El bitcóin perdió en mayo sus ganancias de los últimos meses y el pasado martes su cotización cayó por debajo de los $30.000, una tendencia que se mantuvo en los días siguientes, luego de alcanzar niveles de hasta $67.000 en noviembre del 2021. El fuerte ajuste también se ha sentido en otros criptoactivos como ethereum, solana y cardano, que se cotizan a un fracción de su precio al inicio de este año.
En horas de la mañana de este viernes 13 de mayo, el valor del bitcóin continuaba rozando los $30.000, sin subidas significativas, según el portal Yahoo Finance.
El bitcóin, que es la principal criptomoneda que hay en el mundo según su valor de mercado, se depreció a $29.764 el martes cayendo a un nivel no visto desde julio del 2021. Este descenso implica una pérdida del 57% de su valor respecto al récord alcanzado por las cotizaciones en noviembre del 2021, lo que implica minusvalías para los inversionistas.
Las criptomonedas tienen alta volatilidad, esto significa que puede presentar fuertes fluctuaciones en su precio, como ha sucedido en los últimos meses. Por ende, quienes invierten en este tipo de activo deben tener una elevada tolerancia al riesgo.
Según una nota de la agencia AFP, el declive del sector está ligado a la prudencia de los inversores por el temor relacionado con la guerra en Ucrania, el confinamiento en China y la adopción de una política monetaria restrictiva en Estados Unidos.
El valor de la criptomoneda se ha balanceado entre los $30.000 y los $40.000 durante el quinto mes del año, a medida que los inversionistas se alejan de los activos de riesgo. Incluso, el portal de noticias BBC News, habla del término “criptoinvierno” para referirse a una “baja sostenida en el precio de las monedas digitales”, según una nota de la autora Cecilia Barría, publicada el pasado 9 de mayo.
Otra de las aristas del “criptoinvierno” que debe analizarse es la correlación del bitcóin con el Nasdaq (índice bursátil estadounidense de las empresas tecnológicas), por lo que el comportamiento del activo digital puede afectar los títulos de las compañías del sector.
Criptomonedas en Costa Rica
Mientras que algunos países avanzan con la regulación en materia de criptoactivos, como Panamá, y otros como El Salvador incluso han adoptado el bitcóin como moneda de curso legal, las autoridades costarricenses continúan con una posición “vigilante” frente al bitcóin y otras criptomonedas.
“El enfoque del Banco Central es, pues, uno de tolerancia vigilante: se tolera la existencia y circulación de los criptoactivos, y se da espacio a la innovación tecnológica para permitir el surgimiento de la industria Fintech, y a la vez se da seguimiento continuo a su evolución”, reseña un artículo publicado el pasado 6 de agosto por el entonces presidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cubero.
I could sell this coins right now and make almost a million dollars in just 11 hours, but of course not 🥰 https://t.co/BrZx3dwA5q
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 10, 2022
En el caso de Panamá, el pasado 29 de abril el Congreso aprobó una ley que regula el uso opcional de criptomonedas, permitiendo incluso el pago de impuestos con estos activos en el país, que lucha por quitarse el estigma de “paraíso fiscal”, según una nota publicada por AFP.
Por su parte, en El Salvador el bitcóin es moneda de curso legal desde setiembre del 2021. Con la reciente caída de la criptomoneda se vio afectado el experimento del mandatario salvadoreño Nayib Bukele, pues los bonos soberanos sufrieron una importante baja. Para el 9 de mayo, según una nota del diario El País, los productos bursátiles cotizaban para ese día al 40% de su valor original.
No obstante, el país centroamericano aprovechó la caída de la moneda para adquirir 500 unidades más, según anunció Bukele a través de su cuenta oficial de Twitter el pasado 9 de mayo.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/6WL3SE54INCTLOQP2BUZKG5XDY.jpg)
En junio del 2021, se celebró la conferencia Bitcóin 2021, en Miami, Florida. La criptomoneda continúa siendo un activo sin curso legal en la mayoría de países del mundo, aunque su regulación ya comienza a aumentar. (MARCO BELLO/AFP)