La regulación de los márgenes de precios en los medicamentos en Costa Rica carece de justificación, ya que no se han comprobado sobreprecios que respalden esta medida, según reveló el Estudio de mercado del sector farmacéutico, elaborado por la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom). El análisis fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El estudio, que será presentado este miércoles, no encontró evidencia que justifique la regulación de precios o márgenes en los medicamentos. Tampoco identificó sobreprecios derivados del abuso de una posición de poder sustancial en el mercado ni prácticas anticompetitivas, se afirma en un resumen de los resultados compartidos por la Comisión.
El pasado 15 de enero, el presidente Rodrigo Chaves firmó un decreto para regular los márgenes de ganancia en la venta de medicamentos con el objetivo de intervenir en los precios que pagan los consumidores. Según este decreto, los distribuidores mayoristas tendrán un margen entre el 11 % y el 28 %, mientras que los minoristas (supermercados y farmacias) manejarán márgenes del 25 % al 43,5 %.
En ese momento, el jerarca del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Francisco Gamboa, declaró que los márgenes se fijaron luego de analizar los precios en casi 50 países, entre los que se encuentran Australia, Estados Unidos, Alemania, España y Finlandia. La medida aplicará para todos los medicamentos registrados en el Ministerio de Salud.
Según Gamboa, una investigación realizada por el MEIC encontró que, en Costa Rica, los mayoristas que compran las medicinas a los laboratorios y las distribuyen agregan un margen promedio del 85%, mientras que, en los 50 países analizados, dicho margen es del 17%.
El decreto entrará en vigor un mes después de su publicación y tendrá una vigencia inicial de seis meses. La normativa se revisará periódicamente para evaluar su efectividad y realizar los ajustes necesarios, según informó el MEIC en un comunicado.
La Nación solicitó a Gamboa sus comentarios respecto a los resultados del estudio de Coprocom. Al cierre de esta nota, se esperaba respuesta.
De acuerdo con una síntesis del estudio, las regulaciones de precios deben ser temporales y excepcionales. “La imposición de márgenes podría incentivar ajustes compensatorios en precios de otros productos o servicios y aumentar los precios finales en servicios relacionados para los consumidores. A su vez, se podrían subestimar costos y desincentivar la inversión”, indica el reporte.
Es decir, que regular los precios puede generar distorsiones en el mercado. Al establecer márgenes fijos para ciertos productos, las empresas tienden a compensar la reducción de ingresos encareciendo otros artículos.
La Coprocom criticó el proyecto de decreto antes de su firma, argumentando que fijar topes máximos en los precios de las medicinas, sin evaluar de manera adecuada el impacto en el mercado, podría provocar desabastecimiento, afectar la calidad y limitar la oferta de productos innovadores para los consumidores.
LEA MÁS: Comisión de Competencia advierte de que decreto sobre medicamentos podría producir desabastecimiento
En agosto pasado, la Coprocom presentó el Estudio de Mercado de la caña de azúcar y sus derivados en Costa Rica. El informe concluyó que este sector opera como un cártel en los procesos de producción y comercialización, estableciendo precios no competitivos para los consumidores, según la normativa vigente.
‘¿Por qué son tan caros los medicamentos?'
El análisis también señala que los medicamentos son aparentemente más caros en Costa Rica debido a factores estructurales, regulatorios y específicos del país. Entre ellos destaca que Costa Rica es un importador neto de medicamentos, ya que compra más de lo que exporta.
El informe también menciona procesos de registro sanitario lentos, la falta de armonización regulatoria, con normativas no alineadas con estándares internacionales o regionales, y la desconfianza hacia los genéricos sin marca, influenciada por percepciones negativas sobre su calidad y seguridad.
Estos factores combinados limitan la competencia efectiva en el mercado farmacéutico costarricense y contribuyen al aumento de los precios de los medicamentos.
El análisis estuvo a cargo de Alexander Elbittar y Carlos Lever, consultores del BID, profesores e investigadores.
El estudio detalla que el sector farmacéutico en Costa Rica está compuesto por tres actores principales: los laboratorios farmacéuticos, que se enfocan en la producción de medicamentos, con una mayoría de actores internacionales, y un sector nacional especializado en genéricos; están también las droguerías, que actúan como intermediarias responsables de la importación, almacenamiento y distribución mayorista.
Finalmente están las farmacias, que son el canal minorista que incluye cadenas y establecimientos independientes, con un mercado en expansión, en particular, en cadenas de bajo costo.
Propuestas para aumentar la competencia
El estudio propone alternativas para incrementar la competencia en el sector farmacéutico. Entre estas medidas se incluyen la agilización del proceso de registro sanitario para reducir los tiempos y mejorar la capacidad de respuesta de las autoridades regulatorias. Se sugiere implementar ventanillas especializadas para medicamentos ya aprobados en países con altos estándares regulatorios, simplificar los requisitos administrativos y optimizar los tiempos de atención de solicitudes.
Asimismo, plantea armonizar la regulación con otros países de Centroamérica y el Caribe para facilitar la entrada de nuevos productos seguros y evitar la redundancia de trámites. Además, recomienda fomentar la confianza en genéricos, tanto con marca como sin esta.
LEA MÁS: Comisión de la competencia elabora estudios de mercado en medicamentos y azúcar
El estudio también sugiere establecer campañas educativas y normativas que informen sobre la seguridad y eficacia de los genéricos, con el objetivo de aumentar su aceptación tanto entre consumidores como entre médicos.
“Abordar las barreras identificadas y mejorar las condiciones de competencia se traduciría en un mercado más dinámico y accesible. El fortalecimiento de la confianza en genéricos, junto con un marco regulatorio más eficiente y alineado internacionalmente, podría reducir los costos, ampliar la oferta de medicamentos, disminuir los precios al consumidor final y mejorar el acceso para la población, asegurando un mercado farmacéutico más competitivo en el largo plazo”, señala el análisis.