
La emblemática división de alimentos enlatados de Del Monte Foods Inc., una de las mayores productoras y distribuidoras de alimentos de marca en Estados Unidos, se acogió esta semana al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de ese país para reestructurar su balance financiero y vender la mayoría de sus activos.
La reestructuración solo involucra a ciertas filiales y subsidiarias dentro de Estados Unidos. Las operaciones internacionales no forman parte del proceso de bancarrota y continuarán funcionando con normalidad.
Del Monte Foods Inc. no guarda relación con Fresh Del Monte Produce Inc. una empresa estadounidense totalmente independiente y sin afiliación financiera ni operativa con Del Monte Foods Inc., una entidad separada que inició esta semana el procedimiento de quiebra.
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Del Monte Foods Inc., con sede en Walnut Creek, California, comunicó este 1.º de julio que ya firmó un acuerdo de apoyo a la reestructuración con un grupo clave de acreedores, lo que facilitará la venta de la mayoría —o la totalidad— de sus operaciones como empresa en marcha.
“Esta es una medida estratégica para fortalecer el futuro de Del Monte Foods. Tras evaluar todas las opciones posibles, consideramos que un proceso de venta supervisado por la Corte es la vía más eficaz para acelerar nuestra recuperación y garantizar el éxito a largo plazo”, afirmó Greg Longstreet, presidente y CEO de la firma citado en un comunicado.
La empresa californiana, que se enfrenta a una deuda de más de $1.200 millones, señaló múltiples factores detrás de la quiebra, entre ellos un costoso exceso de inventario acumulado durante la pandemia, encarecimiento de su deuda debido al aumento de las tasas de interés y la pesada estructura financiera heredada de su compra por parte de Del Monte Pacific Ltd. (DMPL), su matriz con sede en Singapur.
Para mantener sus operaciones durante este proceso, Del Monte Foods aseguró un financiamiento bajo la figura de deudor en posesión (DIP, por sus siglas en inglés) por $912,5 millones, de los cuales $165 millones corresponden a nuevos fondos.
Este respaldo económico permitirá a la compañía seguir operando sin interrupciones, incluso durante la actual temporada de empaques, según explicó la empresa.
La solicitud de protección ante la bancarrota fue presentada ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Nueva Jersey.
La compañía también presentó varias mociones iniciales que, si son aprobadas, le permitirán seguir cumpliendo con sus compromisos con empleados, proveedores y clientes sin alteraciones.