El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó este miércoles un préstamo de $250 millones a Costa Rica para mejorar la calidad de vida de las personas que requieren cuidados, así como de quienes los brindan.
Según informó la entidad financiera en un comunicado, entre los beneficiarios directos figuran adultos mayores y personas con discapacidad, además de cuidadores tanto remunerados como no remunerados.
Este financiamiento forma parte de la iniciativa BID Cuida, que responde al acelerado envejecimiento poblacional en Costa Rica, uno de los más rápidos en América Latina y el Caribe. Actualmente, 11 de cada 100 personas tienen 65 años o más, y se estima que para 2050 esa cifra aumentará a 25 por cada 100 habitantes.
Este cambio demográfico eleva considerablemente la demanda de servicios de cuidado.
En marzo pasado, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, indicó a La Nación que el objetivo del Gobierno es contar con los recursos en 2026, una vez que la Asamblea Legislativa apruebe el préstamo.
El financiamiento permitirá ampliar la cobertura y mejorar la calidad de los servicios de cuidado, además de fortalecer el apoyo a quienes los brindan.
El préstamo reforzará el Sistema Nacional de Cuidados y Apoyos para Personas Adultas y Personas Adultas Mayores en Situación de Dependencia (SINCA). Entre sus componentes destacan reformas para mejorar la gestión presupuestaria, la rendición de cuentas de los prestadores de servicios y el acceso a información integrada mediante el registro social de hogares.
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El proyecto beneficiará a unas 160.000 personas adultas con dependencia funcional y alcanzará a 170.000 personas cuidadoras, de las cuales 140.000 no reciben remuneración y 30.000 sí son remuneradas.
Uno de los pilares del programa será la plataforma digital Cuidar.cr, diseñada para conectar a cuidadores con personas que requieren atención. Este espacio fue lanzado en octubre pasado por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
Esta herramienta permitirá registrar tanto a cuidadores formales como informales, con el propósito de mejorar su empleabilidad, profesionalizar el trabajo de cuidado y generar nuevas oportunidades económicas.
El proyecto también brindará apoyos concretos a personas cuidadoras no remuneradas y mejorará la calidad del servicio mediante instrumentos y mecanismos de supervisión más eficaces.
El préstamo tiene un período de desembolso de un año, 5,5 años de gracia y una tasa de interés basada en SOFR. Según el Ministerio de Hacienda, el crédito se amortizará en 15 años, dentro de un plazo total de 20 años.
“Esta operación no solo aporta recursos para fortalecer la red de cuidados, sino que también impulsa reformas que aseguran sostenibilidad, transparencia y un enfoque inclusivo”, subrayó Nogui Acosta mediante un comunicado de prensa.
