La guerra comercial impulsada a nivel global por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que contempla un arancel general del 10% para las importaciones provenientes de Costa Rica, ya muestra efectos en las expectativas de los consumidores en el país.
En mayo del 2025, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), elaborado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), registró un nivel de 52,3 puntos porcentuales (p. p.), lo que representa una caída de 0,9 puntos en comparación con el trimestre anterior, correspondiente a febrero.
En particular, el Índice de Expectativas Económicas (IEE), uno de los dos componentes del ICC, reflejó una disminución en el porcentaje de personas que prevén un mejor desempeño empresarial en los próximos 12 meses, al caer cuatro puntos porcentuales (p.p.), respecto a febrero pasado, y ubicarse en 30,3%.
Asimismo, se registró un aumento inusitado en los últimos dos años en la proporción de encuestados que expresaron incertidumbre sobre el futuro de las empresas. En mayo, un 11,3% de las personas indicó no saber qué podría suceder con las compañías del sector productivo, lo que representa un incremento de 6,6 puntos porcentuales en comparación con febrero del 2025.
Fernanda Alvarado Leitón, coordinadora de la encuesta, atribuyó este panorama a las crecientes tensiones comerciales generadas por la imposición masiva de aranceles a nivel global.
Según explicó Alvarado, un nivel de incertidumbre como el actual no se observaba desde mayo del 2022, cuando el porcentaje alcanzó un 12,4%.
No obstante, también se observó un incremento en el porcentaje de consumidores que prevé que el país atravesará “ni buenos ni malos tiempos” en los próximos cinco años. Esta categoría alcanzó un 16,2%, lo que representa un aumento de 4,1 puntos porcentuales con respecto a la medición anterior.
Por otra parte, se mantiene estable el porcentaje de personas que anticipa una mejor situación económica personal dentro de un año, con un 42,6%.
El economista Daniel Ortiz explicó a La Nación que los períodos marcados por incertidumbre comercial, como una guerra arancelaria, inciden directamente en la toma de decisiones de los consumidores. En particular, las personas tienden a actuar con mayor cautela al momento de efectuar ciertos gastos, ante la falta de claridad sobre el futuro de sus ingresos o su situación laboral.
“Lo mismo ocurre con las empresas en sus decisiones de inversión, especialmente si prevén que podrían acumular inventarios o que sus márgenes de ganancia podrían deteriorarse”, señaló.
Según Ortiz, este tipo de indicadores debe generar cautela en los distintos sectores, ya que reflejan un entorno volátil. Además, evidencian que la población percibe un cambio en las condiciones económicas, lo cual afecta su nivel de optimismo hacia el futuro.
El ICC se calcula mediante la Encuesta Nacional del Consumidor, que emplea una muestra probabilística de 707 personas mayores de 18 años con acceso a teléfono celular, lo que abarca el 97% de la población y tiene un nivel de confianza del 95%. Los entrevistados se agrupan en tres categorías, según sus expectativas sobre la economía nacional: pesimistas, ambivalentes y optimistas.

Condiciones actuales y resultados generales
En relación con el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA), el segundo componente del ICC, el estudio trimestral más reciente reveló que la percepción sobre la situación económica personal se mantiene sin cambios significativos.
Un 31,5% de los consultados indicó estar mejor, un 47,8% manifestó sentirse igual y un 20,1% señaló estar en una condición desfavorable.
Fernanda Alvarado señaló que las expectativas futuras de los consumidores se están aproximando a los niveles de percepción sobre las condiciones actuales. Es decir, los escenarios que la población visualiza comienzan a igualarse, aunque persiste una valoración ligeramente más favorable respecto al porvenir.
Política económica del Gobierno mantiene balance negativo
La política económica y social de la Administración de Rodrigo Chaves Robles acumula dos años con una percepción mayoritariamente negativa entre la población.
Desde mayo del 2023, los resultados del ICC muestran un balance negativo en la percepción ciudadana sobre la política económica del gobierno en temas como inflación, pobreza y desempleo. Sin embargo, los datos más recientes revelan una ligera disminución en esa valoración desfavorable.
Fernanda Alvarado aclaró que esta leve baja no obedece a un aumento en las opiniones positivas, sino a un crecimiento en las respuestas neutrales.
Según los resultados de la encuesta, un 34,4% de los consultados calificó como “pobre” la labor de la Administración Chaves Robles en materia de política económica (–8,6 p. p.), mientras que un 26,7% la consideró “buena” y otro 34,4% opinó que el gobierno está haciendo “lo necesario” (+6,5 p. p.).
La percepción menos negativa sobre la política económica actual, según el estudio, también está asociada a las expectativas relacionadas con la pobreza.
En mayo, el porcentaje de consumidores que anticipa un aumento en los niveles de pobreza durante los próximos 12 meses disminuyó a 34,8%, lo que representa una caída de 6,5 puntos porcentuales. Paralelamente, creció en una magnitud similar el grupo que prevé que la situación se mantendrá sin cambios, alcanzando un 47,1% (+6,0 p. p.).
En contraste, las expectativas respecto al desempleo permanecen estables en comparación con febrero: un 33,0% de los encuestados espera un incremento, un 23,4% anticipa una reducción y un 40,1% considera que la tasa se mantendrá igual.