
Un análisis científico reciente reveló que los hombres mayores de 50 años necesitan dedicar el doble de tiempo a la actividad física para obtener el mismo nivel de protección cardiovascular que las mujeres.
La investigación se publicó el lunes 27 de octubre en la revista Nature Cardiovascular Research. Se analizaron los registros de más de 80.000 adultos sin antecedentes de enfermedades del corazón. La edad promedio de los participantes fue de 61 años.
Los investigadores utilizaron rastreadores de actividad en la muñeca para evaluar la relación entre el movimiento diario y los eventos cardiovasculares durante un periodo de ocho años.
Los datos evidenciaron una diferencia sustancial entre sexos. Las mujeres que realizaron al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado o vigoroso tuvieron una reducción de 22% en el riesgo de enfermedad coronaria. En el caso de los hombres, ese mismo nivel de esfuerzo se tradujo en una baja de 17% en el riesgo.
Para lograr una reducción de 30% en el riesgo cardiovascular, las mujeres necesitaron alrededor de 250 minutos de ejercicio por semana. Los hombres tuvieron que superar los 530 minutos semanales, más del doble de tiempo.
La diferencia se amplía cuando ya existe enfermedad cardíaca
Como destacó la revista New Scientist, el estudio también incluyó un grupo de 5.169 personas diagnosticadas con enfermedad coronaria, en su mayoría hombres, con una edad media de 67 años. En este grupo, los beneficios del ejercicio también favorecieron más a las mujeres.
Las mujeres que cumplieron con la meta semanal de 150 minutos de ejercicio tuvieron una reducción de 70% en el riesgo de muerte por cualquier causa durante los ocho años siguientes. En cambio, los hombres solo alcanzaron una reducción de 20%.
Los investigadores sugirieron que factores hormonales y fisiológicos podrían explicar esta diferencia. Uno de los principales responsables sería el estrógeno, que mejora la quema de grasa durante la actividad física y podría potenciar los beneficios cardiovasculares.
Otros estudios previos respaldan esta hipótesis. Han demostrado que las mujeres, al ejercitarse, suelen utilizar más energía muscular y respiratoria que los hombres. Esta mayor demanda energética podría volver cada sesión más eficiente para el cuerpo femenino.
La muestra se tomó del UK Biobank, una base de datos que incluye, en su mayoría, participantes blancos y con alto nivel socioeconómico. Por este motivo, los resultados podrían no aplicarse a toda la población. Los investigadores destacaron la necesidad de realizar nuevos estudios para confirmar sus hallazgos en otros grupos demográficos.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
