Una joven de 26 años perdió la movilidad de sus piernas de forma repentina mientras vivía en Nueva York.
El episodio comenzó con un dolor de cabeza intenso y concluyó con una cirugía de emergencia por una lesión medular. Hoy, con 28 años, la paciente continúa un proceso de recuperación con la ayuda de un andador y dos muletas.
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El incidente ocurrió en octubre de 2023 mientras Maria Carolina Toledo, analista de mercadeo, experimentó una cefalea aguda acompañada de náuseas.
Se automedicó, pero al día siguiente la crisis empeoró. Al acudir a un hospital cercano, el trato fue deficiente y no se le permitió recostarse a pesar de la intensidad del dolor. Fue diagnosticada con migraña crónica luego de estudios iniciales que no revelaron anomalías.
Sin mejoras, probó un medicamento no aprobado en Estados Unidos, traído por una amiga desde Perú. Aunque tuvo mejoría momentánea, los síntomas reaparecieron. En noviembre, la situación se agravó cuando surgió un fuerte dolor en la espalda.
El 12 de noviembre vivió el momento más crítico después de sentir como si alguien le golpeara la espalda, quedó paralizada. En la ambulancia perdió toda sensibilidad desde el pecho hacia abajo.
Fue llevada al hospital NYU Langone Health, donde una resonancia reveló una dissección en la arteria vertebral izquierda, lo que causó un sangrado interno y un hematoma en la médula espinal.
El sangrado comprimió su médula, provocando la paraplejía. Esa noche ingresó a cirugía para extraer el hematoma. Al despertar, no sentía nada del pecho hacia abajo. “No pude moverme más”, afirmó.
Los médicos advirtieron que su recuperación dependería del paso del tiempo. Días después recuperó algo de sensibilidad en la pierna derecha, el pecho y la espalda, señal de una lesión medular incompleta, lo que indicaba cierto potencial de recuperación.
La paciente permaneció hospitalizada dos semanas y luego ingresó a un centro de rehabilitación por 45 días. El objetivo era estabilizarla para su regreso a su país natal, Brasil.
Trabajó en fortalecer sus brazos para usar silla de ruedas y movilizarse en espacios reducidos. El tratamiento fue financiado por la institución médica como parte de una acción filantrópica.
Al regresar a Brasil estuvo internada una semana en la red de rehabilitación Lucy Montoro y luego retomó su vida en casa, en la ciudad de Leme, São Paulo. Recibió terapias privadas y sesiones a través del sistema público de salud.
En abril de 2024 logró avances significativos ya que caminó sola con andador por primera vez en su cumpleaños. Aunque aún necesita dos muletas, su meta es usar solo una.
Superar el trauma emocional también fue parte clave del proceso. Al regresar a la rehabilitación, esta vez mediante el sistema público, logró recuperar el control de su vejiga y fortalecer su autoestima. También accedió a apoyo psicológico.
El contacto con personas que vivieron experiencias similares impulsó un cambio en su vida ya que Maria Carolina compartió su historia con familiares y, posteriormente, en redes sociales. Fundó Movmente, una agencia de mercadeo de influencia enfocada en personas con discapacidad.
Durante ocho meses evitó salir de casa. En ese tiempo, las redes sociales que seguía se convirtieron en su conexión con el mundo exterior. Ver sus experiencias le mostró que era posible reconstruir una vida plena tras una situación traumática.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.