
Una mujer de 26 años, residente en Rumanía, se convirtió en el centro de atención de la comunidad médica internacional luego de que médicos le extrajeron un gusano vivo de 11 cm del párpado izquierdo. El incidente fue documentado por especialistas de la Universidad de Medicina y Farmacia Carol Davila, en Bucarest, y publicado el 22 de noviembre en la revista New England Journal of Medicine.
La paciente acudió al servicio de oftalmología tras detectar una lesión móvil bajo la piel del párpado. Presentaba enrojecimiento e inflamación leve. El diagnóstico fue inmediato y la intervención quirúrgica reveló un nematodo filiforme, identificado como Dirofilaria repens, un parásito transmitido por mosquitos.
El gusano migró bajo la piel
Un mes antes, la mujer había notado un nódulo duro en la sien derecha, pero no lo mencionó al equipo médico hasta después de la extracción. El bulto desapareció justo un día antes de que el gusano emergiera en el ojo, lo que sugiere que el parásito migró bajo la piel hasta la zona ocular.
El análisis histopatológico confirmó la presencia de microfilarias en dos úteros del parásito, aunque estas larvas no suelen circular en la sangre humana. El Dirofilaria repens infecta con mayor frecuencia a canes y caninos salvajes como lobos y zorros, siendo el ser humano un huésped accidental.
Mascotas y mosquitos: combinación riesgosa
La paciente tenía un perro, lo que aumenta la probabilidad de exposición al parásito, pues los mosquitos actúan como vectores. Esta especie de nematodo circula en países del Mediterráneo, pero nuevas investigaciones revelan que se ha expandido hacia el este y norte de Europa, además de partes de África y Asia.
Un caso anterior en Austria, posiblemente originado en Grecia, sugirió que el parásito podría estar adaptándose a los humanos como huéspedes más frecuentes. Investigadores en Serbia, en 2023, también detectaron microfilarias en el torrente sanguíneo de un paciente, algo inusualmente raro.
Tratamiento y pronóstico favorable
El tratamiento fue eficaz. Tras la extracción del parásito, la mujer recuperó su salud sin complicaciones. En estos casos, la cirugía se complementa con antiparasitarios o antibióticos para evitar infecciones secundarias.
Este caso, aunque poco común, evidencia la importancia de vigilar enfermedades parasitarias emergentes, especialmente ante un escenario global de cambios ambientales acelerados.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
