
En un plazo de casi 40 años, la industria de dispositivos médicos en Costa Rica pasó de fabricar productos desechables a elaborar instrumentos y artículos terapéuticos de alta complejidad.
La primera empresa se instaló en el país en 1987 y la mayor especialización en la producción convirtió al sector en el principal exportador y en el segundo proveedor comercial de Estados Unidos de partes artificiales del cuerpo humano (sin articulaciones artificiales).
Por ejemplo, en este último producto, el país proveyó el 13,3% de la demanda total del mercado estadounidense, equivalentes a $578,6 millones en el 2022. Solo fue superado por Irlanda, que aportó el 62,7% (unos $2.723,4 millones), según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR) dados a La Nación.
El Banco Central indicó que las empresas establecidas en nuestro territorio evolucionaron de procesos de ensamblaje y manufactura de componentes a etapas más complejas como esterilización, mercadeo, ventas, servicios posventa e investigación y desarrollo.
“Las exportaciones costarricenses de dispositivos médicos se han diversificado hacia artículos más complejos, como válvulas cardiacas y equipo de capital (como equipo de electrodiagnóstico)”, señaló el Central.
En 2001, Costa Rica producía mayoritariamente dispositivos desechables (90%). En 2022, la composición cambió: los desechables representaron solo 36% del total, desplazados por artículos más complejos e instrumentos terapéuticos.
El BCCR detalló que los dispositivos médicos desechables incluyen catéteres, sistemas de administración de medicamentos y agujas.
“Se trata de productos de baja tecnología, generalmente de un solo uso, cuyo precio se determina por el costo. Su fabricación requiere menos experiencia médica que la de otras categorías, pero debe cumplir normas de calidad específicas”, detalló el ente emisor.
Costa Rica también es el segundo proveedor de catéteres a Estados Unidos, luego de México.
Carlos Wong, director general de Code Development Group y expresidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas (Azofras), recordó que el sector empezó con ensambles simples de catéteres cardiovasculares y hoy representa más del 50% de las exportaciones de bienes bajo zona franca.
Añadió que es un sector diversificado que produce dispositivos cardiovasculares, endovasculares, ortopédicos y gástricos.
“No solo manufactura productos con un alto valor agregado, sino que tiene una huella significativa en investigación y desarrollo, así como en servicios de valor agregado y logística”, destacó Wong.
A finales del 2024, en el país operaban más de 100 empresas de dispositivos médicos, frente a las 10 compañías que había antes del 2000. Los principales orígenes de estas compañías son Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido y Países Bajos, según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Actualmente, el sector genera 58.000 empleos directos.
Hasta octubre pasado, esta industria exportó $9.187 millones a EE. UU. y el resto del mundo, lo que representa el 48% del total de ventas de bienes.
Este sector se encuentra amenazado por una investigación que desarrolla Estados Unidos a las importaciones de dispositivos médicos.
La historia
La Coalición de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) impulsó el despegue de esta industria a finales de los años 80. La primera empresa en instalarse fue la estadounidense Baxter, en 1987.
Vanessa Gibson, directora de Clima de Inversión de Cinde, recordó que realizó el primer estudio para enlistar las empresas extranjeras que Costa Rica buscaría atraer mediante consultores internacionales. La meta era identificar compañías con alta calidad de manufactura y verificar que el país contaba con condiciones óptimas.
Esta industria opera bajo estricta regulación debido al uso de los bienes que fabrica.
Tras ese estudio, Cinde desarrolló una estrategia de promoción en Estados Unidos dirigida a empresas similares a Baxter, explicó Gibson. Así llegó la división hospitalaria de Abbott, hoy ICU Medical.
A partir de entonces, el país se consolidó como destino de nearshoring para empresas interesadas en atender el mercado estadounidense.
Gibson recordó que a finales de los años 80 Costa Rica buscaba diversificar la oferta exportable. Luego, se trazó el objetivo de atraer suplidores locales e internacionales y empresas de esterilización para fortalecer la cadena de suministros. Con el tiempo, el país logró desarrollar un clúster.
