
Cerca del mar, una población de leones salvajes sorprende al mundo. Un grupo de felinos africanos abandonó el desierto de Namibia y se estableció en las costas del océano Atlántico. En su nuevo hábitat, los animales cambiaron su dieta y comenzaron a cazar focas.
La migración se originó en 2015, tras una intensa sequía que redujo drásticamente la población de cebras, avestruces y antílopes, las principales presas de estos carnívoros. Para sobrevivir, los leones se desplazaron hacia el oeste.
Un grupo inicial de 12 felinos atravesó el desierto de Namibia y se instaló en el litoral. En 2017, comenzó la adaptación definitiva a la vida costera. Actualmente, la población ya supera los 80 leones viviendo en esta zona.
La inusual transformación atrajo la atención de la fotógrafa belga Griet Van Malderen, quien documenta este fenómeno desde sus primeras etapas. Su objetivo ha sido registrar cómo estos felinos se han adaptado al nuevo entorno y a una dieta completamente distinta.
Los leones que antes cazaban animales terrestres ahora comparten la costa con focas, que se han convertido en su principal fuente de alimento. Una de las imágenes captadas por Griet muestra a un león llamado Gamma cuidando una carcasa de foca, en un momento que tardó varios días en lograr capturar.
La imagen fue reconocida recientemente en el certamen Fotógrafo de Vida Salvaje del Año, que premia escenas impactantes de la naturaleza.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.