Costa Rica tiene la oportunidad de diversificar sus exportaciones en cinco mercados con los que mantiene tratados de libre comercio (TLC) vigentes: Canadá, México, Colombia, Chile y China. Esto permitiría ampliar los destinos de la producción de bienes, actualmente concentrados principalmente en el mercado de Estados Unidos, indicaron analistas.
Estados Unidos representa el 47% de las exportaciones de Costa Rica, equivalentes a $7.715,4 millones, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR) a diciembre de 2024.
En el marco de los tratados de libre comercio, Costa Rica registra una balanza comercial deficitaria con los cinco países mencionados. Estos acuerdos comenzaron a regir entre 2002 y 2011. En total, el país tiene 17 acuerdos comerciales vigentes que ofrecen preferencias arancelarias para las exportaciones.
Juan Luis Zúñiga, consultor en comercio exterior de Catadre Consulting Group, subrayó la necesidad de diversificar las exportaciones. “No podemos poner los huevos en una misma canasta, especialmente cuando la administración Trump tiene la intención de establecer aranceles y no sabemos si los países del Cafta quedarán fuera de este enfoque”, comentó.
El TLC entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (DR-Cafta) está vigente en Costa Rica desde 2009. Según Zúñiga, los exportadores nacionales suelen concentrarse en mercados tradicionales. “Hay una combinación de la cultura exportadora y el hecho de que no se ha promovido una mayor profundización hacia destinos donde tenemos preferencias arancelarias”, señaló.
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La relación comercial con cinco mercados
- El TLC con Chile entró en vigencia desde febrero de 2002. Desde su inicio, las importaciones superan a las exportaciones, y generan un déficit comercial constante con el país suramericano, que cuenta con 19,7 millones de habitantes, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). En 2024, Costa Rica exportó $42,7 millones a Chile e importó $370,2 millones, según datos del Banco Central.
- El acuerdo con Canadá está en operación desde noviembre de 2002. La balanza comercial se mantiene a favor del país norteamericano durante 22 años. En 2024, las exportaciones hacia este mercado, de 39,1 millones de habitantes, crecieron un 10,8% y alcanzaron $112,57 millones, mientras que las importaciones se redujeron 6%, totalizando $267 millones. El déficit fue de $154,4 millones.
- Con China, el TLC rige desde agosto de 2011. Durante 2024, Costa Rica exportó $415,9 millones al país asiático de 1.425,2 millones de habitantes, mientras las importaciones ascendieron a $4.197 millones, generando un déficit de casi $3.781,1 millones.
- En julio de 2013, Costa Rica actualizó su TLC con México, vigente desde enero de 1995. En 2024, el déficit comercial con México aumentó un 5%, alcanzando $1.196,6 millones. El país azteca es un mercado de 129,4 millones de habitantes.
- En el caso de Colombia, el TLC está vigente desde agosto de 2016. En 2024, el déficit comercial fue de $333,1 millones. Las exportaciones hacia este país de 52,3 millones de habitantes sumaron $92,3 millones y las importaciones se ubicaron en $425,3 millones.
Competitividad, elemento esencial
Lucrecia Brenes, economista y abogada, afirmó que estos mercados ofrecen oportunidades para diversificar las exportaciones, pero destacó los desafíos: “Es difícil competir con el mundo. No basta con la eliminación de aranceles; hay que inyectar competitividad para generar una mayor oferta exportable”.
Brenes indicó que la producción de Costa Rica es menos competitiva en comparación con estos cinco países debido a deficiencias en infraestructura y los altos costos de la mano de obra, factores que erosionan la productividad y obligan al país a depender de importaciones.
Por otro lado, Zúñiga recomendó llevar a cabo investigaciones detalladas en estos cinco mercados para identificar las tendencias de consumo y orientar mejor las exportaciones. “Es algo que solo se hace cuando se negocia el acuerdo, pero después ya no se retoma”, señaló.
Vinicio Sandí, especialista en comercio exterior de la Universidad Nacional (UNA), destacó que la diversificación de las exportaciones requiere, a su vez, una diversificación productiva. Actualmente, esta se concentra en bienes y servicios especializados, productos agrícolas y agroindustriales.
“Al depender principalmente de los insumos médicos como principales productos de exportación, nuestros mercados son específicos. La necesidad de diversificar mercados nos tiene que llevar a variar nuestra oferta productiva. Seguiremos exportando e importando mayormente con Estados Unidos por la composición de los bienes intermedios y de capital”, explicó Sandí.
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Sandí planteó que Costa Rica tiene la oportunidad de agregar mayor valor a sus exportaciones a través de la especialización de la mano de obra.
Roberto Artavia, consultor internacional, sobre la diversificación de las exportaciones a estos mercados, opinó que las colocaciones más valiosas de Costa Rica dependen actualmente de productos de manufactura avanzada. Estos destinos son determinados por estrategias empresariales que consideran tanto los tratados vigentes como las rutas logísticas disponibles.
“La afectación de Trump vendrá más por reducir la inversión extranjera que por bloquear nuestras exportaciones. En cuáles mercados alternativos creceremos dependerá más de las estrategias de las empresas que de lo que defina (o no) Trump”, afirmó Artavia.
Por otro lado, consideró que es normal tener superávit con algunos socios y déficit con otros, dependiendo de las ventajas competitivas y los productos intercambiados. “Es más relevante crecer en productividad y en el valor agregado de lo exportado. Al final, vamos a importar lo que necesitemos y lo que nos ofrezcan de manera competitiva”, comentó.
Artavia destacó que, en el caso de China, hay que hacer un esfuerzo por vender más productos con valor agregado para aprovechar un mercado en constante crecimiento, impulsado por una clase media con ingreso discrecional creciente.
El economista Alberto Trejos Zúñiga, explicó que el superávit total, incluyendo bienes y servicios con todos los socios comerciales va a estar en función de factores macroeconómicos y no de factores comerciales. “Lo que importa no es el superávit o déficit con un socio en particular. Importa (y no tanto) el superávit o déficit total, agregando todos los socios”.
Manuel Tovar, jerarca del Comex, enfatizó que tener un déficit comercial no es “necesariamente malo”, ya que muchas importaciones corresponden a insumos necesarios para la manufactura exportada. “Tenemos una diversificación de mercados importante”, aseveró.
José Antonio Salas, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (Crecex), afirmó que los TLC buscan fomentar un intercambio comercial más dinámico y competitivo. Según Salas, en muchos casos el déficit comercial refleja un patrón estratégico, donde Costa Rica importa bienes esenciales o especializados que no se producen localmente, mientras sus socios exportan productos con ventajas comparativas.