Marco Vinicio Ruíz, exjerarca del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), señaló que el país aprovechó las oportunidades de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (CBI), antesala del tratado de libre comercio con Estados Unidos (Cafta), y luego este tratado mismo, que garantizó seguridad jurídica para empresas que exportan libre de impuestos.
Ruíz comentó que varias compañías del sector, antes de llegar a Costa Rica, se instalaron en Puerto Rico gracias a un programa de incentivos que concluyó; eso las llevó a trasladarse. Coincidió en que los factores clave fueron la calidad de la mano de obra y la seguridad jurídica.
El exviceministro del Comex, John Fonseca, destacó que este sector evolucionó de líneas básicas de ensamblaje a un ecosistema de manufactura avanzada, ingeniería de procesos e investigación y desarrollo. Hoy es un referente internacional en sofisticación tecnológica.
Fonseca explicó que el verdadero salto ocurrió cuando las multinacionales líderes empezaron a asignar funciones más complejas a Costa Rica dentro de sus cadenas globales. Empresas como Baxter, Medtronic, Abbott, Boston Scientific o Hologic ampliaron sus operaciones hacia ingeniería de calidad, automatización, diseño de componentes y validación de procesos regulados por la FDA.
La Nación envió consultas relacionadas al desempeño del sector al Clúster de Dispositivos Médicos, Baxter, Boston Scientific y Bayer. Al cierre de esta nota se esperaba respuesta.
Los factores de éxito
Por otra parte, desde Procomer se busca fortalecer la industria de salud hacia áreas como farmacéutica e investigación y desarrollo (I+D), aseguró la gerente general, Laura López.
Entre 2023 y 2025, 15 empresas de dispositivos médicos confirmaron su llegada al país y se prevé un crecimiento de las exportaciones de dos dígitos, destacó López. Entre agosto y octubre, las ventas externas crecieron alrededor de 30% interanual. “El clúster va a seguir consolidándose”, añadió.
Vanessa Gibson afirmó que Costa Rica garantiza estándares de calidad, logística, infraestructura y talento humano.
Carlos Wong consideró que el crecimiento responde a factores estructurales del mercado, como el envejecimiento poblacional, el aumento de enfermedades cardiovasculares y la demanda de dispositivos a precios competitivos.
Añadió que Costa Rica ofrece un valor estratégico basado en su cercanía a los mercados, estabilidad jurídica, incentivos de zona franca y mano de obra altamente productiva.
López destacó el talento técnico y profesional, su capacidad de adaptación tecnológica y el respaldo de los tratados comerciales, que garantizan acceso preferencial a Estados Unidos, Europa y Asia.
Explicó que en el clúster convergen manufactura y proveedores nacionales e internacionales. “Ya se está formando un ecosistema que hace más potente el crecimiento del sector”, afirmó.
Tal dinamismo provocó que empresas nacionales de empaques se especialicen en dispositivos médicos, cuando antes se enfocaban en industrias como el agro.
El economista Alberto Franco señaló que el régimen de zonas francas impulsa el crecimiento del sector, junto con el capital humano suficiente para sostener la expansión.
Jaime Morales, gerente de Comercio Global en EY, señaló que el sector también abarca distribución y servicios posventa. Explicó que, cuando una empresa de manufactura se instala, suelen llegar firmas de componentes y servicios clave.
Morales destacó la amplia diversificación del sector, que incluye dispositivos quirúrgicos, salud femenina, dispositivos dentales y protección médica.
Recomendaciones
Dyalá Jiménez, exministra del Comex, recomendó crear condiciones para generar mayor valor agregado y desarrollar un clúster más sofisticado, que incluso permita realizar pruebas clínicas en Costa Rica con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Jiménez dijo que se requiere formación técnica, proveedores especializados, apoyo institucional y un marco regulatorio adecuado.
También sugirió diversificar el origen de los inversionistas hacia India, Alemania, Suiza y Japón. “La diversificación es parte de nuestra política de Estado y lo que nos hace fuertes”, aseveró.
El economista Alberto Franco estimó que los cambios en el tratamiento arancelario de Estados Unidos a las exportaciones de dispositivos médicos influyen —y seguirán influyendo— en su producción, exportaciones e inversión extranjera.
Sostuvo que la apreciación del tipo de cambio encarece y resta competitividad a las exportaciones.
