El precio de los fertilizantes en Costa Rica inició una tendencia a la baja desde junio del 2022, sin embargo, esta rebaja aún no impacta el precio final de los alimentos debido a que las cosechas que actualmente están en venta se produjeron cuando los insumos tenían un precio mucho más alto.
Así lo explicó el secretario general de la Unión de Pequeños Productos Agropecuarios Costarricenses (UPA Nacional), Guido Vargas a La Nación, quien mencionó que especialmente las cosechas de ciclo anual tuvieron una inversión muy elevada por el alto costo de estos insumos.
El primer fertilizante que bajó de precio fue la urea perlada en julio, sin embargo, este insumo volvió a subir en el mes de agosto. El nitrato de amonio y la fórmula triple 15 bajaron de precio en julio, mientras el fertilizante 10-30-10 y la urea al 46% empezaron a bajar de precio hasta agosto, según datos del Consejo Nacional de la Producción (CNP).
Para Fedérico Lizano, presidente de la Cámara de Insumos Agropecuarios, el precio de todos los insumos agrícolas aumentó debido a la crisis inflacionaria, a la crisis de logística a nivel mundial y al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que se desató en febrero de este año, pues estos países son productores de materias primas y de fertilizantes.
Este aumento ha tenido una afectación directa en el precio final de los alimentos, debido al incremento en el costo de producción.
¿Cómo se comporta el precio de los alimentos?
En el último año, el precio de los productos agrícolas ha tenido un comportamiento fluctuante. Alimentos como el tomate se han disparado y ahora parecen tomar un comportamiento a la baja. Otros como la papa siguen en aumento.
Esto se debe a un tema de oferta y demanda del producto en los distintos mercados y aún no se relaciona con la pequeña baja que presentaron los insumos agrícolas entre agosto y setiembre.
“Cuando los precios tienden a subir, como una reacción natural de los productores, volvemos a hacer siembras nuevas. Esto es un efecto de una oferta mayor que la demanda. De ahí nosotros decimos que la mejor forma de tener precios razonables es producción local”, explicó Vargas.
En general, el costo de los alimentos básicos se ha disparado este año. El costo de la canasta básica alimentaria rural, urbana y también a nivel nacional aumentó 16% entre junio del 2021 y junio del 2022, según informó La Nación, en julio pasado.
Alimentos y bebidas no alcohólicas tuvieron un crecimiento de 1,01% en octubre, respecto a setiembre, según datos del índice de precios al consumidor publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del lunes 7 de octubre anterior.
El precio de los insumos aumentó debido a la crisis inflacionaria, a la crisis de logística a nivel mundial y al conflicto entre Rusia y Ucrania, pues estos países son productores de materias primas y de fertilizantes. Este aumento ha tenido una afectación directa en el precio final de los alimentos, debido al incremento en el costo de producción.
Un ciclo que se repite y eleva el precio
Guido Vargas también explicó que el aumento de los costos de producción ha hecho que muchos agricultores dejen de producir los alimentos, lo que ha disminuido el área de siembra.
Vargas afirmó que esto es un círculo que se repite constantemente y que eleva el precio de los productos agrícolas. Al existir una menor cantidad de producto disponible por los altos precios, el precio de esos productos se eleva aún más; lo que solo podría ser contrarrestado con una mayor oferta o una menor demanda.
Al aumento de precios también le suman otros factores que hacen muy riesgosa la actividad agrícola, como el difícil acceso a fórmulas o el gran peso de las cargas sociales.
Importadores no esperan que precios bajen en exceso
A pesar de la rebaja que tuvieron los fertilizantes en los últimos meses, Federico Lizano no espera que el costo de los insumos agrícolas descienda a los precios previos a la pandemia.
Así lo explicó el representante de la Cámara a La Nación, quien afirmó de que aunque espera que el precio de los suministros que utilizan los agricultores para producir, presente una tendencia a la baja en el primer semestre del 2023 por la reducción en los costos de transporte y logística, no espera que vuelvan a los precios previos a la pandemia.
El principal factor que le hace pensar esto al presidente de la Cámara de Insumos Agropecuarios es que el costo de transporte y logística se elevó a niveles muy altos desde inicios de la pandemia.
“El flete de un contenedor en Europa pasó de $3.000 a $15.000. Si logramos que baje a $10.000 sería un éxito, pero yo no creo que bajen de $10.000 a $3.000 otra vez. Ahí van a regularse un poco, pero honestamente no creo que puedan volver a los niveles anteriores, porque las cadenas logísticas subieron de precio y ahí se van a quedar”, concluyó Lizano.