
Rachel Danchek, una estadounidense de 30 años, comenzó a notar síntomas persistentes cuando intentaba quedar embarazada sin éxito. Experimentaba dolores menstruales intensos, hinchazón abdominal y una sensación física de ansiedad que no desaparecía.
En un inicio, atribuyó estos malestares al consumo de alcohol, al estrés y al aumento de peso. Sin embargo, tras más de un año intentando concebir, decidió consultar con médicos especialistas.
LEA MÁS: ¿Por qué se despierta empapado en sudor? Podría ser una señal temprana de cáncer
Los primeros exámenes no arrojaron resultados concluyentes. Según le indicaron los profesionales, su edad hacía poco probable un diagnóstico de cáncer. A pesar de que presentaba dolor pélvico severo y fatiga constante, los especialistas consideraban sus síntomas como señales benignas.
Una ecografía realizada por su obstetra reveló un quiste del tamaño de una toronja en su ovario izquierdo, rodeado por formaciones más pequeñas. Aunque la forma irregular del quiste preocupó a los médicos, estos insistieron en que lo más probable era que se tratara de una masa no maligna.
Diagnóstico tras cirugía: cáncer de ovario en estadio tres
En febrero de 2024, Danchek se sometió a una cirugía para extraer el ovario afectado. Cinco días después, recibió el diagnóstico definitivo: cáncer de ovario en estadio tres favorable.
Este tipo de cáncer se considera un “asesino silencioso”. Los especialistas advierten que suele detectarse en etapas avanzadas por la ausencia de síntomas claros y la falta de herramientas de detección temprana.
La paciente se encontraba dentro de un grupo etario donde los médicos descartan inicialmente la presencia de tumores malignos, lo que puede retrasar diagnósticos y tratamientos.
Fertilidad en pausa: tratamientos urgentes para preservar embriones
Luego de la operación, Danchek inició tratamientos para preservar su fertilidad. En solo cuatro días, se sometió a dos rondas de fertilización in vitro (FIV). Logró obtener cinco embriones, que planea utilizar mediante gestación subrogada junto a su esposo.
La pareja se encuentra en proceso de seleccionar a la persona que llevará el embarazo. Según explicó Danchek, tanto su madre como su hermana habían concebido con facilidad, por lo que no esperaba complicaciones.
Antes del diagnóstico, entrenaba cinco veces por semana y seguía el plan de alimentación Whole30, diseñado para mejorar hábitos alimenticios. Todos sus exámenes hormonales y ginecológicos se encontraban dentro de rangos normales.
Cirugías, quimioterapia y anticuerpos monoclonales
En abril de 2024, comenzó con seis rondas de quimioterapia en Pittsburgh, ciudad donde reside su familia. Los médicos también decidieron extraer el ovario derecho como medida preventiva, aunque preservaron el útero para mantener la posibilidad de un embarazo futuro.
Durante la cirugía, los especialistas utilizaron una técnica denominada baño de quimioterapia caliente, que consiste en lavar el abdomen con una solución tibia y concentrada para eliminar células cancerosas residuales.
Además del tratamiento oncológico convencional, Danchek recibe infusiones mensuales de un anticuerpo monoclonal que bloquea proteínas relacionadas con el desarrollo tumoral.
En setiembre de 2024, los médicos confirmaron que no presentaba signos de cáncer. La paciente y su esposo continúan en búsqueda de una gestante, con la esperanza de lograr el embarazo en un plazo de seis meses.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.