
La pandemia de covid-19 nos cambió la cotidianidad y las fiestas y reuniones decembrinas no pueden desarrollarse como tradicionalmente estamos acostumbrados.
Este año no habrá grandes reuniones, ni bailes, ni fines de semana copados de actividades con diferentes grupos de personas.
Sin embargo, las fiestas virtuales se presentan como una opción, con la ventaja de que pueden involucrar a personas que viven en otro país o en zonas alejadas.
Plataformas como Zoom, Google Meet, Skype, House Party, salas en Facebook y hasta videollamadas por WhatsApp son parte de las opciones con las que cada grupo cuenta. Y más allá de simplemente ponerse a conversar, hay actividades que pueden hacer de la fiesta virtual algo más animado.
“Si preferimos quedarnos en casa con nuestro núcleo familiar, hay muchísimas opciones para unirnos con otras familias desde casa y tener una reunión más grande”, dijo la psicóloga Esther González.
Cada familia o grupo de amigos puede adaptar sus actividades a sus gustos particulares. Sin embargo, siempre hay varios puntos que pueden tomarse en cuenta para que este tipo de celebraciones no sean nada más sentarse a hablar frente a una pantalla.
Planear un menú, cocinar cada uno desde su casa, enviar regalos por mensajería o hacer juegos en línea pueden ayudar a “calentar” la frialdad del contacto virtual.
“Para todos será difícil, pero entonces hagámoslo especial desde antes. Hay familias en los que una persona tiene talento para el diseño, esa persona puede hacer una invitación virtual... también pueden inventar una fiesta de sombreros, o que todos lleven un suéter navideño, o vestirse de determinado color”, comentó González.
FUENTE: Margarita Lemus, organizadora de eventos. || DISEÑO / LA NACIÓN.
Más allá de solo sentarse y conversar
Aunque posiblemente las personas tengan muchos temas de conversación, hay varias ideas que podrían darle ese tono más navideño a la celebración e integrar y divertir a personas de todas las edades.
“A veces es cuestión de simplemente poner una pregunta y que todos conversen sobre ella”, manifestó la organizadora de eventos Margarita Lemus.
“Podemos preguntar, por ejemplo, cuál ha sido la Navidad que más recuerdan, o el peor regalo que les han dado, o la anécdota más graciosa o más incómoda de una Navidad. Así podríamos incluso llegar a conocer aspectos de la vida de personas a las que ya creíamos conocer, pero en realidad no sabíamos tanto como creíamos”, añadió.
Otra idea es que, si deciden no cocinar juntos ni seguir una misma receta y cada grupo familiar optó por algo diferente, comenten por qué escogieron cocinar o encargar ese platillo.
Los niños también pueden tener participación contando sus experiencias esta Navidad, o explicando por qué pidieron determinados juguetes de regalo.
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No es para siempre

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Ambas entrevistadas señalaron que, aunque es muy difícil la falta de contacto físico y presencial en esta época, esto no será así en todas las fiestas de fin de año.
“Este es un año excepcional. Es muy probable que ya el año entrante las cosas sean diferentes y podamos celebrar de una forma más parecida a como lo hacíamos antes”, señaló González.
Lemus complementa: “sí, este año, es diferente, raro, inusual. Es buen momento para, entonces, hacer una fiesta virtual diferente que después todos recuerden como una de las más divertidas. Además, este es el momento para unir a personas que no viven cerca y poder compartir juntos.
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