que el BN tiene una estructura operativa muy consolidada. “Que haya una Directiva con siete nuevos miembros, no creo que cambie el rumbo de la organización”, aseveró.
