Las pensiones del IVM, los préstamos para educación, los ingresos tributarios, las cooperativas y las mipymes sufrirán una fuerte disminución en los aportes desde la banca comercial a raíz de la caída en las ganancias en el 2023.
En conjunto, 48 entidades financieras registraron contribuciones parafiscales y el pago del impuesto sobre las utilidades, por ¢134.856 millones el año anterior, es decir, 40% menos en comparación con los ¢223.281 millones del 2022.
Este análisis surge de la revisión realizada por La Nación de la información proporcionada por las instituciones bancarias a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Al final de cada año, los bancos, cooperativas, financieras y casas de cambio están obligados por ley a ejecutar contribuciones específicas sobre sus ganancias a distintos programas e instituciones, así como a pagar lo correspondiente al impuesto sobre la renta.
El traslado de los recursos se efectúa en el mes de marzo del año siguiente al periodo concluido, coincidiendo con el cierre fiscal y la presentación de los estados financieros auditados.
Sin embargo, no todas las empresas supervisadas por Sugef tienen las mismas cargas.
El Banco Nacional (BN) y el Banco de Costa Rica (BCR), ambos estatales, deben aportar sobre sus utilidades, el 15% al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM); el 10% al Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop); el 5% a la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (Conape); y el 3% a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
El Banco Popular aporta a Conape y CNE, y traslada 5% al Fondo de Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fodemipyme), administrado por la propia entidad.
Toda la banca privada debe contribuir con el 5% a Conape. En tanto, las cooperativas dan el 2% sobre sus excedentes para el Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop), cuando los registran.
Desglose de aportes
Los aportes sobre las utilidades dependen del resultado bancario anual, lo que significa que hay momentos en los que aumentan o disminuyen debido a la evolución del negocio.
Al desglosar por beneficiario, Conape estará entre la institución que experimente la disminución más significativa.
Los 14 bancos comerciales, tanto públicos como privados, tienen previsto transferir ¢21.921 millones a la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación, pero el año pasado la cifra fue de ¢34.036 millones, lo que representa una reducción del 35% (¢12.115 millones menos).
A pesar de la baja, Róger Granados, jefe del Departamento de Crédito de Conape, afirmó que el monto a recibir no difiere significativamente de los ¢24.300 millones que previeron recibir para el 2024 en concepto de contribución parafiscal.
Granados también descartó que esto afecte a los estudiantes con préstamos en proceso de desembolso o la colocación de nuevos créditos, ya que la entidad cuenta con otros ingresos provenientes de la recuperación de operaciones de financiamiento de estudios.
Para el sector cooperativo, los recursos que se transferirán en marzo serán por ¢17.484 millones, lo que representa una disminución del 19% en comparación con los ¢21.529 millones reportados el año anterior, según datos de Sugef.
Alejandro Ortega, director ejecutivo del Infocoop, explicó que los recursos se utilizan principalmente para otorgar préstamos a instituciones productivas de menor tamaño en el sector.
“Si perdemos esos recursos de colocación, el Instituto estaría obligado a recortar su presupuesto para la prestación de servicios en al menos ¢600 millones anuales. En el corto plazo, esto afectaría significativamente su razón de ser”, enfatizó Ortega.
En el caso del IVM, el BN y el BCR informaron de que transferirán al fondo de pensiones, administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), ¢17.251 millones de sus utilidades del año pasado. Esta cantidad es el 17% menor que los ¢20.905 millones de contribución del 2022.
Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja, explicó que el aporte de la banca estatal tiene como objetivo fortalecer la reserva del IVM y subsidiar las cuotas de los trabajadores independientes en situación de pobreza.
Barrantes señaló que para calcular el aporte del BN y el BCR, se tiene en cuenta la contribución del conglomerado y no solo del banco. Este cálculo ha sido cuestionado por ambas entidades financieras.
“Estos ingresos son continuos pero no estables. Aunque nos ayudan a fortalecer la reserva, su ingreso no es garantizado”, añadió.
El gerente recordó que, en los últimos cinco años, la contribución parafiscal va en aumento porque también se tienen en cuenta los aportes de otras empresas públicas como el Instituto Nacional de Seguros (INS), la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La CNE será otra de las entidades que verá reducida a la mitad su contribución parafiscal. El año pasado se transfirieron ¢10.547 millones de las ganancias del 2022, y ahora serán ¢5.272 millones sobre las utilidades del 2023.
En cuanto al Fodemipyme, la previsión es destinar ¢212 millones para este año, lo que supone 70% menos que los ¢698 millones del 2022.
En el ámbito fiscal, las entidades financieras obligadas a tributar sobre sus utilidades notificaron a la Sugef un pago por ¢72.716 millones sobre las utilidades del 2023, lo que representa una reducción del 46% en comparación con los ¢135.566 millones del periodo 2022.
Es importante tener en cuenta que el monto registrado por renta en Sugef es una estimación hecha por cada entidad y puede variar una vez que la Dirección General de Tributación (DGT) revise la declaración impositiva de las entidades financieras.
Las cooperativas, mutuales y Caja de Ande están exentas del pago del impuesto sobre las utilidades por ley.
Nogui Acosta, jerarca de Hacienda, afirmó que la disminución de los ingresos por pago de renta de la banca no se financiará con deuda para cubrir los egresos gubernamentales.
“Vamos a intentar mejorar la recaudación y esperar que no se aprueben reducciones de impuestos”, enfatizó.
Acosta agregó que se mantendrán los recortes de gastos como opción, ya que un aumento de impuestos no es políticamente viable.
Visión bancaria
Para Kattia Ramírez, subgerente general de Riesgo y Crédito del BN, es necesario equiparar los aportes parafiscales entre los bancos públicos y los privados.
Ella hizo referencia a la recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Los bancos Nacional y el de Costa Rica también propusieron el cambio en el 2019 y 2020.
“Contar con una mayor disponibilidad de recursos producto de sus utilidades permitiría al BN destinarlos a diferentes proyectos y sectores con el fin de inyectar recursos que apoyen, por ejemplo, el desarrollo y crecimiento de mipymes, así como la colocación de crédito de vivienda”, dijo Ramírez.
A pesar de la disminución en los aportes, Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas del BAC Credomatic aseguró que la entidad forma parte del top cinco de Grandes Contribuyentes Nacionales del sector privado.
Los estados financieros de este banco muestran que, del resultado del 2023, se hará un importe total de impuesto sobre la renta de ¢23.608 millones, mientras que el año previo fue de ¢42.237 millones.