
El gobierno registró, en agosto pasado, una desaceleración en sus ingresos totales en comparación con el mismo mes del año anterior, al pasar de representar un 2,2% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024 a un 1,8% en 2025.
Así lo detalló el informe más reciente del Ministerio de Hacienda sobre las cifras fiscales acumuladas entre enero y agosto del presente año, divulgado el 10 de octubre.
En su informe, Hacienda indicó que, pese a la desaceleración interanual de los ingresos, el superávit primario del país alcanzó ¢545.017 millones, equivalentes al 1,1% del PIB. Esta cifra corresponde a la diferencia entre los ingresos totales de ¢4.889.166 millones (9,5% del PIB) y el gasto primario de ¢4.344.149 millones (7,6% del PIB), es decir, sin incluir el pago de la deuda.
Por su parte, el déficit financiero del país se situó en ¢1.016.011 millones a agosto, equivalente al 2% del PIB. Esta cifra surge de la diferencia entre los ingresos totales, que sumaron ¢4.889.166 millones, y el gasto total, que alcanzó ¢5.905.176 millones (11,4% del PIB).
En comparación con el mismo periodo de 2024, el déficit mostró una reducción de 0,5 puntos porcentuales, pues fue equivalente a 2,5% de la producción.
Este avance se explica principalmente por la reducción en el pago de intereses de la deuda, que bajó 7,7% en el último año, lo que permitió que los gastos totales cayeran 2,5%.
Hacienda detalló que, de los egresos totales, ¢1.561.027 millones (3% del PIB) se destinaron al pago de intereses de la deuda, frente a ¢1.690.680 millones (3,4% del PIB) en el mismo periodo de 2024. Esto representó una disminución acumulada de ¢129.652 millones (0,3 puntos del PIB).
La reducción se debió a menores pagos tanto en deuda interna como externa, que bajaron 7,1% y 10,1%, respectivamente. Según Hacienda, este efecto se explica por el tipo de cambio, menores gastos asociados a operaciones de canje y una disminución en las tasas de interés.
Al comparar los datos con años anteriores, el balance financiero ha mostrado una tendencia relativamente estable en los últimos tres años hasta agosto.
En ese mes de 2022 registró su nivel más bajo en siete años, con un -1,5%, mientras que su valor más alto se alcanzó en 2020, cuando llegó a -5,5%.
Crecimiento en impuesto a la propiedad, pero caída en exportaciones
El Ministerio de Hacienda informó de que el impuesto a la propiedad de vehículos creció un 34,2% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando había registrado una caída de 40,2%.
Este aumento contribuyó a compensar la disminución de otros ingresos fiscales, como los provenientes de exportaciones, que cayeron un 10,3%, frente al 7,4% registrado en igual periodo de 2024.
De manera similar, el impuesto selectivo de consumo mostró una baja del 9,9%, en contraste con el crecimiento del 19,8% registrado en el mismo lapso del año previo.