Algunos regímenes de pensiones no cuentan con un fondo de reserva que respalde el financiamiento de beneficios futuros, por lo que sus pagos se cubren mes a mes directamente con recursos del Presupuesto Nacional. Es decir, mediante el pago de impuestos de contribuyentes más los aportes solidarios de beneficiarios.
Según el último Boletín Estadístico Sobre las pensiones de los regímenes con cargo al Presupuesto Nacional del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, publicado en enero del 2025, los regímenes especiales contributivos albergan a 57.853 pensionados o jubilados.
La mayoría de los pensionados (45.837) pertenecen al antiguo Régimen Transitorio de Reparto (RTR), dirigido a docentes y profesores universitarios que iniciaron labores en el sector educativo antes del 15 de julio de 1992, cuando cerró, y que es administrado por la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (Jupema).
A diferencia de otros sistemas, este régimen nunca contó con un fondo de pensiones paralelo, ya que el Estado no lo constituyó al momento de su creación. Por ello, su financiamiento recae directamente sobre el Presupuesto Nacional, y deberá mantenerse por 63 años más, hasta su extinción en 2088.
Cada beneficiario recibe en promedio ¢1.217.015 mensuales. Entre el 2023 y el cierre del régimen, el Estado desembolsará un total estimado de ¢6,2 billones.
Sin embargo, el monto más alto entre las pensiones contributivas, correspondiente a los exdiputados, que asciende a ¢4.296.453. En total hay 141 excongresistas con una jubilación pagada en su mayoría por los contribuyentes.
Los jubilados del Régimen General y del régimen de Hacienda le siguen en promedio con ¢1.079.700 y ¢965.449 mensuales, respectivamente.
En contraste, los pensionados de los regímenes de Ferrocarriles y Músicos reciben los montos más bajos, con ¢201.368 y ¢211.394 al mes, en ese orden.
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