Cuando una persona ha presentado más de un episodio de ebriedad en el sitio de trabajo o ha manifestado tener problemas de alcoholismo, es normal que surjan dudas entre jefes y compañeros sobre cómo proceder.
El Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) ofrece opciones para que las empresas e instituciones se acerquen a recibir orientación.
De acuerdo con Marlyn Hernández Salazar, trabajadora social y miembro del programa de Capacitación Asesoría y Seguimiento del IAFA, explicó que el acompañamiento se da en dos vías. La primera es la atención para la persona con el problema. La segunda se dirige a la empresa, por medio del programa “En Compañía”.
Una vez que se detecta el alcoholismo
La funcionaria aclaró que el abordaje que se le da a una persona en términos de salud depende de su relación con el licor.
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Por un lado, dijo, están quienes tienen un consumo perjudicial de alcohol, que son los trabajadores que tienen problemas mayores que los llamados “tomadores sociales” y podrían buscar más espacios para beber, justo antes de la jornada laboral, en determinados “momentos estresantes” de la jornada o pasarse de copas en actividades sociales de la empresa.
Por otro lado, están las personas con trastorno de consumo del alcohol o dependencia. Esto es lo que se conoce como alcoholismo. Esta es una enfermedad crónica que, si no se atiende, la persona perderá el control del momento en el que bebe y dejará de lado sus prioridades, entre ellas el trabajo. Quienes están bajo tratamiento podrían experimentar recaídas.
En el primer caso, si es un asunto aislado, se puede hablar directamente con el afectado. A veces, solo esa conversación puede hacer que caiga en cuenta del problema. Si las situaciones comienzan a hacerse recurrentes, es el momento no solo de hablar, sino también de ofrecer la ayuda.
Lo ideal, según la especialista, es que en la empresa exista un designado para ese tipo de acompañamientos. Idealmente, debería ser el médico de la empresa o un trabajador de salud ocupacional, aunque posiblemente las empresas más pequeñas no tengan ese recurso, pero de todas formas es necesario que haya alguien con esa función.
Esta persona se encargará de guiar y de llevar al involucrado con el IAFA o con otra institución especializada. Esto también es válido para quien reconoce tener un problema de adicción al alcohol.
Acompañamiento para quienes tienen problemas con alcohol
Hernández indicó que recibir tratamiento es un derecho de toda persona con problemas vinculados al licor. Esto no puede quedar en manos de la empresa, porque para atender estos problemas se necesita personal especializado en el tratamiento de adicciones. El IAFA da opciones, pero también hay centros privados o profesionales independientes que tratan estos problemas.
En el caso de la opción pública, el IAFA indica que no todos los referidos reciben tratamiento en el mismo lugar.
“Eso va a variar de dónde vive la persona o dónde está ubicada la empresa, para que así pueda ir por cuenta propia a llevar el tratamiento”, destacó.
Según Hernández, con todas empresas que ha trabajado, la gran mayoría de personas no tiene problemas de consumo de licor y son muy pocos quienes lo requieren.
Una vez en el IAFA, el trabajador será sometido a diagnóstico, el cual se determinará cómo será el seguimiento. Si debe ir a citas recurrentes, se hará una comunicación a la empresa, pues los jefes están en la obligación de darle al trabajador permiso de asistir a todas las citas de rehabilitación.
Opción para las empresas
De acuerdo con la funcionaria, el IAFA ofrece a las empresas la posibilidad de inscribirse en el programa “En Compañía”, que se enfoca en la prevención del consumo de sustancias y en la atención de casos puntuales. Para participar en este programa no es necesario tener funcionarios con problemas con el licor u otra sustancia.
Dentro del plan se aborda la salud de los trabajadores, se les pide hacer un diagnóstico a cada empresa o institución del estado de salud general de sus colaboradores y de si alguno ha tenido problemas con alguna sustancia.
Sin embargo, otro punto importante consiste en ver qué tipo de valores, actitudes y prácticas promueve cada organización, así como si también hay algún elemento en la cultura organizacional que promueva el consumo.
Posteriormente, se les guía para detectar de forma temprana problemas de consumo y de cómo actuar.
“Es muy importante que toda empresa tenga su protocolo de acción, diseñado según las necesidades y características de cada organización”, expresó Hernández.
A partir de este 2024, el programa se amplió a las oficinas regionales del IAFA pues anteriormente solo estaba disponible en la sede central, en San Pedro de Montes de Oca.
La trabajadora social advirtió de que este es un programa en el que la empresa o institución debe comprometerse a trabajar y por ello deben dedicar tiempo.
Desde 2017 hasta hoy, 15 empresas han terminado todo el programa. Otras más lo han comenzado, algunas lo han abandonado y otras avanzan en el proceso.
“Cualquier empresa o institución, por más pequeña o grande que sea puede acercarse”, destacó.
Opciones a lo interno de las empresas
Para la abogada laboralista María Marta Salazar Muñoz, es importante que cada empresa tenga una política interna contra consumo de drogas y alcohol, un reglamento que regule qué sucede si una persona llega a trabajar en dichas condiciones. De esta forma, los colaboradores sabrán cómo se procedería.
Su colega Paola Gutiérrez Mora indicó que las políticas a lo interno de cada empresa ayudan a que toda persona que forma parte de ella tenga claro lo que se permite y no se permite dentro de la relación laboral, y cómo se procede.
“No debe verse como algo moralista, sino de que el consumo del alcohol puede tener disminuciones en desempeño y calidad laboral, pero también en temas de riesgo del trabajo”, dijo Mora.
En esto también es necesario crear conciencia en los mandos medios para saber cómo abordar estas situaciones, sin que haya discriminación y sepan cómo acompañar a quienes tienen problemas con el alcohol u otra sustancia.