
3I/ATLAS es un cometa interestelar que se mueve a gran velocidad por el Sistema Solar. Fue detectado el 1.° de julio de 2025 por el sistema ATLAS, desde un observatorio en Chile.
Su comportamiento ha sorprendido a los científicos por sus características inusuales, que desafían el conocimiento actual sobre los cuerpos celestes.
La designación oficial del cometa es C/2025 N1 (ATLAS) y representa el tercer cometa interestelar registrado. Los dos anteriores fueron 1I/’Oumuamua, observado en 2017, y 2I/Borisov, en 2019. Sin embargo, 3I/ATLAS ya demostró ser el más grande y dinámico de los tres.
1. Emisión de agua a gran distancia del Sol
Uno de los aspectos que más ha sorprendido a los astrónomos es la actividad acuosa del cometa. El observatorio Neil Gehrels Swift de la NASA detectó gas hidroxilo (OH), una señal clara de la presencia de agua. Lo inusual es que el cometa está liberando vapor de agua a una tasa de 40 kilogramos por segundo, incluso cuando se encuentra a una distancia del Sol casi tres veces mayor que la Tierra.
Este comportamiento no es común. A esa distancia, los cometas del Sistema Solar suelen estar inactivos. La explicación preliminar indica que la radiación solar calienta pequeños fragmentos de hielo expulsados desde el núcleo, los cuales luego se subliman y generan la nube de gas que rodea al cometa.
2. Composición química sin precedentes
Otro hallazgo destacado tiene que ver con su composición química. El telescopio espacial James Webb detectó una proporción atípica: la coma del cometa está compuesta en un 95% por dióxido de carbono y solo un 5% por agua, sin señales relevantes de monóxido de carbono. Esta proporción es una de las más extremas documentadas hasta el momento en cualquier cometa.
Además, los astrónomos hallaron vapor de níquel atómico sin presencia de hierro, lo cual es inusual. Estos dos elementos generalmente se encuentran juntos en cuerpos formados a partir de material de supernova. La emisión de níquel por parte de 3I/ATLAS es mucho más elevada que la de 2I/Borisov y supera por varios órdenes de magnitud a la de cometas comunes.
El observatorio Keck logró realizar un mapa espacial de estas emisiones. Este mostró que el níquel se concentra más cerca del núcleo, en un radio de 594 kilómetros, mientras que el cianuro se extiende hasta 841 kilómetros. La evidencia sugiere que el níquel podría estar siendo liberado desde moléculas intermedias que se desintegran con rapidez bajo la radiación solar.
3. Desarrollo de una cola que apunta al Sol
El telescopio Gemini South captó la formación de una cola inusual en 3I/ATLAS. Esta estructura apunta hacia el Sol, en lugar de alejarse, como es típico en los cometas. Esta formación recibe el nombre de “anti-cola” o “cola anti-solar”.
Aunque no es un fenómeno exclusivo, sigue siendo poco común. Los astrónomos consideran que podría originarse por alineaciones geométricas específicas o por el comportamiento dinámico de los granos de polvo que rodean al cometa.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.