Bruselas. La Comisión Europea reivindicó, este martes, el pacto alcanzado con Estados Unidos para establecer un arancel máximo general del 15% a los productos europeos, confiando en que Washington cumplirá sus compromisos, pese al retraso en la publicación del comunicado conjunto que formalice el acuerdo.
Este documento debe definir las excepciones para ciertos productos y aclarar las dudas sobre los gravámenes estadounidenses a sectores como el automotriz, farmacéutico y de semiconductores.
La falta del comunicado conjunto desde que se acordaron las líneas generales a finales de julio en un encuentro en Escocia entre el presidente norteamericano, Donald Trump, y la presidenta comunitaria, Ursula von der Leyen, mantiene la incógnita sobre cómo afectarán los aranceles a sectores como el de los automóviles.
Estos, según el pacto, verán reducidos los recargos desde el 27,5% al 15%.
“Estados Unidos ha asumido un compromiso político, específicamente sobre los automóviles el compromiso es que el arancel general del 15% se aplicará. No sabemos exactamente cuándo ocurrirá, pero sabemos que ocurrirá”, señaló el portavoz europeo de Comercio, Olof Gill, en rueda de prensa desde Bruselas.
Aunque el Ejecutivo europeo confía en que Washington tome las medidas adicionales para ejecutar el acuerdo, pero ha evitado fijar un plazo para que dé estos pasos.
“No creo que estemos en una etapa en la que podamos establecer un calendario para estos compromisos”, reconoció Gill.
Así las cosas, Bruselas destaca el acuerdo alcanzado y manifiesta que “espera con interés que Estados Unidos cumpla sus compromisos finales”.
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“Contamos con un compromiso claro de Estados Unidos en todos los ámbitos que he mencionado. Esperamos que cumplan esos compromisos lo antes posible. No vamos a entrar en más hipótesis desde esta tribuna”, agregó Gill sobre posibles represalias si finalmente el acuerdo final no refleja todos los aspectos pactados por Bruselas en estas negociaciones.
Sobre las contramedidas, una serie de represalias comerciales por valor de €93.000 millones diseñadas por la Comisión Europea en caso de no alcanzar un acuerdo en la guerra arancelaria, Gill recordó que están suspendidas, pero que “pueden reactivarse en cualquier momento”.
“Hemos debatido con nuestros Estados miembros en detalle las posibles contramedidas futuras que podrían utilizarse en caso de que fueran necesarias. Pero no es ahí donde nos encontramos ahora mismo”, agregó.
El acuerdo político alcanzado entre Von der Leyen y Trump el último domingo de julio se concretará en un comunicado conjunto de las dos partes que, en todo caso no será legalmente vinculante y se percibe como una hoja de ruta para la política comercial entre ambos bloques.
En la capital comunitaria han defendido que el gravamen general del 15% es “aceptable”, mientras este sea el límite, incluya todas las tasas comerciales y no se acumule a otros aranceles.
Según reiteró Gill, el acuerdo alcanzado deja a la Unión Europea en una buena posición en comparación con los distintos acuerdos cerrados por Estados Unidos con otros socios comerciales.
