
En una isla remota del Pacífico Sur, científicos documentaron un fenómeno sin precedentes: el colapso de la población de hormigas nativas en Fiyi.
El 79% de las especies autóctonas se encuentra en proceso de desaparición, según un estudio publicado el 11 de setiembre en la revista Science.
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Este fenómeno se vincula a una tendencia global ya advertida desde 2019. Investigaciones anteriores indicaron que la biomasa total de insectos disminuye 2,5% cada año. De mantenerse ese ritmo, muchos insectos podrían extinguirse en menos de un siglo.
Pérdida silenciosa
La investigación fue liderada por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST). Debido a que resulta complejo hacer seguimiento directo de poblaciones de insectos, los expertos decidieron analizar los genomas de hormigas recolectadas en décadas pasadas y almacenadas en museos.
Esta estrategia permitió detectar señales claras de declive. El análisis reveló que las poblaciones nativas comenzaron a descender hace aproximadamente 3.000 años, en coincidencia con la llegada humana a las islas.
Más humanos, menos insectos
El descenso poblacional se aceleró en los últimos 300 años, debido a la expansión de actividades humanas, la agricultura moderna y la contaminación de los hábitats. Como contraste, las especies introducidas por el ser humano no solo resisten los cambios sino que están en expansión.
El estudio atribuyó esta diferencia al aislamiento geográfico de Fiyi. Las especies locales evolucionaron sin contacto con ecosistemas externos, lo que las volvió altamente vulnerables ante cualquier perturbación ambiental.
Islas bajo amenaza
Los científicos destacaron que islas como Galápagos, Hawái o Fiyi albergan especies únicas. Sus entornos cerrados dificultan la resistencia ante cambios introducidos por la actividad humana.
Los resultados obtenidos en Fiyi podrían aplicar a otras regiones del mundo donde la biodiversidad se ve comprometida. Esta investigación también ofrece nuevas herramientas para diseñar estrategias de conservación más efectivas.
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