
La Contraloría General de la República (CGR) advirtió de que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) atraviesa una crisis institucional derivada de la implementación “forzada” del nuevo sistema contable ERP-SAP. Desde su puesta en marcha, la entidad ha enfrentado desajustes en el registro de medicamentos, inconsistencias en los registros financieros e incluso interrupciones en algunos servicios.
Entre las principales afectaciones, la Contraloría destacó la suspensión de cirugías programadas, atrasos en la entrega de medicamentos y atención de pacientes, descontrol en el abastecimiento de insumos médicos, retrasos en pagos a proveedores y pérdida de control sobre activos institucionales.
Según el informe, estas situaciones comprometieron la atención oportuna de los asegurados, pusieron en riesgo la estabilidad financiera del seguro social e incluso abrieron la posibilidad de un colapso en los servicios.
Mediante el oficio DFOE-BIS-0647, fechado el martes 11 de noviembre, el órgano fiscalizador indicó a la Junta Directiva de la CCSS, a la Presidencia Ejecutiva y a las gerencias Financiera y de Logística que la puesta en marcha del sistema de Planificación de Recursos Empresariales (ERP-SAP) comprometió de forma sistemática la continuidad de los servicios, al implementarse sin cumplir los requisitos necesarios para su operación.
“La puesta en marcha del ERP (concebido para optimizar la gestión institucional), sin contar con los requisitos necesarios, ha comprometido de forma sistémica la continuidad de los servicios de la CCSS. Pese a advertencias de las gerencias, consultores externos y la Auditoría Interna, la salida en vivo del sistema el 2 de junio de 2025 ha venido afectando significativamente procesos esenciales”.
El órgano fiscalizador abrió la investigación a raíz de una denuncia ciudadana que alertó sobre la crisis provocada por la implementación del ERP-SAP. Según ese señalamiento, el sistema se puso en funcionamiento sin garantizar previamente las condiciones mínimas de operatividad y desempeño.
“La trayectoria de los incidentes escaló, en severidad, de forma progresiva y sistemática: comenzó con la interrupción de servicios; evolucionó hacia la pérdida de información esencial para la toma de decisiones; alcanzó un punto crítico al comprometer la seguridad financiera, operativa y de las personas; y culminó en el nivel de crisis actual, con impactos que amenazan la continuidad de las operaciones”, detalló la CGR en un comunicado de prensa.
“Lejos de una etapa de estabilización, la CCSS enfrenta un deterioro progresivo que exige acción inmediata. Por ello, se emite esta orden para que la Administración adopte medidas urgentes que restablezcan la funcionalidad del sistema de control interno y contengan la expansión de daños que afectan la gestión institucional y la prestación del servicio público en perjuicio de los usuarios”.
— Oficio DFOE-BIS-0647, CGR.
Producto de estos hallazgos, la Contraloría General ordenó a la Junta Directiva de la CCSS instruir a las gerencias Financiera y de Logística para que elaboren, implementen y supervisen un plan de recuperación de las operaciones en el entorno del ERP.
Además, estas gerencias deberán garantizar la disponibilidad de recursos humanos, técnicos y financieros suficientes para ejecutar dicho plan.
El órgano contralor también dispuso restituir las funciones asignadas al Plan de Innovación (área responsable del ERP-SAP) y trasladarlas nuevamente a las gerencias competentes, así como establecer mecanismos de seguimiento y control desde la Junta Directiva que aseguren la trazabilidad de las acciones adoptadas.
En paralelo, la CGR también ordenó a las gerencias Financiera y de Logística obtener apoyo experto independiente, definir mecanismos efectivos de coordinación y ejecución, y contratar una auditoría externa especializada en ERP que evalúe la integridad y seguridad del sistema, así como la confiabilidad de los datos y de las configuraciones de acceso.
Gustavo Picado, gerente financiero de la CCSS, afirmó a La Nación que, dado que parte de las disposiciones del informe están dirigidas a la Junta Directiva, corresponde esperar las decisiones y el curso de acción que adopte el órgano colegiado una vez que las analice.
“Dado que solo se conceden cinco días hábiles para cumplir con las órdenes encargadas a la Junta Directiva, es un tema que deberá abordarse y finiquitarse, a más tardar el próximo 18 de noviembre”, afirmó Picado.
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CCSS concentró decisiones y perdió liderazgo sobre el ERP-SAP
En su análisis del caso, la Contraloría concluyó que la Caja concentró decisiones y perdió liderazgo técnico en la gobernanza del ERP, al pasar de un modelo de tres niveles a uno sin supervisión técnica y funcional suficiente, debilitando la conducción especializada del sistema.
El órgano fiscalizador recordó que en el 2019 advirtió a la CCSS sobre la necesidad de adoptar un modelo formal y multinivel (estratégico, táctico y operativo) para el ERP, con el fin de equilibrar la conducción estratégica, la validación técnica y la ejecución operativa, y evitar la concentración de decisiones.
Este esquema otorgaba a las gerencias institucionales la responsabilidad sobre los procesos, pero mantenía independencia técnica y apoyo de los componentes Financiero, Logístico, de Mantenimiento y de Gestión.
Sin embargo, la Contraloría apuntó que en el 2023 la Junta Directiva modificó esta estructura y alteró el balance del modelo de gobernanza al eliminar espacios colegiados de supervisión, desplazar liderazgos técnicos y concentrar decisiones en la Presidencia Ejecutiva y en la Dirección del Plan de Innovación.
“Lo que se presentó como una reestructuración organizativa terminó en un mecanismo de captura de la gobernanza, donde las decisiones dejaron de ser compartidas y técnicamente validadas para pasar a depender de una estructura jerárquica y cerrada. Los cambios implementados suprimieron instancias de supervisión técnica y funcional, limitaron el liderazgo técnico necesario para la conducción del Programa ERP y acentuaron la centralización de decisiones en la Presidencia Ejecutiva”.
— Oficio DFOE-BIS-0647, CGR.
A partir de esa reconfiguración, la Contraloría advirtió que se eliminó el Comité de Administración del Plan de Innovación, principal espacio de coordinación entre las gerencias institucionales y la Dirección del Programa. Con su supresión, el ERP quedó sin un foro clave de deliberación y seguimiento en los planos estratégico, técnico y operativo.
Además, la Presidencia Ejecutiva asumió el patrocinio del plan y concentró funciones antes distribuidas entre la Gerencia General y los niveles técnicos, lo que provocó que la autoridad encargada de supervisar el programa pasara, al mismo tiempo, a tener control directo sobre su ejecución.
Control interno débil y salida en vivo pese a requerimientos críticos pendientes
La Contraloría advirtió que la concentración de decisiones debilitó el control interno de la CCSS y permitió la salida en vivo del ERP-SAP pese a que persistían requerimientos críticos, alertas sobre fallas y procesos incompletos.
Según el órgano fiscalizador, el deterioro del Sistema de Control Interno fue progresivo y se originó cuando la gobernanza del proyecto se centralizó en la Presidencia Ejecutiva, lo que eliminó contrapesos y revisiones cruzadas.
Como consecuencia, las advertencias de áreas técnicas, Auditoría Interna, la firma asesora y unidades de salud terminaron canalizadas hacia la misma autoridad que tomaba las decisiones cuestionadas, sin que se ejecutaran correcciones sustantivas. La CGR señaló que esta dinámica se mantuvo antes y después del lanzamiento del sistema, pese a respuestas formales que no derivaron en ajustes estructurales.
El órgano fiscalizador concluyó que el ERP-SAP se puso en marcha sin cumplir condiciones críticas: proyectos complementarios inconclusos, procesos de depuración y valuación de activos sin validación final y riesgos sin control, lo que comprometió la integridad y trazabilidad de la información.
Lo relevante aquí no es solo que se autorizara el arranque del proyecto medular (...), sino que se hizo sabiendo que varios proyectos complementarios -definidos por la propia CCSS como prerrequisitos de la puesta en marcha- estaban inconclusos al momento del Go-Live (...). La Dirección del Plan de Innovación tenía a la vista, al 16 de mayo de 2025, el estado de avance de esos componentes y, aun así, siguió adelante con el inicio de la puesta en marcha.
— Oficio DFOE-BIS-0647, CGR.
La Dirección del Plan de Innovación presentó la situación como una “fase de estabilización”, pero la Contraloría concluyó que esta narrativa pretendía dar la impresión de control institucional, aun cuando el sistema se lanzó sin completar etapas esenciales del ciclo de implantación.
Según el órgano fiscalizador, esto provocó que, solo en el primer mes, los incidentes reportados del ERP aumentaran un 1.947%.
La situación, concluyó al Contraloría, obligó a la CCSS a recurrir a controles manuales, interrumpir labores habituales y operar sin trazabilidad. Esto afectó la fiabilidad de la información, el control de activos y la capacidad de atender obligaciones, y generó impactos en la cadena de suministros.